Daniel Gómez (ALN).- Menos a una intervención militar, Chile está dispuesto a todo para apoyar a Juan Guaidó. Para conseguir que Nicolás Maduro convoque elecciones presidenciales en Venezuela. Está dispuesto a cortarle las comunicaciones, a cerrarle el espacio aéreo. Incluso ayudaría a un bloqueo naval si hiciera falta. Pero a Guaidó también le pide “sacrificios recíprocos”. Pragmatismo.
“Nadie deja el poder para ir al infierno voluntariamente”, dice en entrevista con el Financial Times Teodoro Ribera, canciller del gobierno de Sebastián Piñera en Chile.
El canciller se refiere a una posible marcha de Nicolás Maduro. Y también a la oposición que lidera el presidente encargado Juan Guaidó. A esta le pide ser “pragmática y reconocer que las transiciones políticas democráticas exigen sacrificios recíprocos”.
Entonces pone de ejemplo lo que pasó en Chile con la dictadura de Augusto Pinochet. “La transición en el país fue negociada y prolongada, pero también pacífica y no dañó la economía”, dijo Ribera, según el diario. “Los infractores de los derechos humanos deben ser procesados, pero se debe evitar una caza de brujas”.
El canciller lanza un mensaje a la oposición, pero no pierde el foco. “Tenemos que hacer que Maduro entienda que es preferible convocar elecciones que no convocarlas”. Y para ello está dispuesto a aumentar la presión. A tomar “medidas más estrictas”, como un bloqueo de las comunicaciones a Venezuela y el acceso al país por aire y mar.
“Son los próximos pasos lógicos”, dijo.
Cabe recordar que el gobierno de Piñera no apoya ningún tipo de intervención militar contra Maduro. Es cierto que respalda el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), pero como un mecanismo para ejercer una presión coordinada contra Maduro, no para facilitar una acción armada.
De hecho, el 10 de septiembre, un día antes de la activación del TIAR, el encargado de negocios de Chile acreditado en Caracas, Roberto Araoz (es el principal diplomático de Piñera en Venezuela pues en 2017 retiró a su embajador), se reunió con el vicecanciller de Maduro para América Latina, Rander Peña, para “avanzar en el respeto y reconocimiento de ambos gobiernos”. Eso, según la versión que reportó la Cancillería de Maduro. El gobierno de Chile no se pronunció al respecto.