(EFE).- Un colaborador del expresidente de la Generalitat catalana Carles Puigdemont buscó apoyo de Rusia para lograr la separación de Cataluña del resto de España, según una investigación publicada este viernes por el diario The New York Times.
El Times cita como fuentes un informe europeo de inteligencia corroborado por funcionarios españoles; expedientes de dos investigaciones realizadas por jueces en Barcelona y Madrid; entrevistas a políticos y activistas independentistas en Cataluña, y funcionarios de seguridad en España y el extranjero.
El diario señala que un alto consejero de Puigdemont, Josep Lluis Alay, se reunió en Moscú con funcionarios rusos, exagentes de inteligencia y el nieto de un espía de la KGB con el objetivo de «garantizar la ayuda rusa» en la lucha independentista, de acuerdo con contenido del reporte europeo, fechado en junio de 2020, en plena escalada del proceso independentista que terminaría el 1 de octubre de 2017 con un referéndum ilegal y una declaración unilateral de independencia.
El reportaje del Times no aclara qué tipo de ayuda ha dado el Kremlin a los separatistas catalanes ni si les ha brindado algún apoyo, pero apunta que tras los viajes de Alay a Moscú, que tuvieron lugar en 2019, surgió el grupo de protesta Tsunami Democràtic.
Un reporte confidencial de la Guardia Civil española obtenido por el diario afirma que Alay estuvo involucrado en la creación de ese grupo de agitación, que interrumpió las operaciones del aeropuerto de Barcelona y bloqueó una autopista, pero el emisario de Puigdemont ha negado cualquier vínculo.
Preguntados por el informe europeo, Alay y Puigdemont han confirmado esos viajes a Moscú que hasta ahora no habían trascendido, pero los han atribuido a un esfuerzo regular de vinculación con funcionarios extranjeros y periodistas.
De acuerdo a los documentos obtenidos por el periódico neoyorquino, para Rusia la vinculación con los separatistas iba en línea con la estrategia del presidente Vladimir Putin para «intentar promover alteraciones en Occidente al apoyar movimientos políticos divisivos», y entre ellos partidos de extrema derecha en España.
Muchos de los funcionarios con los que Alay se reunió en Moscú están involucrados en una «guerra híbrida del Kremlin contra Occidente» que emplea «propaganda, desinformación, financiación secreta, movimientos políticos desestabilizadores, ataques informáticos y fugas de información» para «erosionar» a los adversarios del Gobierno ruso, dice el periódico.
Entre los detalles del documento europeo se divulga que Alay buscó «asistencia técnica y financiera de Rusia» junto al empresario Alexander Dmitrenko -que está casado con una mujer catalana- «para la creación de sectores bancario, energético y de telecomunicaciones separados de España».
Alay y Dmitrenko, junto con el abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, supuestamente también consultaron a un líder de un grupo criminal ruso violento en un «intento por establecer un conducto secreto de dinero para financiar sus actividades».
Además, una extensa transcripción secreta de mensajes de texto incluida en uno de los expedientes de pesquisas realizadas por magistrados y revisada por el Times muestra «el esfuerzo coordinado por Alay y otras personas del círculo de Puigdemont por cultivar lazos con rusos vinculados a la comunidad de inteligencia del país», dice la nota.
En esos mensajes, extraídos del teléfono de Alay a finales del año pasado tras un breve arresto, se menciona que dos de sus principales contactos en Rusia eran un matrimonio de agentes de inteligencia cuya historia ayudó a inspirar «The Americans», un programa televisivo sobre funcionarios de la KGB que trabajan de forma encubierta en EE.UU.
Preguntado por el supuesto acercamiento ruso, el Govern dirigido por Pere Aragonès se distanció de Puigdemont y aseguró que esos viajes a Moscú «no se realizaron en nombre del Gobierno catalán y se llevaron a cabo sin el conocimiento» del actual presidente de la comunidad autónoma.
“Estas personas ni siquiera forman parte del partido del presidente, el cual no tiene conocimiento de las agendas de otros partidos”, agregó el portavoz de Aragonès, Sergi Sabrià.