María Rodríguez (ALN).- El 16% de los chilenos y el 11% de los mexicanos son “empresarios incipientes”, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Ambos encabezan el ranking de países con mayor tasa de población emprendedora. En la penúltima posición de 37 está España con el 2,6%.
En Chile y México el espíritu emprendedor está en pleno auge. Estas dos naciones latinoamericanas encabezan el ranking de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre los países con mayor porcentaje de nuevos emprendedores, o como cita la institución, de “empresarios incipientes”.
Esta clasificación está incluida en el informe “The Missing Entrepreneurs 2017”, y los emprendedores a los que se refiere el estudio corresponden a aquellos ciudadanos entre 18 y 64 años que están creando una nueva empresa, aunque todavía sin remuneración.
La tasa de empresarios incipientes en Chile es de 17% para los hombres y de 15,3% para las mujeres
En el caso de Chile, la tasa de empresarios incipientes entre 2012 y 2016 (años estudiados en el ranking) es de 17% para los hombres y de 15,3% para las mujeres, con una media del 16,1%. Le sigue México con el 11,1% (11,5% para hombres y 10,7% en mujeres).
En tercera posición se encuentra Chipre, donde la brecha de género en la tasa de nuevos empresarios es muy acusada. El porcentaje de hombres emprendedores es de 11,4% frente a 4,3% en mujeres. Una brecha algo menor corresponde a Letonia, con 10,9% en hombres y 6,2% en mujeres.
Hay que bajar hasta la penúltima posición para encontrar a España, es decir, este país ocupa el puesto 36. La tasa de nuevos emprendedores españoles es de apenas el 3% en hombres y de 2,1% en mujeres, con una media de 2,6%.
Cierra este ranking de los países de la OCDE con más emprendedores nuevos Bulgaria, con el 2,3% de media (2,8% en hombres y 1,8% en mujeres).
Según recuerda el Instituto de Estudios Económicos (IEE), “desde hace una serie de años, la OCDE viene alertando sobre el problema que plantea la falta de espíritu emprendedor en las principales economías y aboga por una política inclusiva que apoye la creación de empresas y las actividades de autoempleo”.
En este sentido, en dicho informe la OCDE recalca la necesidad de fomentar el empresariado en aquellos grupos que tienen una presencia menor en el mercado laboral, como las mujeres, los jóvenes, las personas mayores, los desempleados y los inmigrantes.
“Las políticas deberían ir encaminadas a mejorar los aspectos regulatorios en la creación de empresas y facilitar el acceso a la financiación, entre otros, pero también se trata de fomentar la cultura empresarial en general y de acompañar a los empresarios en su nueva andadura mediante programas de formación y tutorías”, añade el IEE.