Redacción (ALN).- Las cejas son el marco del rostro y, según el diseño y la tonalidad, pueden endurecer o suavizar la mirada y, por ende, avejentar o rejuvenecer la imagen.
Si bien en los últimos años la técnica del microblading cobró popularidad entre quienes deseaban rellenar las cejas, ahora una de las tendencias para obtener un look más natural y jovial es la remoción de esa tintura.
La experta en belleza, colorimetría y artista del maquillaje, Mily Ajo, habló sobre algunas técnicas acerca de la remoción con láser así como otros tantos tratamientos.
“Si hay una sobresaturación de color por procesos anteriores, se recomienda remoción antes de hacer un nuevo diseño, cualquier otro trabajo sea cual sea la técnica pero que lleve pigmento, porque veremos más pelo. Y esto ocurre por dos cosas principales: la materia prima del pigmento, ya sea carbón, óxido de hierro o metales, están ahí debajo de la piel, donde vive el folículo piloso que a veces se obstruye, ya sea porque se aplicó una profundidad mayor de la que se debía o por mucha sobresaturación de pigmento por un trabajo tras otro sin eliminar color. Y eso, sobre todo, debilita el folículo, lo vemos en trabajos de máquina muy profundos. También comenzamos a ver más pelo, porque al remover ese pigmento, los folículos empiezan a despertar, a producir pelo otra vez. Además, al haber menos color, hay más visibilidad del pelo”, explicó.
La especialista en láser clínico médico indicó quienes serían candidatas a la remoción.
“Alguien que se haya hecho las cejas y no quiere decir que le hayan hecho un mal procedimiento, puede que haya salido bien pero que tengan varios trabajos encima de otro. Yo, por ejemplo, tengo clientas de seis años que ya a estas alturas ya tienen restos de color. Y es importante normalizarlo, en un par de años llegaremos a un punto en el que será normal retirar pigmentos antes de continuar agregando nuevos”, dijo.
“Pero también aplica a quienes le hayan trabajado con una técnica antigua, que ya no se esté llevando, o que tengan un diseño asimétrico, que muestren error de diseño, un mal procedimiento, cejas desiguales, experimentos con una oxidación no deseada, porque el color oxidó en un tono verde, rojo, azul o amarillo, todo eso requiere remoción. Hay diferentes tipos de remoción en dependencia en el color que se tiene”, añadió.
Síguenos en nuestro canal de Telegram aquíAsimismo, recalcó la importancia de ponerse en manos de un profesional con conocimientos en la materia a la hora de aplicar y retocar el color.
“Si se hicieron por primera vez un microbladding, sombreado o tatuaje, lo que se hayan hecho, y ahora las moléculas de color están separadas, porque se van separando, es importante el retoque anual. Si perdiste el rojo en la composición, yo te agrego rojo y así equilibré ese color. Por eso tengo clientas a quienes no hay que hacerle remoción, porque de manera consciente yo no le agregué la misma molécula que prevaleció. Si el negro prevalece, no agrego negro, sino amarillo y rojo, voy equilibrando. Pero para eso hace falta un conocimiento profundo en pigmentación y colorimetría. La mayoría de las personas que aprenden a micropigmentar no desarrollan estudios en esto. Y es importantísimo saber no solo poner pigmento en la piel, sino qué pasa con ese pigmento con el paso del tiempo y cómo seguir tratándolo cada año”, expuso.
Otras recomendaciones a la hora de someterse a nuevas técnicas
La especialista recomienda esperar antes de someterse a nuevas técnicas para embellecer las cejas.
“Lo más importante es cuidar la piel, más que cualquier otra cosa. Entre un procedimiento y otro, por ley debería esperarse cuatro semanas, nosotros recomendamos dar seis, porque hay pieles más finas que otras, así como hay pieles que se regeneran más rápido. Entonces para evitar que duela, sangre o que no se retenga, siempre esperamos seis semanas entre la remoción y el nuevo diseño”, dijo.
En cuanto a escoger el nuevo diseño, sugiere optar por una técnica adecuada más allá de lo que pueda estar a la moda.
Con información de Diario Las Américas