(EFE).- El Gobierno de Venezuela repudió este domingo el «atentado» contra el expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019), quien denunció que el vehículo que lo trasladaba hacia la emisora en la que habitualmente conduce su programa de fin de semana recibió 14 disparos, por parte de desconocidos que hirieron al chofer del político.
«Venezuela repudia el atentado perpetrado contra el expresidente Evo Morales (…) Este aborrecible hecho constituye un acto de violencia fascista que busca inocular la violencia y el odio político en la sociedad boliviana», señaló la Cancillería en un comunicado publicado en Telegram.
Asimismo, el Ejecutivo chavista celebró el inicio de las investigaciones sobre este hecho por parte del Gobierno de Luis Arce, para «esclarecer y penalizar este atentado a la integridad física del exmandatario boliviano que perturba la tranquilidad de los bolivianos».
El Gobierno venezolano también se solidarizó con la dirigencia del Movimiento al Socialismo (MAS), al tiempo que reiteró su «fraternidad y amistad con el hermano pueblo boliviano».
Morales declaró a la radio cocalera Kawsachun Coca que la persecución de su vehículo por otros dos en los que viajaban los agresores se produjo a las 6:25 de la mañana hora local (10:25 GMT) en el trayecto entre la localidad de Villa Tunari y Lauca Ñ, en el Trópico de Cochabamba.
Morales relató que observó que dos o tres camionetas seguían su vehículo por lo que su chofer «desvió» su trayecto, pero la persecución no cesó. «Ahí me di cuenta que era un operativo», mencionó.
El suceso quedó registrado en un video de cuatro minutos que filmó una mujer que estaba en el coche con el exmandatario, y que muestra una parte del suceso.
Estos hechos se producen cuando esta jornada se cumplen dos semanas del bloqueo indefinido de caminos que los seguidores de Morales mantienen para exigir que el Gobierno retire los procesos judiciales por trata de personas y estupro contra el expresidente, que consideran forman parte de una persecución política.
También piden soluciones al encarecimiento de alimentos, la falta de dólares, la irregular provisión de combustibles y respeto a un congreso del MAS que en 2023 declaró a Morales «candidato único» para las elecciones del próximo año.