Juan Carlos Zapata / Daniel Gómez (ALN).- En las negociaciones de Barbados el informe Bachelet no es un fantasma. El documento que enseña al mundo cómo el régimen de Nicolás Maduro persigue, reprime y tortura a la oposición, impacta el desarrollo de los encuentros, que este miércoles van para un tercer día. Como dice al diario ALnavío una fuente de la Cancillería de Maduro, el informe es un elemento de presión para que haya resultados hoy mismo. La fuente dice también que, aunque el régimen critique el informe Bachelet y diga que su contenido es falso, los negociadores de Maduro saben que lo que expone el documento es verdad. De hecho, piensan que pudo ser incluso peor.
Hermetismo absoluto en Barbados. La información no se filtra. Lo cual es un síntoma de que se discute a conciencia, y a conciencia se quiere arribar a resultados, a acuerdos. Se sabe, eso sí, como lo adelantó en exclusiva el diario ALnavío, que la agenda la copan 6 puntos. Están sobre la mesa, y sobre ellos se esperan anuncios. Son los puntos en los que se avanzó en Oslo y fueron a consulta en Caracas, y ahora son objeto de una dinámica más concreta.
El único que quisiera romper la cadena de silencio es Nicolás Maduro. A Maduro le picó la lengua el lunes y dijo que los reportes recibidos son “auspiciosos”, prometedores. Juan Guaidó rebajó el optimismo de Maduro este martes. Declaró que hubo avances, pero insistió en que la negociación es sólo una de las soluciones que baraja.
“En un solo mecanismo no confío”, dijo Guaidó. “Tenemos hoy las condiciones para lograr construir una salida a la crisis. Claro que hay avances, hemos construido las capacidades”.
Estos son los seis puntos:
– Elecciones con nuevo Consejo Nacional Electoral.
– Cese de la Asamblea Nacional Constituyente.
– Reincorporación del chavismo a la Asamblea Nacional.
– Elecciones en un año, incluso menos.
– Levantamiento de sanciones que afectan a la economía.
– Elecciones con o sin Nicolás Maduro como candidato.
Efectivamente, las negociaciones avanzan. Habrá una tercera jornada este miércoles. Esta ronda es más larga que las registradas en Oslo, que duraron dos días. Pero, la situación lo amerita, pues como adelantó el diario ALnavío, la discusión ya entró en el terreno de lo concreto. ¿Se esperan resultados de Barbados? Se esperan.
No es que se vayan a resolver los seis puntos en discusión. Sobre algunos habrá anuncios, y se supone, los que tienen que ver con el regreso de los diputados chavistas a la Asamblea Nacional con el fin de normalizar el foro parlamentario. O sobre la designación y tiempo para un nuevo Consejo Electoral, que allane el camino para unas nuevas elecciones, aunque la fecha de estas aún no se fije. Es que hay puntos que ameritan una mayor carpintería, o que dependen de cómo se vayan desarrollando los acuerdos previos.
Además, la norma de Noruega, el facilitador de la negociación, es que no se anuncie nada hasta que esté 100% acordado por ambas partes. Y firmado. También se firman, aunque no se hagan públicos, todos los avances realizados. Ello para que cuando se retomen las negociaciones no se vuelva a un punto previo. Para que iniciar ronda no suponga dar un paso atrás.
Pero en el escenario de Barbados hay un nuevo elemento que puede apurar los resultados. Y es el informe Bachelet. Y es que de las pocas filtraciones se conoció lo siguiente: Una fuente de la Cancillería de Maduro, una fuente conocedora de las conversaciones, que trabaja con el ministro Jorge Arreaza, miembro del equipo negociador, dijo al diario ALnavío que el informe sobre Venezuela de Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, constituye un elemento de presión.
El informe Bachelet le explica al mundo cómo funciona la maquinaria represiva de Maduro
La fuente, de todo crédito, dice que un documento como este -en el que se denuncia al régimen por perseguir, reprimir y torturar a la oposición, por tener “escuadrones de la muerte”, por atentar contra todos los derechos y libertades fundamentales, recogidos en la carta de la ONU- “puede apurar” resultados en las negociaciones.
Pese a las críticas del régimen, los negociadores de Maduro saben que lo dicho en el informe es cierto. Saben que el informe incluso pudo ser peor. Lo dice la fuente.
Agrega la fuente que, con este retrato que presenta la ONU sobre Venezuela, la soledad del régimen se agudiza. “Venezuela está sola”, dice. Y esta soledad es especialmente relevante para lo que viene. El 17 de septiembre tendrá lugar la Asamblea General de Naciones Unidas. Presidentes, altos representantes, cancilleres y diplomáticos se verán las caras en Nueva York, y si la cosa continúa como está, si el régimen no avanza, Venezuela, su crisis, el régimen, seguirán siendo el tema. Y en peor exposición.
Por eso la fuente dice que con el informe Bachelet, Maduro queda expuesto. Y eso ayuda al equipo de Guaidó. De un Guaidó que ha dicho que ha aprovechado el informe para seguir presionando. Y esa es la línea que llega a Barbados.
Por tanto, se puede decir que el informe Bachelet llegó en el momento oportuno. Justo antes de que se retomaran las negociaciones. Justo a tiempo para que la delegación de Guaidó tuviera un firme argumento para presionar a un régimen que les persigue y les tortura, como bien dijo la ONU.
Además, a la Asamblea Nacional le sirve el documento para seguir presionando, viendo el escenario a futuro. El informe Bachelet será presentado por la Asamblea Nacional en la Corte Penal Internacional para que se juzgue si esas violaciones a los derechos humanos son crímenes lesa humanidad.
Maduro presiona para el levantamiento de sanciones
Por su parte, Maduro presiona por un punto clave. Las sanciones. Siempre lo dice Juan Guaidó. El país no tiene más tiempo. Maduro, aunque no lo diga, también lo sabe. Por eso el equipo de Maduro en Barbados presiona para que le levanten las sanciones. El diario ALnavío pudo saber que los delegados de Maduro son insistentes en este punto.
Se refieren a las sanciones que afectan al funcionamiento de la economía, las que limitan sus negocios petroleros y mineros. El chavismo quiere una flexibilización de las penas internacionales para que la economía se mueva, y, si finalmente hay elecciones, ir a estas en mejores condiciones.