María Rodríguez (ALN).- El economista jefe de BBVA Research en Lima analiza para ALnavío los pilares que evalúan las agencias crediticias y la situación de Perú en cada uno de ellos. Del país andino, subraya como punto fuerte la macroeconomía y como asignatura pendiente los indicadores estructurales.
Si Chile lidera las calificaciones crediticias de América Latina, Perú no se queda atrás. Según el último informe de riesgo país de BBVA Research, la nación peruana ocupa la segunda posición en la región con un BBB+ (la media de las notas de las tres agencias principales: Moody’s, Standard & Poor’s y Ficht), empatada con México. Sin embargo, a comienzos de esta década, la deuda peruana apenas aprobaba en el rating soberano y compartía la tercera posición con Brasil, que hoy ocupa el sexto lugar, por detrás de Colombia y Uruguay.
Tanto a Perú como al resto de economías que se someten a un examen crediticio, las calificadoras les evalúan distintos pilares. Hugo Perea, economista jefe de BBVA Research en el país andino y gerente de Estudios Económicos de BBVA Continental, los enumera: “Se trata de la situación macroeconómica y los indicadores fiscales (que sumados pesan el 35% de la nota), externos (18%) y las características estructurales (casi un 50% de la evaluación)”. Este último apartado recoge factores de estabilidad política, diversificación productiva e indicadores sociales.
Las agencias de rating evalúan: la situación macro, los indicadores fiscales y externos, y las características estructurales
El economista jefe de BBVA Research en Lima asegura al diario ALnavío que Perú está “muy bien en la parte macro en términos relativos, con todos los problemas que hemos tenido: desaceleración secular producto de la caída de los metales y choques de oferta a consecuencia de inundaciones y lluvias”.
Con este escenario “bastante retador”, según apunta el analista, “la economía peruana sigue siendo la que genera mejores expectativas de crecimiento”. En este sentido, el Producto Interior Bruto (PIB) del país rozó el año pasado el 4% (3,9%) y aunque las proyecciones para 2017 del Fondo Monetario Internacional (FMI) le auguran una subida del 3,5%, volvería a estar entre las economías de América del Sur que más crecen, junto a Bolivia y Paraguay.
La parte de finanzas públicas tampoco le preocupa a Perea: “Después de Chile, Perú debe tener el menor nivel de endeudamiento público en términos de deuda bruta” de la región. Y así es. No llega al 30% del PIB mientras que en el resto de los países latinoamericanos analizados en el informe de BBVA Research (Argentina, Brasil, Colombia y México) las deudas superan el 40%. En el caso de la brasileña, está por encima del 80%, nivel más próximo a los registrados en países europeos.
Perea asegura que, en estos dos primeros pilares, “Perú siempre califica entre las primeras economías de la región con un alto puntaje”. “Excedemos el promedio de América Latina”, matiza.
Los retos están en la «falta de institucionalidad”
¿Dónde hay problemas? En la parte de indicadores estructurales. “La falta de institucionalidad y de partidos políticos consolidados genera un poco de inestabilidad”, reconoce el analista. Y a pesar de que la clase media ha crecido en el país en los últimos 15 años, “producto del fuerte crecimiento económico”, según Perea, “aún la gente tiene una situación expectante, quiere más progreso y que ese progreso económico llegue de manera más sensible a todos”.
La economía peruana sigue siendo la que genera mejores expectativas de crecimiento”, constata Perea
En este sentido, Perea apunta que desde 2002, se ha reducido la pobreza en la nación peruana “de 55 a niveles de 20”. Constata que ha habido un avance importante, pero “todavía hace falta hacer más”, subraya. Y es que “esa situación de falta de instituciones, de situación de expectativa por parte de ciertos sectores de la población que todavía no han gozado de los beneficios del crecimiento económico” hace que Perú tenga, en esta partida, una nota que “incluso está por debajo del promedio de la región”, concluye.