Daniel Gómez (ALN).- No es una frase de laboratorio. No es una estrategia comunicativa. Es un grito de protesta. De hartazgo. Y también de cohesión. De camaradería. Por la causa venezolana. Por el éxodo. Y por la libertad. Porque de una vez por todas se vayan el chavismo y sus miserias. ¿Sabe cuál es ese grito?
– Maduro…
– ¡Coño’e tu madre!
No es una frase cualquiera para los venezolanos. Es un grito que lo representa todo. El hartazgo por la crisis, por la violencia, por la escasez, por el éxodo, por la libertad, por la esperanza…
“Es un grito de guerra”, coinciden en entrevista con ALnavío los analistas Max Römer, doctor en Ciencias de la Información por la Universidad de la Laguna, y asesor del político venezolano Henrique Capriles en 2008; y Nelson Rivera, escritor, experto en comunicación política, y articulista de este diario.
“Es un grito de guerra y también de complicidad. La gente ha perdido la vergüenza. Porque hay un anonimato provocado por la masa, y porque la gente se siente empoderada por Juan Guaidó. Un líder que emergió de la nada, que hace mes y medio era un diputado más. Y que de repente aparece como un salvador, responsable, con un plan. El pueblo lo abandera, lo respalda y le responde”, dice Römer.
Este martes esta muestra de “camaradería”, como la nombra el analista, quedó reflejada. El acontecimiento se produjo en la marcha por la juventud en Caracas. En el instante en que el presidente encargado usó la astucia y habló de Maduro sin nombrarlo.
“No lo menciono porque la respuesta es contundente”, dijo Guardó burlón, y en cierto modo desafiante. Entonces la gente se lo pidió. “¡Dilo! ¡Dilo!”, clamaban. Y Guaidó lo dijo. “Maduro…”. Ya saben la respuesta.
Este grito de protesta se cocinó en la calle. Es imposible dar con el germen. Pero desde 2015 se localizan vídeos en los que ciudadanos cualquiera, molestos por la falta de alimentos, por la inflación, por la escasez, claman contra el gobierno diciendo “Maduro, coño’e tu madre”. Y eso genera unidad.
“Es un grito de guerra y de cohesión. De que todos somos uno y estamos unidos. Defendemos, resistimos y sobrevivimos juntos, pero también atacamos juntos”, puntualiza Rivera.
Este analista menciona que en Grecia y Roma los ejércitos ya tenían gritos de unidad. En el deporte también son comunes. Llamados a la batalla como el “Nkosi Sikelele Afrika [en español, “Dios bendiga a África]” con el que la Sudáfrica de Nelson Mandela se impuso, en el marcador y en lo moral, a la todopoderosa Nueva Zelanda y a su temida haka en la final de la Copa Mundial de Rugby allá por 1995.
¿Es un insulto a Maduro?
El grito contra Nicolás Maduro tiene sus peculiaridades. Lo primero es apuntar que “coño’e tu madre”, dicho con furia, es un insulto. De los más graves que puede haber en Venezuela.
Nelson Rivera: “Es un grito de guerra y de cohesión. De que todos somos uno y estamos unidos. Defendemos, resistimos y sobrevivimos juntos, pero también atacamos juntos”, puntualiza Rivera
“Es lo que allá se conoce como una mentada de madre. Es decir, mentar, nombrar a la madre. Y eso en Venezuela es lo peor que hay. Tan horrible es que esa frase dicha para herir puede romper una amistad o provocar una pelea”, explica Römer.
No obstante, matiza Rivera que “coño’e tu madre” no es necesariamente un insulto. “Es una expresión polisemántica. Tiene varios significados y se puede entender como un elogio cuando se habla entre amigos, por ejemplo, se le dice a uno que le tocó la lotería: ‘Coño’e madre, te ganaste 500.000 euros’”, explica el analista mientras entona la última oración con tono amistoso, dejando claro que dicha expresión también puede ser un elogio.
Pero, ¿cuál es el significado cuando se grita contra Maduro? Más que un insulto, o una muestra de odio, los analistas lo entienden como un reflejo de hartazgo, así como un llamado de camaradería. “Es una expresión de la población que se opone a Maduro. Harta de que la manipulen, de que le mientan. Le están diciendo ‘vete de aquí’”, explica Römer.
¿Cuándo se popularizó la expresión?
Si los primeros gérmenes datan de 2015, fue en 2017 cuando la expresión se hizo viral. Se convirtió en un fenómeno de redes, pero a pequeña escala. En YouTube los primeros montajes tuvieron como protagonista a Bart, el niño travieso de Los Simpson.
