Redacción (ALN).- El uso de una mascarilla exfoliante se ha extendido mucho más allá del rostro, pues también sirve para eliminar las impurezas y células muertas de la piel o de otras zonas del cuerpo como las manos y los pies.
Generalmente estos productos se aplican con el objeto de renovar la piel, pero también pueden ayudar a suavizarla e hidratarla. Si deseas aprovechar estos y otros beneficios, aprende cómo elaborar tu propia mascarilla casera e incluyela en tu rutina de belleza.
¿Qué beneficios tiene la mascarilla exfoliante?
Estas tienen por objeto eliminar todas las células muertas y la piel seca que se acumula, permitiendo así que la piel se vaya renovando y oxigenando correctamente. Es decir, con la mascarilla exfoliante se logra una piel más suave al tacto, y más luminosa y hermosa a la vista.
Pero, además, depura las impurezas y células muertas, suaviza las manchas y cicatrices, logrando una apariencia más uniforme, activa la microcirculación sanguínea, hidrata la piel en profundidad, estimula la producción de colágeno, previene el envejecimiento, oxigena la dermis, aporta brillo y luminosidad, potencia la renovación de la piel, y tonifica la piel.
Por qué es importante exfoliar la cara
La exfoliación facial es una tarea estética muy importante para la piel de rostro, pues en términos generales permite eliminar todas las células muertas acumuladas y proporcionarle una mayor suavidad y brillo al cutis, además de ayudar a disimular las cicatrices y las marcas.
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Con la exfoliación, la piel de la cara puede realizar su proceso de regeneración celular correctamente dando como resultado una dermis mucho más oxigenada y humectada. Entre los principales beneficios de la exfoliación, destacan los que enumeramos a continuación:
- Piel más limpia, sedosa, radiante y bella.
- Eliminación de todas las impurezas y prevención de la formación de nuevas.
- Reactiva la microcirculación sanguínea de la zona, lo cual ayuda también a eliminar líquidos acumulados y a prevenir la hinchazón.
- Reduce la producción excesiva de sebo y evita la aparición de brillos en la cara.
- Los tratamientos faciales y las cremas hidratantes y antiedad funcionan muchísimo mejor en una piel exfoliada, pues sus principios activos pueden penetrar en ella por completo.
Por todo ello, se recomienda exfoliar la piel del rostro una vez a la semana como mínimo, aunque esta frecuencia puede variar en función de cuál sea tu tipo de piel y las necesidades de la misma:
- Pieles secas: bastará con una exfoliación semana haciendo uso de un exfoliante suave.
- Pieles grasas: dos veces a la semana para eliminar el exceso de grasa.
- Pieles sensibles: una vez cada 15 días con un exfoliante hipoalergénico.
Hazlo tu misma
- Exfoliante de azúcar y aceite
Uno de los exfoliantes caseros para el rostro más económicos y eficaces que podemos encontrar es el azúcar, de preferencia de grano fino para evitar hacernos daño en la cara. Lo mejor es combinarlo con un aceite súper hidratante, reparador y antiedad como el aceite de oliva o el aceite de coco para obtener un cutis radiante y lleno de vida. Los ingredientes que necesitas son:
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra o de aceite de coco
Tratamiento: mezcla ambos ingredientes hasta obtener una pasta granulosa. Aplica sobre el rostro, manos o pies bien limpios y masajea circularmente con movimientos siempre ascendentes, sin aplicar fuerza.
La recomendación es hacerlo una vez por semana o cada 10 días, todo dependerá del tipo de piel y a las condiciones a los que se enfrenta cada día, por ejemplo, el calzado.
Con información de 2001