Antonio José Chinchetru (ALN).- La expulsión del embajador de España en Venezuela ha abierto la peor crisis diplomática bilateral entre ambos países. Ha arrancado tras cinco años en los que Nicolás Maduro se ha dedicado a insultar de forma constante a Mariano Rajoy, sin obtener nunca una respuesta similar. El mandatario chavista tiene en el presidente del Gobierno español uno de los principales objetivos a la hora de buscar un enemigo externo al que insultar para desviar la atención de los problemas internos o incitar el nacionalismo extremo para movilizar al chavismo.
Nicolás Maduro ha demostrado ser un digno heredero de aquel Hugo Chávez al que el rey Juan Carlos I tuvo que espetar un “¿por qué no te callas?” para que dejara de insultar al expresidente del Gobierno español José María Aznar. Chávez tenía como objetos favoritos de sus ataques a Aznar y a George W. Bush. Su sucesor concentra gran parte de su energía contra el jefe de Estado colombiano, Juan Manuel Santos (Ver más: Los insultos de Nicolás Maduro a Juan Manuel Santos responden al manual básico del dictador), y el presidente de Gobierno español, Mariano Rajoy. Con el tiempo ha ido subiendo el tono de las ofensas dirigidas a Rajoy, sin lograr nunca una réplica similar. Tras cinco años, el mandatario chavista ha dado un paso más y ha expulsado al embajador de España en Venezuela, Jesús Silva Fernández, al que ha declarado persona non grata (Ver más: Venezuela expulsa al embajador español y lo acusa de “injerencias”).
Los insultos de Maduro a Rajoy están muy vinculados a la situación interna venezolana y la reacción internacional a esta. El jefe del Ejecutivo español juega el papel de “enemigo externo” con el que movilizar el nacionalismo a favor del mandatario chavista. Se le presenta siempre como una especie de mano oculta tras cada medida o acción internacional, o incluso tras los movimientos de la oposición venezolana. La colección de insultos hacia Rajoy da para una larga crónica que arranca poco después de la muerte de Hugo Chávez. El argumentario se repite a lo largo de los años, abundan las acusaciones de corrupto, colonialista y racista. El primer episodio ni tan siquiera tuvo que ver con Venezuela.
Evo Morales como excusa
La noche del 2 al 3 de julio de 2013 el avión del boliviano Evo Morales estuvo retenido 12 horas en Viena, debido a que varios países europeos le prohibieron sobrevolar sus territorios o hacer escala en ellos para repostar. Se sospechaba que Edward Snowden estaba a bordo del aparato. El avión pudo despegar y España autorizó que repostara en las Islas Canarias, si bien en un primer momento también había negado esa posibilidad. Maduro culpó de todo lo ocurrido a Rajoy. Cargó contra él en varias ocasiones en los días siguientes:
“¿Qué se cree ese presidente Rajoy, que los sudamericanos somos esclavos de ustedes?”
“El Gobierno de España es infame. Lo que ha hecho el Gobierno de España es infame, pretender revisar el avión de un presidente suramericano. ¿Qué se cree ese presidente Rajoy, que los suramericanos somos esclavos de ustedes?”. Además, advirtió: “Tenemos que evaluar nuestra relación con el gobierno de Mariano Rajoy”.
Dijo: “El colmo de los colmos fue el Gobierno de España. Indigno presidente Rajoy, que pretendió revisar el avión presidencial de Bolivia. Abusador. Ustedes saben, prácticamente nos autoriza. El día que el presidente venga a sobrevolar nuestro espacio aéreo nosotros podríamos bajarlo y revisarle el avión para ver si se trae droga o se trae los euros que se roban del pueblo español”.
El día 20 de ese mismo mes, Maduro volvía a cargar contra el inquilino de La Moncloa (sede del Gobierno español): “La política que gobierna a España es muy corrupta, el señor Rajoy muy corrupto. Es el padrino político y el brazo político de la derecha fascista venezolana”. Respondía así a una gira de varios diputados opositores por Europa y América denunciando que hubo fraude en las elecciones presidenciales.
Todavía estaba muy presente la frialdad con la que Madrid acogió la victoria electoral de Maduro frente a Henrique Capriles el 14 de abril de 2013. España no reconoció los resultados, sobre los que sobrevolaban las sospechas de fraude, de forma inmediata. Además, a la toma de posesión no acudió el entonces Príncipe de Asturias, el actual rey Felipe VI, rompiendo la tradición por la que el heredero al trono representaba a España en ese tipo de ceremonias en América Latina. En su lugar acudió el en aquel momento presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada. Esto fue considerado una ofensa por parte del régimen chavista, que llamó a consultas a su embajador en Madrid.
