Leticia Núñez (ALN).- El país encara el postconflicto con la esperanza de atraer más inversión extranjera para su estabilidad y desarrollo. Su embajador ve “mucho apetito” en las firmas de España e Indra lo confirma: “Hemos estado en las buenas y en las no tan buenas y ahora es un país lleno de oportunidades”. Colombia está en plena construcción… de sí misma. Desde la firma de la paz con la guerrilla de las FARC, es tierra de esperanza. Social, económica y cultural. Así lo defiende su embajador en España, Alberto Furmanski. “Ofrecemos seguridad, tranquilidad y generamos oportunidades”, aseguró durante el debate “Colombia, retos y oportunidades de inversión para los próximos 10 años”, celebrado en Casa de América. “Es un país en periodo de transición, estamos yendo de bien hacia mejor, con las dificultades propias de un país en desarrollo, pero con elementos que nos permiten mirar al futuro con optimismo”.
Las grandes promesas con las que llegó cargado 2017 tendrán ahora que concretarse. Justo en el año en que las previsiones macroeconómicas apuntan a una bajada de su crecimiento, aunque sin los fantasmas de la recesión, y en el que comenzará la campaña electoral de las presidenciales que se celebrarán en mayo de 2018.
Con el punto y final a los 52 años que duró la disputa armada, Colombia encara el posconflicto con la esperanza de atraer más inversión extranjera y turistas y de que éstos sean un acicate para su estabilidad y desarrollo. Y aquí, el capítulo de oportunidades es extenso. “Hemos tratado de ser responsables y seguiremos siéndolo. Hemos buscado dar seguridad jurídica a inversores nacionales y extranjeros”, apuntó Furmanski, señalando también que se han creado cuatro millones de empleos y que, en la actualidad, la salud tiene una cobertura universal.
Estamos ejecutando el plan de infraestructuras más ambicioso de toda América Latina”, aseguró Furmanski
Además, para convertir los buenos augurios en realidades, la Agencia Nacional de Infraestructuras espera contar, como adelantó el periódico El País, con un presupuesto de 2.300 millones dólares (aproximadamente 2.158 millones de euros), más del doble de lo invertido en el 2010, cuando Juan Manuel Santos llegó a la Presidencia. “Estamos ejecutando el plan de infraestructuras más ambicioso de toda América Latina. La paz, que nos beneficia a todos, va a beneficiar especialmente a las personas y territorios donde el conflicto fue más fuerte”, aseguró Furmanski.
Indra, más de 20 años en Colombia
Buena muestra de ello puede dar Indra. La empresa española de tecnología lleva presente más de 20 años en el país latinoamericano, desde 1995. “Llevamos mucho tiempo, hemos estado en las buenas y en las no tan buenas y ahora es un país lleno de retos y oportunidades”, manifestó Jesús López Sánchez, miembro de la Dirección General de España y América de Indra, en el debate de Casa de América.
“Vamos de bien hacia mejor”, dijo el embajador de Colombia / Flickr: Casa de América
La firma ha llegado a tener un equipo de 2.000 trabajadores, siendo casi la totalidad de la plantilla nacionales de Colombia. López destacó el centro de ciberseguridad que tienen en Bogotá y Pereira, su gestión del 95% del tráfico aéreo del país, y la consolidación y divulgación que hacen de los resultados electorales: “En unas elecciones ofrecimos los resultados de la primera vuelta en solo 63 minutos y los de la segunda en 45”. “Nuestro objetivo siempre ha sido ser el aliado estratégico para desarrollar la tecnología allí”, comentó.
Otra empresa que sabe lo que es trabajar en Colombia es Acciona. Llegaron en los años 80 como Familia Entrecanales con una actividad meramente constructora. “Muchos ciudadanos recordarán la presa de Santa Rita o el metro de Medellín”, señaló Jesús Alcázar, director general del Área Latinoamérica. Después, coincidiendo con el boom de la construcción en España, redujeron su presencia y una vez que estalló la burbuja inmobiliaria, regresaron. “Nuestra vuelta a Colombia se produjo después de un cambio de estrategia en el que se decidió potenciar América Latina, que supone casi un tercio de la cartera de la constructora”, agregó Alcázar.
Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas. El director general de Acciona para Latinoamérica destacó como trabas algunos problemas con los cobros y la relación sindical: “Recuerdo un proyecto en el que había unas obligaciones que decían que había que contratar a personas del municipio concreto en el que estábamos trabajando. Era una obra que se desarrollaba en cinco localidades. Las gestiones fueron muy difíciles. Nos llegaron a boicotear porque si nos íbamos de ese municipio perdían su trabajo”.
“Muchísimo apetito”
Al margen de las trabas, desde Cintra, perteneciente al Grupo Ferrovial, destacaron el esfuerzo de Colombia para adaptarse a los estándares internacionales. “Ahora mismo nos sentimos más cómodos para invertir a largo plazo”, declaró Juan Alcalá, director de proyectos EU, LATAM y Nuevos Mercados de Cintra. Colombia es el único país de América Latina donde tienen inversiones por la confianza que les genera. “Nuestro negocio es a largo plazo. Recuperamos la rentabilidad de la inversión a 25 o 30 años, por lo que un buen marco regulatorio es fundamental y lo que tenemos delante es un marco muy equilibrado”, zanjó al respecto.
Llevamos mucho tiempo, hemos estado en las buenas y en las no tan buenas y ahora es un país lleno de retos y oportunidades”, señala Indra
Ferrovial, como Acciona, también se fue para luego volver. “La empresa interrumpió su actividad constructora en 2004 y la retomó en 2010. Con el reinicio de la actividad hemos visto mucha mejora. Además, pensamos que el acuerdo de paz va a mejorar muchas zonas”, defendió Alcalá. Hoy ninguna empresa se quiere perder la ola de optimismo que vive Colombia y de la que su embajador presumió: “Vemos reacciones positivas, hay muchísimo apetito”.