Bart coloca una serie de megáfonos en fila, creando así un micrófono superpotente. Entonces, desde una ventana, se dispone a dar un mensaje que retumbe en toda la ciudad. Y así ocurrió. Tan potente fue el grito que ni los cristales de las casas resistieron. ¿Y adivinen cuál fue el grito que entonó Bart en el vídeo? “Maduro…”.
En 2017 se localizan los primeros montajes, y también los primeros usos comerciales de la frase. El portal de venta online Redbubble publicó ese año sus primeras camisetas con el grito de protesta impreso. Ahora se siguen vendiendo en otras muchas webs, y en otros muchos formatos. Hay hasta tazas de café con la expresión.
La frase también da nombre a un restaurante en Buenos Aires. “Hemos sido noticia, y evidentemente ha sido muy concurrido. Nuestro público es mayormente venezolano, y en muchas ocasiones hacemos show en torno a ese grito”, explican a ALnavío desde el local.
“Maduro, coño’e tu madre” también se coló en una actuación de Reymar Perdomo. Esta cantante venezolana fue la que compuso el himno del éxodo: Me fui. Perdomo huyó del régimen, al igual que han hecho tres millones de venezolanos. Gente que ha llegado a todos los lugares del mundo. Que protagoniza movilizaciones como las que está habiendo en Madrid desde que el 23 de enero de 2019 estalló el fenómeno Guaidó.
En Madrid, al igual que ocurre en Ciudad de México, en Miami, Quito, Lima y Bogotá, en las manifestaciones contra Maduro resuena un grito. De guerra, rabia, lucha y esperanza. Un grito que se convirtió en un fenómeno global. Por el impacto de las redes sociales, y por el éxodo. El más masivo que se recuerda.
¿Cuál es el mérito de Guaidó?
Si se vuelve a lo que ocurrió el martes, con Guaidó generando expectativa, creando un reto que en las redes se llama Maduro Challenge y que tiene multitud de montajes, uno de los más curiosos, el que tiene a Freddie Mercury como protagonista, se llega a la conclusión de que no es algo de laboratorio.
“¿Se pactó en una reunión que Guaidó dijera lo de Maduro? No. Creo que esto surge de la astucia del propio Guaidó. Es un líder que conecta con la gente, que se mueve por las redes sociales, y que sabe detectar la oportunidad. Viene de una familia numerosa y quizá eso explique su sentido de la oportunidad, para hablar, y para hacer lo que toca en el momento justo”, apunta un asesor del mandatario a ALnavío.
Respecto a este punto, agrega Römer que, en este caso, a Guaidó hay que verlo como un desinhibidor. Porque empodera a la gente. Y las convierte en masa. En uno solo. Y eso les permite cargar contra Maduro.
Otra genialidad del trending topic #MADUROCONOETUMADRE pic.twitter.com/hPeA8KnC6O
— ana julia jatar (@anajuljatar) 13 de febrero de 2019
Desde la agencia de comunicación e imagen Bulla Estudio, afincada en España, también han hecho seguimiento del tema. Sin conocer las peculiaridades de los venezolanos, y viendo el “Maduro, coño’e tu madre” desde un punto más aséptico, reconocen a ALnavío que la expresión tiene empuje.
“Tiene punch. Quien haya visto la serie Narcos puede equipar este caso al impacto que tuvo el ‘hijoeputa’ que siempre repetía Pablo Escobar. Vemos que son expresiones con un estímulo comunicativo”, comentan desde la agencia.
Que la expresión tiene empuje es innegable. Ahí están los miles de memes en las redes. Los miles de vídeos en YouTube. Y los miles de personas que, unidas, protestando por la libertad en Caracas, Madrid y Ciudad de México, le dicen a Maduro que se vaya a través de este grito.
“No recuerdo en la historia de la democracia venezolana un fenómeno como este. Tan masificado. Es una estructura de llamado-respuesta que viene de la calle y que ha calado como nunca. Ni siquiera el chavismo, que trató de implantar el ‘Chávez vivo, la patria sigue’, pudo con algo así”, explica Rivera.
Así es este grito de guerra que se convirtió en un universal. Una protesta imparable que comenzó en un lugar cualquiera. Que luego se repitió y repitió. Como queja. Como disgusto. Que más tarde, con el éxodo, migró a otros rincones del planeta. Y finalmente la astucia de un político, así como el altavoz infinito de internet, convierten un insulto -a veces elogio- en un himno de guerra. De unidad. De libertad.