Caleb Zuleta (ALN).- El coronavirus no paraliza a China. Pekín hace esfuerzos por enviar mensajes positivos a la economía global. China representa casi el 20% de la economía mundial. Lo que haga o lo que deje de hacer, repercutirá en el mundo. Por ello, el país refuerza operaciones en áreas sensibles.
China trabaja en dos frentes. El sanitario y el económico. Cada uno es prioritario. La epidemia del coronavirus está afectando la economía. Y tiene que solucionar uno de los frentes sin descuidar el otro.
Por ejemplo, el Ministerio de Industria y Tecnología Informática pide a las empresas de telecomunicaciones que aceleren los planes de construcción de la red 5-G. La tecnología 5-G se ha transformado en una herramienta para combatir la epidemia pues permite diagnosticar enfermedades a larga distancia e inclusive detectar la temperatura de los usuarios del transporte. La tecnología 5-G se caracteriza por su rapidez.
Lo anterior va en sintonía del discurso este domingo del presidente Xi Jinping que pidió “refuerzos infatigables en la prevención y el control de la epidemia de neumonía COVID-19, causada por el nuevo coronavirus, así como coordinación para avanzar en el desarrollo económico y social”.
En tal sentido, las aduanas también hacen lo propio. Reforzar políticas que apoyen las exportaciones e importaciones. Como se sabe, miles de contenedores habían quedado retenidos en los puertos. “Las aduanas de todo el país deben formular planes para implementar con firmeza las políticas del Gobierno central a fin de estabilizar aún más el crecimiento del comercio exterior, indicó la Administración General de Aduanas en una reunión efectuada” este domingo. Esto lo reportó agencia estatal Xinhua.
Agregó la agencia que “se llevarán a cabo esfuerzos para simplificar aún más los procedimientos de despacho aduanero, reducir los costos de inspección y cuarentena y optimizar el entorno empresarial de los puertos. La administración dará más apoyo a la expansión de las importaciones, facilitará las exportaciones y promoverá la apertura recíproca de mercados”.
El plan presentado por el presidente Xi, destaca, según informa la agencia, que “cada región debe adoptar un enfoque preciso cuando impulse la reanudación del trabajo y de la producción a partir de los riesgos de salud locales”. “Las regiones con riesgos relativamente bajos deben reorientar sus estrategias de prevención y control lo antes posible para enfocarse en evitar casos importados y restablecer integralmente el orden de producción y la vida”. “Las regiones de mediano riesgo deben promover la reanudación del trabajo y de la producción en una forma ordenada basada en las situaciones de control epidémico locales, mientras que las regiones de alto riesgo deben continuar estando comprometidas completamente a hacer un buen trabajo en la prevención y control epidémicos”.
El Ministerio de Comercio también ha dicho que “China se esforzará para que los negocios comerciales reanuden las operaciones y la producción de manera ordenada”.
El Banco Central, por su parte, tendrá su cuota de responsabilidad en la estrategia. Informa la agencia que el Banco Central “implementará un ‘ajuste dinámico’ de las políticas de recorte del coeficiente de reserva obligatoria (RRR, por sus siglas en inglés) en el futuro próximo. La medida tiene el objetivo de generar un mejor uso del financiamiento inclusivo, a fin de apuntalar los sectores de la economía afectados por el virus”. “La entidad bancaria central también intensificará la utilización de herramientas estructurales de política monetaria y hará que los tres bancos de políticas del país desempeñen mejor sus funciones, manifestó el vicegobernador del banco, Chen Yulu”.
El mundo está en vilo por lo que ocurra en China. El FMI ya ha hecho la advertencia. La directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, declaró que cuando la economía mundial prometía un 2020 mejor que los resultados de 2019, aparece el coronavirus. “Nuestra incertidumbre más apremiante”. De hecho, ya hay 28 países afectados. Italia es el más reciente problema en Europa.
Georgieva dijo que “Un brote más grave y de larga duración se traducirá en una desaceleración más acusada y prolongada del crecimiento en China. Su impacto mundial se verá amplificado por trastornos más sustanciales de la cadena de suministro y por una caída más persistente de la confianza de los inversionistas, especialmente si la epidemia se extiende más allá de China”.
Por eso se entienden los esfuerzos de China para superar la epidemia y al mismo tiempo para atenuar el impacto sobre la economía. Dos frentes prioritarios para Xi Jinping, quien dijo en su discurso de este domingo que los “importantes proyectos de inversión extranjera deben ser implementados adecuadamente, al mismo tiempo que debe ampliarse la apertura de servicios financieros y de otros. El entorno empresarial debe seguir siendo optimizado para fortalecer la confianza de las empresas extranjeras en la inversión y operación de largo plazo en China”.
Sobre el comercio exterior, apuntó algunas medidas, como que el “reembolso de impuestos y seguros de crédito a la exportación, deben ser puestos en marcha bien y completamente para garantizar la operación sin contratiempos de las cadenas industriales de comercio exterior y las cadenas de suministro”.