(EFE).- Un primer grupo de 49 afrikáners (sudafricanos blancos descendientes de colonos neerlandeses) llegó este lunes a Estados Unidos como beneficiario de un controvertido plan impulsado por el presidente Donald Trump, que les reconoce como refugiados al considerar que sufren discriminación racial en Sudáfrica, en un contexto de tensión diplomática entre ambos países.
La llegada de estos solicitantes de asilo ha puesto en el foco la crisis diplomática que atraviesan Washington y Pretoria, desatada el pasado febrero, cuando Trump ordenó la suspensión de la ayuda económica a Sudáfrica.
Entonces, Trump acusó al Gobierno sudafricano de «confiscar» tierras a la minoría afrikáner y de mantener una postura hostil hacia Israel en la Corte Internacional de Justicia.
Éstas son las claves para comprender el contencioso de los refugiados afrikáners:
1. Crisis diplomática.
El desencadenante de la polémica fue una ley de expropiación de tierras promulgada por el Ejecutivo sudafricano a finales de enero, que facilita la expropiación por interés público.
Tras su aprobación, Trump denunció presuntas expropiaciones y violaciones masivas de derechos humanos contra la minoría blanca, lo que motivó la creación de un programa para que afrikáners que aleguen «discriminación racial injusta» puedan solicitar asilo en EE. UU.
2. Población sudafricana blanca.
La medida fue celebrada por algunas organizaciones, como AfriForum, un grupo de presión afrikáner considerado de extrema derecha, aunque otras voces de la población afrikáner rechazaron el bloqueo de ayuda al país y la oferta de refugio.
Según reveló a finales de marzo la Cámara de Comercio Sudafricana en EE. UU. (Saccusa), 67.042 afrikáners expresaron su interés por acogerse al programa.
«Muchos de ellos aludieron a su preocupación por la reforma agraria y por el trato que reciben en el país según su percepción», explicó entonces su presidente, Neil Diamond, quien añadió que la mayoría de los interesados tienen entre 25 y 45 años.
Según los últimos datos oficiales, en Sudáfrica residen unos 4,5 millones de personas blancas, lo que representa aproximadamente el 7,2 % de la población total.
Así, aunque solo un 1,49 % de ese grupo ha manifestado su interés en emigrar a Estados Unidos, la iniciativa ha desatado un debate dentro del país.
3. Reacciones desde Sudáfrica.
Tras la llegada de este primer grupo a EE.UU., el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, rechazó que los afrikáners cumplan con los requisitos para ser considerados refugiados y negó que estén siendo perseguidos.
«Las personas que han sido persuadidas para ir a los Estados Unidos no se ajustan a la definición de refugiados. Un refugiado es alguien que tiene que abandonar su país por temor a la persecución política, persecución religiosa o persecución económica», dijo Ramaphosa.
El ministro sudafricano de Relaciones Internacionales y Cooperación, Ronald Lamola, afirmó que «no existe absolutamente ningún dato que pruebe una persecución contra los sudafricanos blancos o, más específicamente, contra los afrikáners que se dedican a la agricultura».
Sin embargo, AfriForum sostuvo que la partida de los 49 afrikáners era «resultado directo» de su persecución por el Gobierno del país, en concreto del Congreso Nacional Africano (CNA), el mayor partido del Ejecutivo de coalición, que ha dirigido Sudáfrica desde 1994.
Esa organización acusó al «Gobierno dirigido por el ANC» de aplicar «una legislación racial discriminatoria y una normativa racial draconiana».
La Alianza Democrática (DA), segunda fuerza del Gobierno de coalición y principal partido opositor hasta las elecciones del pasado mayo, no se pronunció sobre la partida del grupo ni el programa de Trump, pero sí impugnó la ley de expropiación ante la justicia.
Según la DA, que representa principalmente a la minoría blanca, la normativa es «una grave amenaza» para los derechos de propiedad y la estabilidad económica, y «abre la puerta al abuso de poder al permitir expropiaciones sin compensación de forma indefinida».
La expropiación de tierras -tema muy sensible en Sudáfrica- es vista como una herramienta para remediar la desigualdad racial aún vigente por el régimen segregacionista del ‘apartheid’ (1948-1994), pues, según el último informe gubernamental (2017), más del 72 % de las tierras de cultivo de propiedad privada pertenecen a población blanca.
4. ¿Podrán volver los refugiados?
El portavoz del Ministerio de Relaciones Internacionales sudafricano, Chrispin Phiri, advirtió de que los afrikáners que emigraron bajo estatus de refugiado no podrán volver fácilmente a Sudáfrica ni recibir asistencia consular, ya que iría en contra del derecho internacional y las leyes sobre refugiados.
«No puedes querer tenerlo todo. No puedes irte a EE. UU. por intereses migratorios o económicos y de repente decidir: ‘Extraño el clima de Sudáfrica en diciembre, me gustaría hacer una barbacoa con mis amigos en Pretoria’, y volver. No, no funciona así. Eso es algo que tienes que dejar atrás”, manifestó Piri.
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