Redacción (ALN).- Ángel Mendoza Zabala, un periodista venezolano que reside en Lima desde 2019, se enteró de los acontecimientos políticos en Perú durante una consulta clínica. Esperaba que, como en su país, cuando ocurrieron intentos de derrocamientos políticos, la cotidianidad quedara en suspenso y que alguien le notificara que su cita médica quedaba suspendida. No fue así.
“Asocio la parte de golpe de Estado con olor a pólvora, compras nerviosas y con encerrarse en la casa. Salí a comprar cosas porque me sonaba a crisis larga, pero no fue así. Había tráfico, transporte público, trabajo” en las calles de la capital, describió.
Mendoza Zabala, editor de Publimetro Perú y escritor eventual de piezas de mercadeo, precisa detalles sobre el devenir político de su actual país de residencia que dan cuenta de cuán bien enterado está de los contrapoderes de las instituciones del Estado, la influencia de la prensa y los sobresaltos que ha experimentado el poder ejecutivo en los últimos años.
“Si hay una cosa que me sorprende de la política peruana es la celeridad que tienen para cambiar presidentes. Son muy nórdicos, lo hacen sin trauma, prácticamente”, manifiesta al referirse a una nación que ha tenido seis jefes de gobierno desde 2016.
Después de que, en cuestión de horas, el expresidente Pedro Castillo anunció la disolución del Congreso y un gobierno de excepción, declararon su vacancia, lo arrestaron y juramentaron a Dina Boluarte como nueva presidenta, el joven periodista no deja de expresar su sorpresa.
“Impacta el desarrollo tan rápido de los acontecimientos y la imparcialidad de las instituciones, si bien puede gustar o no la decisión del Tribunal Constitucional”, que catalogó la decisión de Castillo como un intento de golpe de Estado en Perú, observa.
A pesar de las protestas recientes, dice que el país “sigue su rumbo”, sin “parálisis”.
De un “país en crisis a otro país en crisis”
Desde que el periodista venezolano Ayatola Núñez está en Perú, cuando aún estaba Pedro Pablo Kuczynski en el poder, ha conocido la inestabilidad política de ese país: ha vivido bajo el mandato de seis presidentes en cinco años.
En Venezuela, conoce a los ex mandatarios por los libros de historia, solo tiene memoria de su vida bajo el gobierno de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, afirma.
Como migrante, Núñez vive la situación con “incertidumbre” y su experiencia en Venezuela le lleva a preocuparse por el impacto que la situación política pueda tener en la economía peruana.
“Ante una eventualidad como esa, lo primero que hacemos los venezolanos es mirar el precio del dólar porque afecta las remesas que podemos mandar a Venezuela”, dice a la Voz de América.
A juicio de Núñez, los venezolanos están “de últimos en la cola”, porque cuando surge una “buena iniciativa gubernamental” que beneficia a los migrantes, “todo se paraliza” y admite que Perú tiene suficientes problemas como para tener que atender “los problemas de los demás”.
En su trabajo no puede utilizar teléfono; se enteró de todos los acontecimientos suscitados en cuestión de horas cuando alguien “se dignó” a encender las noticias.
“Es un poco frustrante porque puede estar ocurriendo un golpe de Estado y la vida sigue. Hay que seguir trabajando, eso es lo que tenemos que hacer”, afirma Núñez, que se ha replanteado su estadía en Perú por la crisis política que pareciera “nunca acabar”.
“Ya yo tenía un pie casi en la selva literalmente cuando cerraron todo eso”, dice.
Impacto indirecto
Para Gustav Brauckmeyer, politólogo especialista en procesos de desarrollo económico en América Latina y director ejecutivo de Equilibrium – Centro para el Desarrollo Económico (Equilibrium CenDE), la inestabilidad política en Perú podría generar algunas dificultades para fomentar políticas públicas “eficientes” e impulsar programas de regularización masivos y procesos de integración socioeconómica.
“Más que un impacto directo, podríamos estar viendo impactos indirectos producto de la inestabilidad en la construcción de soluciones de políticas de largo alcance”, responde a la VOA el director del centro de estudios independiente que promueve el debate sobre temas de interés social y económico en América Latina.
Sin embargo, Brauckmeyer resalta que la mayoría de los venezolanos tienen acceso a procesos de regularización y considera que no habrá un cambio significativo en la política migratoria que afecte de manera negativa a la población venezolana.
“Creemos que se va a tener una continuación de los procesos que se están llevando a cabo siempre y cuando esto se permitan producto de las capacidades técnicas de los actores involucrados en los ministerios pertinentes. Si la Superintendencia Nacional de Migraciones mantiene una estructura similar, creemos que eso va a permitir que esto siga andando”, estima.
De los poco más de siete millones de venezolanos refugiados y migrantes en el mundo, según la más reciente actualización de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela, más de 1,4 millones se encuentran en Perú, el país con más venezolanos después de Colombia.