Acusación de apoyar el terrorismo
En 2014 volvieron a producirse tensiones bilaterales, con insultos del mandatario venezolano al español incluidos. La esposa de Leopoldo López, Lilian Tintori, realizó una gira para denunciar la situación de presidio político de su marido. Rajoy fue una de las personalidades con las que se reunió. El encuentro tuvo lugar en la sede del Partido Popular en lugar del Palacio de La Moncloa en un intento de Rajoy de mostrar que recibía a Tintori en calidad de líder del PP y no como jefe del Ejecutivo.
“Viene usted a alentar desde España, desde Madrid, el terrorismo contra Venezuela”
Maduro ignoró este matiz. En un acto televisado señaló: “Son 522 años de lucha contra el racismo de quienes gobiernan España. Ahí está el presidente Rajoy, abusador, metiéndose en los asuntos internos de Venezuela, cuando sencillamente no tiene moral para hablar de la Venezuela bolivariana. A Venezuela se le respeta, señor Rajoy, ¿me oyó? Vaya a hablar del desastre que usted está haciendo y de la tragedia en España contra el pueblo español. Con mi patria no te metas, Rajoy, Venezuela se respeta, ¿oyó? Bastante paciencia le hemos tenido a gente como usted, de ultraderecha, que viene ahora a apoyar a grupos responsables de la muerte de más de 40 venezolanos, responsables de los ataques terroristas. Viene usted a alentar desde España, desde Madrid, el terrorismo contra Venezuela”.
Continuó: “Le he ordenado al vicepresidente político y canciller, Rafael Ramírez, revisar todas las relaciones con España por este acto inamistoso de injerencismo y de apoyo a los grupos de ultraderecha que ejercen la violencia en Venezuela por parte del señor Rajoy”. En una línea que se repetirá a lo largo de los años, dijo entonces que no opina sobre otros países, incluido España, al tiempo que lo hacía:
“Ustedes saben cómo reprimen al pueblo español, cómo reprimen a la juventud. Cómo reprimen a los pueblos que están buscando por la vía de mejores autonomías un mejor nivel de vida, como el pueblo catalán, el pueblo vasco; cómo los reprimen. Y nosotros calladitos, nunca opino. ¿Cómo voy a opinar? Yo opino de mi patria”. Afirmó que Rajoy “es un tremendo incapaz, que entregó la patria española al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial”.
En un acto en un colegio, ante niños y adultos, Maduro manifestó: “Rajoy, vete a rajar a otro lado. Ya basta. Tenemos que hacernos respetar, porque a nosotros nos ven como los menos. Rajoy cree que es rey todavía, y dueño de América, y nosotros tenemos que obedecerle. Y nos ven por encima del hombro. Nadie nos puede ver por encima del hombro. Nosotros somos un pueblo de dignidad. Nos deben respetar”.
Rajoy: “Yo intento llevarme bien con todo el mundo, pero a mí me gusta la democracia y tengo derecho a que me guste”
La crisis diplomática fue más allá de los insultos de Maduro. El presidente venezolano retiró a su embajador en España. Poco después, en una entrevista con Televisa durante la Cumbre Iberoamericana en Veracruz, le preguntaron a Rajoy sobre sus malas relaciones con el mandatario chavista. La respuesta fue: “Yo intento llevarme bien con todo el mundo, pero a mí me gusta la democracia y tengo derecho a que me guste”.
Contra las Cortes Generales
El Congreso de los Diputados español le amargó a Nicolás Maduro el segundo aniversario de su polémica victoria en las elecciones presidenciales. La Cámara Baja del Legislativo aprobó el 14 de abril de 2015 una proposición no de Ley denunciando la existencia de presos políticos en Venezuela y reclamando su liberación. Maduro respondió con enfado, dedicando casi siete minutos de un programa televisivo emitido desde la casa natal de Simón Bolívar a un discurso con los insultos a Rajoy y las Cortes Generales:
“Yo estoy pensando ir para España, una gira. Y si tuviera la posibilidad hasta proclamarme allá candidato presidencial, porque la oligarquía de España está temblando con la revolución bolivariana. En España sacan más información de Venezuela que de España. ¿Para qué? Para crear miedo, para crear odio; sembrar el miedo y el odio. Hoy el Congreso, las Cortes de España, las Cortes que sacamos de aquí. De aquí salió el hombre, de esta casa salió el gigante que los echó pa’ fuera a ustedes, Cortes españolas, imperio español decadente”.
