Juan Carlos Zapata (ALN).- El lunes fue la recepción, en Viena. La cual sirvió para medir fuerzas entre Guaidó y Maduro. En otro terreno. En el campo diplomático. Este lunes se celebró la toma de posesión para un nuevo periodo de Sebastián Kurz, canciller de Austria. Y allí estaban los embajadores de Guaidó y Maduro.
En la cuenta de Twitter Embajada de Venezuela Austria, manejada por el equipo de Jesse Chacón, se publica que el embajador de Nicolás Maduro acreditado en Viena asistió a la ceremonia de inicio del nuevo gobierno de Austria, “ofrecida al Cuerpo Diplomático por parte del canciller Sebastian Kurz y el ministro Alexander Schalleberq como parte de la continua cooperación bilateral Austria-Venezuela”. La fotografía muestra al Canciller y al grupo de embajadores. En cambio, no se publica la foto de protocolo que Jesse Chacón se tomó con Kurz. Tampoco lo hace Jesse Chacón en su cuenta personal. ¿Por qué?
Pero la foto existe. Como existen las fotos que por su parte se tomó William Dávila, embajador de Juan Guaidó, con Kurz, con el ministro de Exteriores, Schalleberq, y con otras autoridades de Austria y embajadores como el de Estados Unidos, Trevor Traina. ¿Cómo fueron esos momentos? Un embajador por allá y otro por acá. Uno que representa a un presidente, Guaidó, reconocido por el gobierno de Austria, y el otro que representa a Maduro, no reconocido como mandatario, pero que aún mantiene representación.
Este lunes 27 en la mañana, por la misma puerta entraron Jesse Chacón y William Dávila, como uno a uno entraron al recinto los miembros del cuerpo diplomático acreditado en Viena. Era pasar y era tomarse la foto. Pero ese momento fue para Jesse Chacón solo el instante justo y requerido para la “instantánea” protocolar, sin estrecharse la mano en la despedida. Después se perdió entre los asistentes, siendo acogido por la embajadora de Cuba que intentaba introducirlo en algunos grupos.
Este lunes 27 en la mañana, por la misma puerta entraron Jesse Chacón y William Dávila, como uno a uno entraron al recinto los miembros del cuerpo diplomático acreditado en Viena. Era pasar y era tomarse la foto. Pero ese momento fue para Jesse Chacón solo el instante justo y requerido para la “instantánea” protocolar, sin estrecharse la mano en la despedida. Después se perdió entre los asistentes, siendo acogido por la embajadora de Cuba que intentaba introducirlo en algunos grupos.
En cambio, a Dávila lo retuvo el Canciller. Ya Dávila llevaba ventaja en el pulso con Chacón. Porque el 24 de enero, en Davos, el canciller Kurz se había reunido con Guaidó a quien le reafirmó el compromiso personal y el de Austria a la causa por la recuperación democrática de Venezuela. Y este encuentro Guaidó-Kurz, le brindó la oportunidad a Dávila de que el Canciller lo recibiera con gestos más decididos, al punto de extender el saludo protocolar y el de la fotografía. Porque el Canciller entonces volvió a hablar de Guaidó. Preguntó por Guaidó. Y dijo que le había gustado la reunión sostenida en Davos. Allí, Kurz volvió a ratificar que contaran con él.
El pulso iba a seguir y también a favor de William Dávila. Ya que mientras a Jesse Chacón seguía amparado por la embajadora de Cuba, a Dávila lo arropaban los representantes del Grupo de Lima, de América Latina y Canadá, los de Europa, el de Reino Unido, y el de Estados Unidos, entre otros. Más tarde, con la recepción en desarrollo, Kurz llamó a Dávila y al embajador de los Estados Unidos, y de allí la foto en la que aparecen los cuatro. Una foto que comprende otra simbología, tratándose de que este formato de inicio de legislatura es la primera vez que se realiza, pues el tradicional, al que convoca el Presidente de Austria, sigue manteniéndose y ya había sido celebrado tres semanas antes. Se puede destacar que quizá esta sea la primera vez que un jefe de gobierno recibe a uno de los embajadores de Guaidó.