Daniel Gómez (ALN).- En Perú más de la mitad de la población no tiene cuenta bancaria. Y no es porque la economía vaya mal. Al contrario, es de los países que más crecen en América Latina. El problema es que no crece de forma proporcionada, advierte Yen Nian Mooi, economista del FMI.
La economía de Perú va viento en popa. Encadena más de 100 meses de crecimiento y cerrará 2018 como uno de los países que más expandirán el PIB en Latinoamérica, con tasas por encima del 4%, lo cual está tres puntos por encima de la media regional.
No son números vacíos. Estos se traducen en desarrollo. Si en 2014 apenas 29% de los peruanos estaban bancarizados, en 2017 43% eran titulares de una cuenta de banco. Son indicadores que recuerda el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el último estudio sobre Perú.
El texto lo firma la economista Yen Nian Mooi, quien aprovecha estos buenos datos para advertir que “hay mucho camino por recorrer”. Lo dice porque “la inclusión financiera de los hogares se presenta negativa en relación con los fundamentos macroeconómicos internos”.
La bancarización pone de relieve esta percepción. Es cierto que Perú, como incluso reconoce The Economist, es uno de los países que más apuestan por la bancarización en el mundo. Sin embargo, todavía está lejos de la media latinoamericana, de 59%, y más lejos aún de la media de bancarización global, de 69%.
Entre los problemas que limitan el desarrollo está el elevado costo de las cuentas. Pero hay uno peor. El acceso a poblaciones remotas y pobres.
Es lo que ocurre, por ejemplo, en los Andes. Una región donde la calidad de las infraestructuras y de las telecomunicaciones está a años luz de las de núcleos urbanos como Lima, la cual cuenta con el internet más rápido de Latinoamérica, según la firma británica Open Signal.
Una apuesta tecnológica
Apunta la economista del FMI que llegar a esos sitios remotos “ha sido una tarea complicada”. Sin embargo, ahora lo es menos gracias a la tecnología.
“Promover la tecnología de pagos móviles puede ser útil, ya que la proporción de adultos con cuentas de dinero móvil sigue siendo muy baja”
“Promover la tecnología de pagos móviles puede ser útil, ya que la proporción de adultos con cuentas de dinero móvil sigue siendo muy baja a pesar de la elevada tasa de penetración de la telefonía celular, incluso en zonas rurales (más de 70%)”, explica Yen Nian Mooi.
El Gobierno peruano ha hecho esfuerzos en este sentido. Es la implementación de dinero electrónico. La ley que lo regula la aprobaron en 2013, pero no fue sino hasta 2016 cuando impulsaron el producto que la hace funcional: es la Billetera Móvil, más conocida como Bim.
“Las iniciativas como la Billetera Móvil son un paso, aunque su adopción no ha colmado las expectativas debido a obstáculos en la implementación. Sería conveniente reformar el modelo operativo para promover la adopción y el uso de este producto”.
Es la recomendación de esta economista del FMI, quien también apunta que “la digitalización de los pagos del gobierno (desembolsos de programas sociales y pagos de salarios) y los cobros (recaudación de impuestos y derechos por licencias) también podría ayudar a promover estas transacciones”.