(EFE).- Un cohete propulsor utilizado por la firma privada SpaceX para lanzar en 2015 el satélite Observatorio Climático del Espacio Profundo (DSCOVR) puede chocar con la Luna en marzo próximo al quedarse sin combustible para su regreso a la Tierra, recogieron este jueves medios nacionales.
El propulsor Falcon 9, que ha estado a la deriva en el espacio desde ese año, puede impactar y dejar un cráter de unos 20 metros en el lado oculto de la Luna el próximo 4 de marzo, señaló el investigador Bill Gray, según recogió la revista especializada de internet Space.com.
Gray, experto en dinámica orbital y responsable de la compañía Proyecto Pluto, dijo que, dada la forma en que se desplaza el cohete de 4 toneladas, resulta muy complicado determinar todavía la ubicación exacta del lugar del impacto.
«En este momento no podemos obtener más datos porque el objeto está bastante cerca del Sol. El 7 y 8 de febrero tendremos una oportunidad de verlo y obtener más datos para determinar mejor» y reducir la incertidumbre, dijo Gray por correo electrónico.
Debido a que el impacto tendrá lugar en la cara oculta de la Luna, el suceso no será visible desde la Tierra.
Pero «precisar su hora y ubicación sigue siendo importante» ya que «podría permitir que las naves espaciales en órbita lunar, como el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO), de la NASA, y el Chandrayaan 2, de la India, estudien el cráter resultante, y, «si tenemos suerte, quizás imaginemos el impacto», agregó.
Se trata de la primera colisión no controlada de un cohete con la Luna, aunque los efectos en su superficie serán menores.
El cohete fue abandonado en órbita hace ahora siete años después de completar la misión en la que puso en órbita un satélite meteorológico espacial.
Era parte del programa de exploración espacial de la firma privada estadounidense SpaceX, propiedad del multimillonario Elon Musk, que, en última instancia, tiene como objetivo que los humanos se instalen en otros planetas.