Continuó: “No se les quita el complejo de considerarnos a nosotros menos, de despreciarnos. Hoy las Cortes tuvieron debate, sobre Venezuela. Yo digo desde aquí, desde la casa de Bolívar, ¿o es que las Cortes de España no tienen otros asuntos más importantes de qué ocuparse en España? ¿O es que a las Cortes de España no les importan los desahuciados que les quitan las viviendas?”. Y siguió con sus insultos: “Está podrida la élite que gobierna España, podrida. Salen gusanos, los gusanos huyen de la pudrición. Saben que los gusanos salen para comerse los restos de lo podrido, aquí los gusanos huyen”.
“Realmente las Cortes de España no saben con quién se están metiendo. Así lo digo, compañeros, y llamo al pueblo a prepararse”
No faltaron amenazas: “Realmente las Cortes de España no saben con quién se están metiendo. Así lo digo, compañeros, y llamo al pueblo a prepararse”. No faltó tampoco el victimismo: “¿Hasta cuándo vamos a aguantar abusos, desprecio, racismo? Rajoy es un rolo de racista. Ah, pero tiene racismo histórico, racismo social. El rajao de Rajoy, que está detrás de todas las maniobras contra Venezuela. Está detrás de todas las jugadas, de todas las asquerosidades contra la patria de Bolívar”.
Maduro amenazó con tomar medidas contra España en todos los terrenos, pero una vez más se limitó a los insultos y a una nueva retirada temporal del embajador en Madrid. El puesto de jefe de la legación diplomática venezolana en la capital española ya se había convertido en un cargo que obligaba a constantes viajes transatlánticos.
Mariano Rajoy, “sicario” y “basurita”
En julio de ese mismo año, Maduro dedicó a Rajoy el epíteto de “sicario” al ser preguntado por el periodista hispano-francés Ignacio Ramonet (indisimulado admirador de Hugo Chávez y Fidel Castro) sobre si la Unión Europea permitiría a Podemos desarrollar su programa.
El Gobierno español protestó ante el embajador venezolano en Madrid. Una televisión, LaSexta, captó poco después las imágenes de una conversación en la que Rajoy preguntaba a su entonces ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, los motivos de ese “tortazo”. No se supo la respuesta. La clave la ofreció poco después el senador del Partido Nacionalista Vasco (PNV) Iñaki Anasagasti. Maduro estaba molesto porque un grupo de miembros del Senado español había viajado a Venezuela para intentar reunirse, sin éxito, con el encarcelado Leopoldo López. El mandatario suramericano ya estaba molesto debido al papel del expresidente del Gobierno español Felipe González en la defensa jurídica de ese mismo preso político.
No sería la última vez en 2015 que el chavista insultaría al inquilino de La Moncloa. Varios diarios internacionales, incluyendo El País de España, publicaron el 1 de diciembre un artículo titulado Venezuela grita libertad. Sus autores eran Mariano Rajoy; el entonces primer ministro británico, David Cameron; el secretario general del Consejo de Europa, Thorbjørn Jagland; y los expresidentes español y chileno Felipe González y Ricardo Lagos. En el texto reclamaban unas “elecciones libres, transparentes y en paz”, en referencia a los comicios parlamentarios del 6 de diciembre, y exigían la liberación de Leopoldo López y “todos los opositores encarcelados”.
“Por ahí salió Rajoy otra vez hoy. Una basurita. Estás de partida Rajoy, estás de partida, chao”
Una vez más, los improperios me Maduro centraron en el jefe del Ejecutivo español. Sólo unas horas después de la publicación del artículo, y en su programa televisivo Contacto con Maduro dijo: “Nosotros no nos metemos con nadie en el mundo, con nadie. Por ahí salió Rajoy otra vez hoy. Una basurita. Estás de partida Rajoy, estás de partida, chao. No vas a sacar ni un voto atacando a Venezuela. El pueblo español te va a decir ‘chao, Rajoy, vete de aquí’. Ahí, mira, que nosotros sabemos bien el futuro”.
Sus dotes como futurólogo no eran tales. Aunque con una importante caída de votos y escaños, el Partido Popular resultaba ganador de las elecciones generales que se celebraban poco después, el 20 de diciembre.
Maduro predice una derrota electoral que no ocurrió
Antes de los comicios, y sólo cuatro días después del “basurita”, Maduro volvía a cargar contra el presidente del Gobierno español y a predecir su derrota electoral. Llegaba incluso a vincularla a su toma de postura sobre el régimen venezolano: “Por allá la derecha madrileña, despreciable y despreciada por su pueblo, cantó victoria antes de tiempo. Rajoy, prepárate. Ay, Rajoy, te vas. Chao, chao, Rajoy, good by, Rajoy. Te metiste con Venezuela y te secaste, Rajoy. ¡Afuera Rajoy! ¡El pueblo de Venezuela te dice go home, Rajoy; go home, Rajoy!”.
