María Rodríguez (ALN).- La Refinería del Pacífico, que Rafael Correa y Hugo Chávez proyectaron inaugurar en 2013 -y que sigue sin construirse- vuelve a estar en el punto de mira de China, pero ahora bajo otro esquema. Ecuador busca incorporar al proyecto inversores privados. Antes quería únicamente financiación, y con la petrolera CNPC la negociación no cuajó. Según apuntó desde China el ministro de Comercio Exterior ecuatoriano, Pablo Campana, las empresas de este país asiático están interesadas tanto en el proyecto como en el monto que falta para ponerlo en pie: 13.000 millones de dólares.
La gira del ministro de Comercio Exterior de Ecuador, Pablo Campana, en busca de inversión para el país, comienza a dar sus primeros frutos. El alto funcionario afirmó este lunes en China en una entrevista con la agencia Andes que existe interés entre las empresas chinas por hacer “una inversión bastante alta” en la Refinería del Pacífico (perteneciente en un 49% a PDVSA Ecuador y en un 51% a EP Petroecuador). Este era uno de los proyectos estrella del expresidente ecuatoriano Rafael Correa, pero casi una década después de colocar la primera piedra junto al mandatario venezolano Hugo Chávez, la planta sigue sin construirse a falta de más de 13.000 millones de dólares de financiación (11.200 millones de euros), según los datos del Gobierno ecuatoriano a finales de 2016. En su origen estaba previsto que se inaugurase en 2013.
China ya estuvo interesada en participar en el proyecto. La petrolera CNPC suscribió un convenio de negociación con el Gobierno ecuatoriano en 2013 para ser socia. Sin embargo, la negociación no llegó a concretarse, tal como recoge la prensa ecuatoriana.
La planta sigue sin construirse a falta de más de 13.000 millones de dólares de financiación
Ahora, el país asiático renueva el interés por la refinería coincidiendo con un cambio en el modelo de gestión del proyecto: de la búsqueda de financiación, que lleva implícito el concepto de endeudamiento, a incorporar inversores privados. “Antes se buscaba financiamiento para que el país tomase deuda. En el caso de nuestra visita [a China] y una vez que hemos trabajado con el Ministerio de Hidrocarburos y con Petroecuador y la visión del señor presidente de la República [Lenín Moreno], lo que hemos venido es a que un inversionista o varios inviertan en este proyecto”, afirmó Campana en la entrevista con la agencia Andes.
En este sentido, el ministro advirtió: “Lo que Ecuador no va a hacer es tomar un endeudamiento ya que las condiciones actuales económicas del país priorizan otros tipos de proyectos de menor envergadura”.
La Refinería del Pacífico Eloy Alfaro, proyecto que Correa llegó a catalogar como “el gran salto a la industrialización” del país, no tiene el apoyo de Lenín Moreno, vicepresidente en la era de Correa, a no ser que se encuentre financiación. En una comparecencia pública a mediados de agosto, el mandatario denunció “la enorme irresponsabilidad” de la administración de su antecesor en el sector petrolero. Moreno defendió que “si no hay interesados (en invertir) debe quedar descartado”. Por eso, que el ministro de Comercio afirme que sí los hay, al menos en China, puede dar un impulso al proyecto.
“Las condiciones actuales económicas del país priorizan otros tipos de proyectos de menor envergadura”, señala Campana
“Todas las empresas constructoras chinas quisieran construir la Refinería del Pacífico”, insistió Campana. No obstante, el ministro explicó que la cuestión “va más allá”, en el sentido de que es necesario “conseguir la aprobación de la Comisión de Reforma, que es el rango más alto del Gobierno chino después del presidente, Xi Jinping”, apuntó el ministro.
“En el pasado, la Comisión de Reforma sugirió que el proyecto fuese desarrollado por CNPC y por Sinopec [ambas compañías petroleras] y que se hiciese una revisión en cuanto a la capacidad [de la refinería]. Se mencionaba entre 100.000 y 200.000 barriles”. En este punto, el ministro señaló que “al Ecuador le interesa desarrollar una refinería más grande, de 300.000 barriles”. No obstante, apuntó que “estamos abiertos a revisar la configuración, la capacidad y llevarlo a feliz término para viabilizar un proyecto donde el Ecuador ya ha invertido 1.550 millones de dólares” (1.295 millones de euros).
Campana emprendió la gira internacional junto a una delegación de empresas públicas y privadas el 1 de septiembre. Tras China, el ministro ya se encuentra en EEUU. Posteriormente viajará a Reino Unido, Suiza, Suecia y Noruega. El objetivo del viaje es romper la tendencia que se dio en el gobierno de Rafael Correa. Es decir, conseguir que Ecuador deje de estar a la cola en la inversión extranjera directa (IED) que llega a América Latina. De hecho, en 2016 la IED se redujo a la mitad respecto a 2015. Sólo Bolivia y Paraguay recibieron menos capital foráneo.
La Refinería del Pacífico está manchada por el caso Odebrecht
A la falta de acuerdos firmes con potenciales inversores para dicho proyecto se suma la vinculación de la Refinería del Pacífico con la trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht. Precisamente en la Refinería del Pacífico la brasileña Odebrecht habría sido beneficiada con dos contratos por 500 millones de dólares cada uno (aproximadamente 427 millones de euros).
A finales de agosto, la Corte Nacional de Justicia de Ecuador solicitó a la Interpol y a la Policía Judicial del país la localización y captura de Alexis Arellano, exgerente de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en Ecuador, y de Freddy Salas, exresponsable de la Refinería del Pacífico. La justicia ecuatoriana pidió para ambos exdirectivos prisión preventiva como medida cautelar en una audiencia en la que se vinculó en total a 11 implicados en un presunto delito de asociación ilícita relacionado con el caso Odebrecht.
Entre los vinculados a la trama también está el vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, que no asistió a la audiencia, pero para el que el fiscal solicitó como medida cautelar la prohibición de salida del país. Moreno ya despojó a Glas el pasado 3 de agosto de sus funciones de Gobierno, y el día de la audiencia de Glas publicó un mensaje un tuit en el que insistía en que “los corruptos tienen que ser sancionados”.
Lejos quedan las declaraciones de Glas sobre lo que reportaría la Refinería del Pacífico al país. En julio de 2016 afirmó, según una nota publicada en la página de la refinería, que tras pagar la deuda (por la financiación del proyecto), la planta representaría 2.700 millones de dólares (2.274 millones de euros) anuales para la economía ecuatoriana.