Daniel Gómez (ALN).- En España, un país con 41% de indecisos de cara a las elecciones, cada gesto, al igual que cada voto, cuenta. Por eso PP y Ciudadanos se vuelcan con la comunidad venezolana. Que, aunque pequeña en número, supone un gran altavoz. “No todo son los votos, sino las masas que pueden mover. Y aquí hay liderazgos importantes como es el padre de Leopoldo López y Antonio Ledezma”, apunta a ALnavío la doctora en Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, Virginia Linares.
Albert Rivera, líder de Ciudadanos, aprovechó una reciente visita a Santa Cruz de Tenerife para reunirse con la nutrida comunidad venezolana que reside en la isla. A ellos les hizo tres promesas: que si sale electo presidente “incrementará las sanciones económicas contra los capitales y propiedades de los jerarcas del chavismo”, “liderará la presión de la Unión Europea” contra el régimen de Nicolás Maduro, y creará “un permiso de residencia temporal y de trabajo” para los venezolanos.
Esta última medida es la misma que el Partido Popular incluyó en el programa que presentó el pasado lunes en Barcelona. Un acto en el que Pablo Casado, presidente del PP, se refirió hasta en ocho ocasiones a Venezuela. Bien para prometer más compromiso de España con la causa venezolana. Bien para comparar al Partido Socialista, y en especial a Podemos, con el chavismo bolivariano.
Nada de esto sorprende. Ciudadanos y PP llevan involucrados con la causa venezolana desde el primer momento y ahora quieren capitalizar este compromiso de cara a las elecciones generales del 28 de abril. ¿Les saldrá rentable?
“No hay que subestimar la voz ni la movilización ni la organización de los venezolanos”, apunta a ALnavío la venezolana Virginia Linares, doctora en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y experta en comunicación.
En España residen actualmente 500.000 venezolanos, según cifras del Gobierno. Muchos no tienen derecho a voto en las generales porque no cuentan con nacionalidad española. Algunos son repatriados de Italia, Portugal, Francia y Alemania. Otros, en cambio, han ingresado al país usando otro tipo de vías migratorias.
Según el Instituto Nacional de Estadística, 36,8 millones de personas pueden votar el 28 de abril. 130.273 podrán hacerlo desde Venezuela. Este número de cara a las urnas, sumado al de venezolanos que residen en España y pueden votar, es una minoría.
El poder mediático de los venezolanos
“Si lo que contamos es con el número en sí, los venezolanos no tienen fuerza suficiente para inclinar la balanza a la hora de votar”, dice a ALnavío un analista político venezolano en Madrid que prefiere guardar el anonimato. “Eso sí, la causa venezolana ha despertado entusiasmo, y ha generado un movimiento que trae matices interesantes a este debate”.
Estas observaciones las aporta Linares. “No todo son los votos, sino las masas que pueden mover. Y aquí [en España] hay liderazgos importantes como es el padre de Leopoldo López [Leopoldo López Gil] y Antonio Ledezma, capaces de generar climas de opinión”.
Virginia Linares: “No todo son los votos, sino las masas que pueden mover. Y aquí hay liderazgos importantes como es el padre de Leopoldo López y Antonio Ledezma”
En tiempos de incertidumbre, estos puntos de agenda son fundamentales. “Que se lo digan a Donald Trump y cómo usa a los venezolanos y los cubanos en beneficio de su política interna”, apunta el analista político.
Y es que en España se vive ahora mismo un tiempo incierto. Los sondeos otorgan una victoria cómoda al PSOE. La centroderecha, representada por PP, Ciudadanos y Vox, tampoco se asegura la mayoría absoluta en caso de pactar los tres.
Lo que también dicen las encuestas, y en especial, la última del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) es que, si los indecisos conformaran un partido político, ganarían los comicios.
41% de los electores no sabe a quién votar. Esto quiere decir que 15 millones de españoles tienen dudas. Y en un terreno tan incierto, cualquier voto cuenta. Cualquier movilización cuenta.
Cuando el 23 de enero Juan Guaidó juró como Presidente Encargado, el centro de Madrid estuvo abarrotado de banderas de Venezuela. Y no todas las portaban los venezolanos. También españoles y seguidores de PP, Ciudadanos y Vox que fueron a apoyar la manifestación. Ese día quedó demostrada la capacidad de movilización de la que habla Linares.
El PSOE se alinea con Guaidó
Mientras la centroderecha se moviliza por Venezuela, ¿qué hace la izquierda? Podemos guarda silencio. Pasa de este punto. Sin embargo, no deja de ser llamativo que el regreso de su líder, Pablo Iglesias, recordara promesas y amenazas del chavismo.
Pablo Iglesias regresa con promesas y amenazas del chavismo
Por parte del PSOE, es llamativo el papel de Josep Borrell, ministro de Asuntos Exteriores. En sus últimas intervenciones ha expresado algo que los venezolanos le echaban en falta: el sentimiento de urgencia que tienen allá, y que parece que no va con Europa y su Grupo de Contacto.
“La Unión Europea no pretende ahogar a Venezuela, pero es demasiado lenta”, declaró Borrell el martes tras la reunión del Consejo de Ministros de Exteriores de la UE.
Un día después, Borrell se reunió con el enviado especial para Venezuela de EEUU, Elliott Abrams, en Madrid y tras esa reunión concluyó que para resolver la crisis en Venezuela la comunidad internacional “debe ir más aprisa”.
Borrell endurece el tono. En esta y otras cuestiones, como el bloqueo de EEUU a Cuba, el canciller se ha mostrado más determinante, y esto, en opinión de Anna Ayuso, investigadora senior para América Latina del Centro de Información y Documentación Internacional de Barcelona, es un síntoma de que se aproximan las elecciones.
El canciller parece claro en su postura, y antes no era así. De hecho, tanto Ledezma como Leopoldo López padre le criticaron, a él y a Pedro Sánchez, la ambigüedad con la que el Gobierno abordó la crisis venezolana.