“Cada vez hablas de Venezuela te secas, te vas a hacer polvo cósmico”
Insistió en su argumentario habitual: “Rajoy cree que Venezuela es colonia de España”. También dijo: “Imperialista, derecha maltrecha, hace tiempo los echamos. Aparecía Manuel Piar y corrían los Rajoy de entonces”. Continuó: “Rajoy, no te metas más con Venezuela, Rajoy. Cada vez que hablas de Venezuela te secas, te vas a hacer polvo cósmico, Rajoy, y te vas a… Yo ya te veo tu futuro, Rajoy”.
Quien sí perdió unas elecciones parlamentarias en 2015 fue el chavismo, derrotado en las urnas por la oposición. Ya entrado el 2016, el 18 de enero, Rajoy era preguntado sobre Venezuela en una entrevista con Radio Nacional de España. Dijo sobre ese país: “Hay gente que lo está pasando muy, muy mal y lo que cabe exigir a los dirigentes políticos, particularmente a los del régimen, es que conviertan al país en un país libre y democrático como la inmensa mayoría de los del mundo”. Esto molestó al mandatario chavista, que le acusó de tener “una actitud intervencionista, racista y colonialista”.
Las tensiones seguirían a lo largo del año. El 29 de marzo, Rajoy participó en un seminario con motivo del 80 cumpleaños de Mario Vargas Llosa organizado por la Fundación Internacional para la Libertad, presidida por el mismo Nobel de Literatura. Rajoy dijo que “el cambio no será completo en América Latina sin libertad en Venezuela” y expresó su apoyo a los presos políticos. Días antes, el Consejo de Ministros había otorgado la nacionalidad española a los padres de Leopoldo López. La respuesta de Maduro, en una manifestación que tuvo lugar en abril, fue: “Racista te dije Rajoy, colonialista te dije Rajoy, basura corrupta te dije Rajoy, basura colonialista. A Venezuela se le respeta, este es el pueblo de Simón Bolívar”.
Rajoy, “detrás de una campaña internacional”
A finales de mayo volvieron los insultos. Ocurrió después de que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, viajara a Venezuela y de que el Gobierno de Rajoy incluyera los intereses españoles en ese país dentro de la agenda de seguridad nacional. España se acercaba a unas nuevas elecciones generales, y Maduro lanzaba en un acto con estudiantes una peculiar propuesta: “Si ustedes quieren debatir vengan para acá, Rajoy, cobarde, ven para Venezuela, y hacemos el debate presidencial y participo yo. De repente me lanzo y gano las elecciones en España”. También sostuvo que existía “una campaña mediática internacional” contra su país y que “Rajoy está detrás”.
Con el paso del tiempo, la agresividad de Maduro hacia Rajoy ha ido creciendo. En 2017 el venezolano le dirigió al español más insultos que en cualquier año anterior. La primera andanada la lanzó a mediados de febrero, en un acto con jóvenes militantes chavistas.
“Se le reventarán los dientes a Mariano Rajoy y a toda la derecha internacional si se meten contra Venezuela”
Ahí dijo: “Se le reventarán los dientes a Mariano Rajoy y a toda la derecha internacional si se meten contra Venezuela y pretenden intervenirla. Se quedarán sin dientes”. En ese mismo escenario dijo del presidente del Gobierno español que es un “bandido, protector de delincuentes”. Se cumplían en ese momento tres años del encarcelamiento de Leopoldo López, y Rajoy pedía a través de Twitter “libertad para los presos políticos venezolanos”. Lo hacía en un tuit que mostraba una foto donde él estaba paseando con Lilian Tintori.
Ya hace 3 años del encarcelamiento de @leopoldolopez. Pedimos justicia, DDHH y libertad para los presos políticos venezolanos. MR pic.twitter.com/YvD2Fp1vp7
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) 16 de febrero de 2017
La semana siguiente, el 24 de febrero, Maduro conseguía sorprender a propios y extraños lanzando un mensaje en sentido radicalmente contrario al habitual en él: “Espero estar muy pronto en España con mi gran amigo Mariano Rajoy. Saludos a España”. Días antes, el Gobierno español había trasladado al embajador de Venezuela su protesta por los insultos más recientes.
Exigencias de Maduro al rey Felipe VI
El 11 de mayo, unas 200 personas se manifestaron ante el Centro Venezuela Diversidad Cultural de Madrid, donde el embajador venezolano, Mario Isea, participaba en un acto. Isea calificó lo ocurrido de “secuestro”, tesis que fue también defendida por Podemos y sus socios de Izquierda Unida. Maduro intentó crear un incidente diplomático con ello.
