Daniel Gómez (ALN).- Perú quiere digitalizar la acuicultura. De ahí que se alíe con el BID, que le acaba de prestar dos millones de dólares, y con la firma japonesa Umitron, especializada en internet de las cosas. Esta tecnología es la clave de todo.
¿Qué tiene que ver la cría de truchas con el IoT? Estas son las siglas en inglés del internet de las cosas, la tecnología que todo lo conecta. Hasta las piscifactorías del Lago Titicaca.
A este lago se le conoce por muchos motivos. Porque es la frontera natural entre Perú y Bolivia. Porque es el lago navegable más alto del mundo. Porque en las profundidades alberga las ruinas de las culturas tiahuanacota e inca. Y porque de eso quieren hacer un museo.
Quizá lo menos conocido del Lago Titicaca es que es un gran criadero de peces. Sobre todo, de trucha arcoíris, un pescado muy consumido en el mundo y con un potencial de negocio enorme.
Perú lo sabe, y con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), logró un préstamo de dos millones de dólares para mejorar los ingresos y productividad de los acuicultores en el lago.
Enfocará el financiamiento la Cooperativa de Ahorro y Crédito Abaco de Perú, la subsidiaria Piscifactorías de los Andes se encargará del desarrollo del proyecto, y la tecnología la pondrá la firma japonesa Umitron.
La idea del BID es que los criadores de trucha incorporen el internet de las cosas en sus procesos. El IoT permite tenerlo todo conectado con sensores inteligentes que miden hasta la cantidad de truchas que hay en la piscifactoría.
Un museo bajo las aguas en el lago más cerca del cielo
Con el IoT también se pueden mejorar los procesos de inventariado y la calidad del agua. Esto último algo clave, porque cualquier atisbo de contaminación puede echar a perder la cría de truchas.
En América Latina, sobre todo en Chile, conocen de primera mano el problema de las mareas rojas. La proliferación de una o distintas microalgas en cualquier cuerpo de agua que, además, tiene un efecto nocivo en otro organismo.
Con la tecnología suministrada por Umitron se mitigará el riesgo de expansión de microalgas contaminantes pues la exposición quedará controlada. El acuerdo del BID también formará a los acuicultores peruanos para que se manejen con estos nuevos sistemas.
El reto de la acuicultura en Perú
Cabe recordar que uno de los compromisos de las Naciones Unidas al que se sumó Perú es el de evitar que las labores de producción alimenticias en países emergentes causen más daños al planeta.
En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que la producción pesquera a través de la acuicultura en América Latina crecerá de casi tres millones de toneladas en estos momentos, a cuatro millones de toneladas en 2030.
Quizá lo menos conocido del Lago Titicaca es que es un gran criadero de trucha arcoíris, un pescado con un potencial de negocio enorme
En el caso de Perú, la FAO prevé que el incremento pasará de las 100.000 toneladas actuales a 221.000 toneladas en 2030. Esto supone un crecimiento que supera el 120%.
Que se duplique la producción es una buena noticia, pero también un problema. Recuerda el BID que la acuicultura enfrenta “serios problemas” en América Latina.
“Si bien las producciones agrícolas y ganaderas en la región han comenzado a emplear soluciones tecnológicas que utilizan datos para optimizar los insumos y mejorar la productividad, la acuicultura se está quedando atrás y sigue utilizando principalmente la experiencia. Esto se debe en parte a que no es sencillo adoptar y adaptar soluciones tecnológicas para trabajar en superficies acuáticas inestables o bajo el agua”.
La consecuencia, agrega el BID, es que el costo del alimento aumenta. El precio de los ingredientes se ha triplicado en los últimos 15 años, llegando a representar en algunos casos el 70% del costo total de producción.