María Rodríguez (ALN).- Doris Osterlof, embajadora de Costa Rica en Madrid, destaca la figura de la Unión Europea como guía para avanzar en el Mercado Común Centroamericano. Para la diplomática, la región es la “punta de lanza”, con una previsión de crecimiento del 4,5% para 2017. Los primeros acuerdos para crear la Comunidad Económica Europea en 1957 marcaron el devenir de Centroamérica en materia de integración, materializado tres años después en el Mercado Común Centroamericano (MCCA). Está integrado por Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Doris Osterlof, embajadora costarricense en España, constató en una ponencia celebrada en Casa de América que hoy la región centroamericana sigue teniendo como referente a la Unión Europea en su política comercial. “[Centroamérica] quiere emular la integración europea”, pero hay dudas de cuál es el límite. “¿Hacia dónde? Hacia la Unión Europea, ¿pero hasta dónde llegar?”, se preguntaba Osterlof. Insistió en que “en ese faro [UE] hay traslación de competencias y en Centroamérica no se ha llegado a ello”.
Lo que sí tienen claro en la región es “la voluntad de tratar de avanzar” en dicha integración comercial, tal como lo ve la embajadora. A esto se añade un factor más: la región es “la punta de lanza de la Comunidad Iberoamericana” y los datos acompañan esta afirmación de Osterlof. Según avanzó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en un informe, en 2017 el Producto Interior Bruto (PIB) de los países de Centroamérica y la República Dominicana (CARD) crecerá un 4,5% de media, frente al 1,3% que aumentará el de América Latina y el Caribe en su conjunto tras dos años de contracción.
En ese faro [UE] hay traslación de competencias y en Centroamérica no se ha llegado a ello”, apunta la embajadora de Costa Rica en Madrid
Estas cifras implican que el CARD se mantiene con la tasa más alta de crecimiento de la región (4,9% en 2016 frente al -1,1% en América Latina y el Caribe). Y todo ello a pesar de un entorno internacional incierto y de la desaceleración del consumo privado y la inversión, según apuntan desde Cepal.
“UE: el esquema de integración más avanzado”
Que la Unión Europea sea la guía en el proceso de integración que lleva a cabo Centroamérica se afianza con una afirmación categórica de la embajadora costarricense: “La UE es el esquema de integración más avanzado de todo el planeta”. Incluso en el proceso de cooperación regional de Centroamérica también se ha emulado, aunque a cierta distancia, la construcción de políticas comunes, un concepto muy asociado al día a día de la actividad comunitaria europea.
En este sentido, Osterlof, embajadora de Costa Rica en Madrid desde marzo de 2015, señaló en Casa de América que con el apoyo de España y de otras naciones, han desarrollado diversas políticas en la región con el objetivo de “ir juntos”. Por ejemplo, una Política Agraria Común al estilo de la europea, pero sin la categoría de norma. “Son reglas que orientan para desarrollar las políticas nacionales”, explicó.
A pesar de tener a la Unión Europa como un referente, la situación de integración actual de ambas regiones cuenta con grandes diferencias. La más importante es que, aunque el Mercado Común Centroamericano tome el nombre de “mercado común”, no lo es. “No hay libre flujo de trabajadores ni de capitales”, recuerda Osterlof, y el de mercancías está limitado. Por ejemplo, el café y el azúcar están sujetos a control de importación dentro de los cinco países miembros del MCCA.
Osterlof ve que la región tiene la voluntad de avanzar en integración / Flickr: Casa de América
Esta integración centroamericana está más en el escalón de los tratados de libre comercio y, como apunta la diplomática, en proceso de subir uno más y convertirse en una unión aduanera. Aunque a la hora de hablar de grados de integración la teoría está clara, en la práctica se mezclan conceptos, como recordó haciendo uso de sus dotes docentes -es profesora de Comercio Internacional en la Universidad de Costa Rica.
En frente está la UE, que además de mercado común hoy es una organización económica y política única en su género, aunque se esté replanteando el futuro bajo distintos escenarios. ¿El más discutido? Si es conveniente adoptar una Europa a dos velocidades.
Además del MCCA, la integración de la región centroamericana avanza desde los años 90 apoyada en el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), un marco institucional compuesto hoy por los miembros del MCCA más Panamá, Belice y República Dominicana.
Cinco prioridades
La integración centroamericana evoluciona con muchas aspiraciones en el horizonte, pero con cinco prioridades claras, que enumeró Osterlof en la conferencia. La primera de ellas es potenciar la seguridad democrática frente al crimen organizado, una cuestión de Estado para los países de la región. Otro de los asuntos en los que se trabaja es la previsión y mitigación de desastres naturales, muy vinculados con el cambio climático, que como recordó la embajadora, afecta fuertemente a Costa Rica. El país sufre episodios de lluvias torrenciales que contrastan con zonas de fuertes sequías.
La región también tiene como prioridad evolucionar en la integración social y en la económica. Lejos quedan actuaciones como la de la Unión Europea en materia de cobro de impuestos a terceros. En Europa, el destino de esos ingresos es una caja común que sirve como fuente de financiación. En cambio, “en Centroamérica aún se está discutiendo”, constató Osterlof.
Aunque el MCCA tome el nombre de mercado común, ‘no hay libre flujo de trabajadores ni de capitales”, recuerda Osterlof
Igualmente, buscan fortalecer la integración regional de una forma racional. “Tenemos secretarías generales, pero no una Comisión Europea”, apuntó la embajadora. Es por ello que, aunque existe un Parlamento Centroamericano y una Corte de Justicia que emulan a las instancias europeas, ven la necesidad de “articularse mejor”.
Al margen de prioridades, según la diplomática, “en lo económico estamos evolucionando, pero en otros ámbitos necesitamos más”. Aunque en este punto aparece una disyuntiva. Osterlof recordó que han avanzado hacia los mercados regionales y externos, pero ahora “el más grande de los socios de la región [Estados Unidos] dice que hay que protegerse. ¿Estamos ante una involución?”, preguntaba a los asistentes a la conferencia y afirmó que este hecho abre un debate ideológico sobre las implicaciones, positivas o no, asociadas a las aperturas comerciales. En este contexto, la diplomática quiso dejar claro que “formamos parte de la cadena de valor mundial y hay que tener claro el impacto de hacia dónde vamos”.