Primero dijo que Rajoy “lo permitió”. Continuó: “Yo le hago un llamado al Rey. ¿Cómo se llama el Rey?”. Cuando le dijeron el nombre, siguió: “¿Felipe? ¿200 años después? Yo le hago un llamado al rey Felipe, desde aquí en Venezuela. Yo le conozco a usted, Rey, nos hemos encontrado en decenas de encuentros internacionales. Usted es el jefe de Estado en España, ¿verdad? Yo le pido y le solicito que haga una investigación sobre la agresión del embajador de Venezuela en España”.
El rey Felipe VI no tiene atribuciones para hacer lo que le pedía Maduro, que además le pidió que impusiera “correctivos”. El Gobierno de España en esta ocasión se limitó a emitir un comunicado y no protestó ante Isea.
Apoyo al independentismo catalán
Con la llegada del verano y el referéndum contra la instauración de la ilegal Asamblea Nacional Constituyente convocado por la oposición, volvió la agresividad verbal explícita. El presidente del Gobierno español había mostrado su apoyo a la consulta, simbólica, organizada por el antichavismo. Al día siguiente de su celebración, Maduro dijo: “Marianito, Marianito, Marianito Rajoycito, sí es legal una consulta interna de los partidos de la derecha, pero no es legal el referéndum que quiere el pueblo de Cataluña para decidir su estatus ante el Estado español”. Por primera vez apoyaba al independentismo catalán y sus acciones ilegales. Tras apoyar a “la brava Cataluña”, añadió: “Tú, Mariano Rajoy, saca tus narices de Venezuela”.
Maduro, quien se convirtió en el único gobernante del mundo en apoyar al independentismo catalán (ha llegado a posar con una bandera separatista de ultraizquierda), se agarró a esta cuestión. A mediados de septiembre insinuó que el presidente del Gobierno español actuaba como un “dictador” porque “no quiere que el pueblo de Cataluña diga su palabra”. El mandatario venezolano añadió: “Tremendo rollo hay con el tema de Cataluña y la represión que ha ordenado contra el pueblo catalán el presidente Mariano Rajoy”.
El 2 de octubre, tras el referéndum ilegal, proclamó: “Cataluña vencerá”. Y añadió: “Yo no me meto en los asuntos internos de ningún país, pero el mundo está conmovido. El mundo está conmovido de la barbaridad de la represión del gobierno español contra el pueblo pacífico de Cataluña. Y nosotros no vamos a callar. Nadie va a callar nuestra voz porque Cataluña lo que quería era expresarse democráticamente. Y tenía derecho a expresarse democráticamente”.
“Ponte a cuatro paticas”
El presente año ha comenzado en un tono similar, como reacción a las sanciones que ha impuesto la Unión Europea a siete dirigentes del régimen chavista responsables de la represión y numerosos casos de corrupción. Maduro dijo este martes “¡Mariano Rajoy, ponte a cuatro ‘paticas’, que el pueblo te va a dar pela!”. Y agregó: “El Gobierno corrupto de Mariano Rajoy llevó las sanciones a la UE, sanciones groseras y desacertadas. Venezuela repudia las sanciones. Agárrense duro, vamos a responder diplomáticamente, Venezuela no se va a quedar de brazos cruzados, nada ni nadie nos hará callar”. Con un argumentario ya repetido a lo largo de los años, increpó: “¿Qué se cree el Gobierno corrupto de Mariano Rajoy? ¿Que Venezuela es intimidable? ¿Que son el gobierno del mundo? ¡Somos libres y nada ni nadie intervendrá nuestra patria!”.
“Vamos a responder diplomáticamente, Venezuela no se va a quedar de brazos cruzados, nada ni nadie nos hará callar”
Maduro muestra así su enfado por lo que considera un papel central en la respuesta de la comunidad internacional ante la represión que ejerce su régimen. El subsecretario de Estado para Asuntos Políticos de EEUU, Thomas Shannon, visitó Madrid el 11 y el 12 de enero para mantener reuniones con el Gobierno español. La situación en Venezuela y las sanciones al chavismo formaban parte de la agenda.
La reacción de Rajoy a los insultos más recientes de Maduro ha sido mostrar indiferencia. Ha dicho que “francamente” le “traen sin cuidado” esas salidas de tono. Sin embargo, no ha conseguido rebajar la tensión. Al contrario, puede ser el arranque de la mayor crisis bilateral entre Venezuela y España.