Elizabeth Fuentes (ALN).- Hurgar por horas en internet, pillar las ofertas, pedir descuentos y hacerlo con mucha antelación, puede rendir dividendos al momento de planificar unas vacaciones buenas, bonitas y baratas. Sobre todo cuando el cuerpo ya no permite andar de mochilero o dormir en cualquier posada de una estrella. Hay que ser riguroso con la diversión y esta contradicción incluye, por supuesto, las vacaciones. Pero tomarse días libres sin ver el reloj ni cumplir rutina alguna puede transformarse en una carga económica al regreso, un elemento de stress adicional que nadie quiere al llegar a casa.
Y si bien muchos optan por dejar semejante responsabilidad en las manos de una agencia de viajes, que cuesta lo suyo, la posibilidad de bajar los costos y gozar lo mismo está a solo un click de su destino: pasajes, hoteles, apartamentos vacacionales, tickets de tren o de bus, de todo se consigue en la web sin pagar un céntimo por el trámite. Lo único que se necesita es paciencia porque navegar en la red para conseguir lo que se quiere, lleva su tiempo.
La mejor manera de aliviar la búsqueda es ir a sitios seguros. HomeAway.com, por ejemplo, convertido hoy en un gigante que maneja 160.000 propiedades en más de 100 países. Su más fiero competidor, Vacation Rental by Owner (VRBO.com), terminó siendo adquirido por HomeAway en una transacción que se calcula en más de 200 millones de dólares.
Con esta adquisición, HomeAway sumó otro buen negocio a lo que llama “la familia”, compuesta por otros 10 portales, como VacationRentals.com, Homelidays.com, OwnersDirect.com, Abritel.com para los viajeros de Francia, Toprural.com, Bookabach.com para Nueva Zelanda y países cercanos, Stay para Australia, Travelmob para Asia, AlugueTemporada para Brasil y FeWe-direkt.de para Alemania. Uno para cada idioma, necesidad e intereses, pero todos con el mismo criterio de alquilar casas, apartamentos, villas o habitaciones, cuyos propietarios están inscritos en el portal y han sido rigurosamente seleccionados para cumplir las exigencias de los huéspedes.
El ahorro entre una casa vacacional y un hotel es de 50%
Y en este sentido, hay para todos los bolsillos porque el matrimonio Obama, después de su fin de mandato en la Casa Blanca, se fue de vacaciones a la Isla de Necker, y se alojó en una propiedad del archimillonario Sir Richard Branson, anunciada en HomeAway. “Los Obama podrán divisar las vistas más azules desde cualquiera de sus tres terrazas en la azotea, refrescarse en su jacuzzi privado o simplemente tomar el sol teniendo a un paso la exuberante naturaleza y el mar. Lujo y sofisticación marcan el interior de la suite: el dormitorio también cuenta con una cocina para que no les falten ni bebidas ni aperitivos durante su estadía. La pareja podrá disfrutar de los sabores caribeños a la luz de la luna o en una cabaña en la playa, o si lo prefieren, en su propia suite”, revelaron los voceros de la empresa.
Un poco más barato resulta ir a Honolulú, vía VacationsRentals.com, donde un apartamento con vista al mar, para cuatro personas, asciende a 99 dólares por noche. O alquilar un estudio moderno, recién remodelado, en Kwala Lumpur, con todas las comodidades y capacidad para cuatro personas, que solo cuesta 338 dólares a la semana, una de las miles de posibilidades disponibles a través de Travelmob.com.
Pero si queremos huir del mundanal ruido, en Toprural.com la decisión se hace difícil porque tienen más de 10.000 casas rurales diseminadas por toda Europa. Allí se puede alquilar desde una habitación hasta una villa completa, que las tienen con piscina, con spa, cerca de la costa o de la montaña, superlujosas o modestas.
Alquilar o ser alquilado, he ahí el dinero
Solo en España, la oferta es cuantiosa y diversa. Hay casas rurales para alquilar en todas las regiones, desde una casona con siete habitaciones, piscina y parque infantil bellamente equipada, por solo 25 dólares la noche por persona en La Rioja, hasta la propiedad Els Masos de Caula, varias “masías” (un tipo de construcción rural típico de Cataluña) ubicadas en las montañas de Girona, bellamente decoradas, con todas las comodidades contemporáneas, perfectamente equipadas y cada una de ellas con acceso independiente y su propio espacio exterior. La oferta incluye piscina, barbacoa, TV, DVD, sala de convenciones, cocina equipada, aire acondicionado y hasta servicio de desayuno, si así lo requiere el huésped. Cada noche asciende a 48 dólares por persona pero basta con asomarse al portal, para querer estar allí.
¿La diferencia con reservar un hotel? Enorme. Por ejemplo, la factura del Double Tree Hilton de Girona, un hotel promedio, nada lujoso ni especial, llega a 1.213 dólares por semana, solo en hospedaje. Mientras que en la masía Els Masos de Caula, una pareja pagaría 658 dólares por el mismo tiempo, con la ventaja de que la casa incluye una cocina completamente equipada, lo que significa un ahorro significativo a la hora del desayuno o la cena, unido al goce de cocinar, tan de moda en estos tiempos.
Una habitación sin vista
La historia de AirBnb (contracción de air con bed and breakfast) ya es conocida. Dos amigos diseñadores que compartían un apartamento en San Francisco, decidieron alquilar una habitación para vacacionistas. Eso fue en 2008 y la idea les resultó tan exitosa, que en menos de 10 años la empresa de Joe Gebbia y Brian Chesky ha sido valuada en más de tres millones de dólares y ya cuenta con tres millones de afiliados en más de 190 países.
El sistema es más o menos el mismo que el de los portales mencionados, solo que aquí se trata de propietarios que alquilan habitaciones en sus casas por vacaciones, aunque algunos también ofrecen la propiedad completa por determinado tiempo. La diferencia podría estar en el precio, pues si se usa una sola habitación, las vacaciones resultan muy baratas, pero hay que atenerse a las reglas de la casa. No hacer fiestas, no fumar, no llevar amigos o amigas. Es decir, respetar las normas como si se tratara de su propio hogar.
Por ejemplo, una habitación en Madrid, dependiendo de la zona, vale entre 20 y 47 dólares la noche. O una habitación para dos en Caracas, vale entre 8 y 45 dólares, aunque este último precio es por seis camas y en una de las mejores zonas de la capital. Ya cuando lo que se busca es la casa o el apartamento completo, los precios suben, pero nunca a la escala de un hotel de dos o tres estrellas.
Para los propietarios resulta un auxilio económico interesante, porque el pago es en dólares, garantizado, y la parte de la propiedad que es alquilada está cubierta por un seguro frente a cualquier eventualidad. En AirBnb también son menos exigentes a la hora de ubicarse como propietario. Apenas piden algunos datos básicos de la propiedad, fotos de lo que se va a alquilar, facilidades para los huéspedes -uso de la cocina, por ejemplo- y una foto del dueño, que aconsejan sea un buen primer plano, donde luzca simpático. De resto, todo se resuelve vía tarjetas de crédito o Pay Pal.
Obviamente, en la cuenta final del costo de las vacaciones se debe incluir el precio del pasaje, que no suele variar mucho, aunque si se adquiere con suficiente antelación el ahorro es visible, sobre todo en las temporadas altas, como vacaciones de verano o Navidad. Y aunque existen muchos portales dirigidos a comprar tickets lo más barato posible, generalmente es en www.priceline.com donde suelen ofrecer los mejores precios. No diferencias abismales, pero al menos sirve para tomarse un café.