Elizabeth Fuentes (ALN).- El buen gusto de legendarios diseñadores va más allá de abrir hoteles de lujo con su nombre donde casi todo -sábanas, vajillas, muebles- lleva su marca. Ahora el negocio se extiende a chocolates, panetones, pasta y hasta bebidas, porque la necesidad planetaria de disfrutar del lujo sigue siendo voraz.
“La pasión por el chocolate se encontró con el estilo Armani”, aseguran desde su elegantísimo portal, que muestra preciosas cajas de bombones, mermeladas de avellana y miel, y bellos envases de té y chocolate para diluir en leche, a precios que oscilan entre los 50 y 264 euros los chocolates, panetones entre 15 y 37 euros, así como pequeños caramelos de gelatina de fruta en poco más de 30 euros.
Pero no sólo Armani ha decidido incursionar en la gastronomía. Otro grande italiano, la firma Dolce&Gabanna, ha hecho una alianza estratégica con el pastificio Di Martino -en el mercado desde 1912-, para lanzar espagueti, pene o pasta corta de altísima calidad, en paquetes diseñados por ellos y hasta una hermosa caja de regalo que contiene dos envases de cada estilo de pasta, más un delantal diseñado por Dolce&Gabanna, sobre el cual aseguran que “no es un accesorio, es un vestido que recuerda los colores de Italia”, todo por 110 euros, un precio nada accesible para cualquiera pero un obsequio inolvidable.
Cavalli diseñó una botella de vodka negra porque es elegante y sexy “como la mujer que amo”
Más ambicioso si se quiere ha sido Roberto Cavalli, uno de los favoritos de la alfombra roja, quien se arriesgó a lanzar una vodka cuyas botellas parecieran costar lo que valen, es decir, poco más de 60 euros cada una. “El espíritu cosmopolita y la gloria de vivir de Roberto Cavalli se ha unido al de su hijo Tomasso, para dar origen a la respuesta italiana al mundo de la vodka”, aseguran en el portal, donde exhiben las diversas botellas como si se tratase de alta costura: doradas, negras (“misteriosa y sexy como la mujer que amo”), así como vodka con sabor a naranja o albahaca. Tan amantes de la vodka son padre e hijo, que hasta un recetario contiene el portal donde uno de los cocteles lleva su famoso apellido.
Pero no contento con esto, Cavalli también ha lanzado su línea de chocolates con diseño de alta factura y donde los productos incluyen tortas, galletas, crema de avellana con chocolate y, según la temporada, huevos de chocolates que parecen joyas (49 euros los 100 gramos), delicias que hasta ahora sólo se consiguen en Italia, Londres y algunas ciudades de Asia.
Sólo una española, la diseñadora Amaya Arzuaga, lleva cierto tiempo atendiendo también una marca de vinos dado que las bodegas, con Denominación de Origen Ribera del Duero, eran propiedad de su familia. Con su propio nombre en la etiqueta, el vino D.O. Roberto de Duero Amaya Arzuaga ya lleva tiempo en el mercado, sin hacer tanto ruido como sus pares italianos.
Los hoteles también pagan
Otros grandes diseñadores ya llevan cierto tiempo afinando la brújula hacia el mundo de la hotelería, como Bulgari, Armani, Burberry y Ralph Lauren. El más reciente, Tommy Hilfiger, adquirió el Hotel Raleigh en Miami, mientras que Karl Lagerfeld abrirá otra propiedad hotelera en Macau. Ferragamo convirtió una galería de arte en hotel, nada menos que cercano al Ponte Vecchio de Florencia, donde pasar la noche puede significar 1.500 euros por la habitación que está en el piso más alto y donde se puede ver toda la belleza de la ciudad.