Daniel Gómez (ALN).- Más de 400.000 centroamericanos temen que el Gobierno de EEUU los expulse. De ser así, se generaría un problema migratorio que, en estos momentos, América Central es incapaz de afrontar. Lo que propone el secretario del Sistema de Integración Centroamericana, Vinicio Cerezo, es abordar ya las soluciones para convertir el regreso de migrantes “en mejores oportunidades de trabajo”.
No sólo México se expone a las amenazas proteccionistas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. También América Central. La cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) para los haitianos, el periodo de gracia que se dio para analizar el futuro TPS de los hondureños y las manifestaciones de los salvadoreños ante el miedo de que les ocurra lo mismo tienen en vilo a Centroamérica.
Para Vinicio Cerezo, expresidente de Guatemala y secretario general del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), esta situación “es gravísima”. En una conferencia celebrada este martes en la Casa de América de Madrid, aseguró: “Corremos el riesgo de recibir una gran cantidad de personas con un alto nivel de vida que no van a encontrar posibilidades de trabajo rápido en Centroamérica”.
Cerezo: “Corremos el riesgo de recibir una gran cantidad de personas que no van a encontrar posibilidades de trabajo rápido”
Un ejemplo de ello es Adela Rivas, salvadoreña que reside en Estados Unidos. En declaraciones al diario La Prensa Gráfica manifestó: “Sólo de pensar en que debemos regresar a El Salvador, muchos de nosotros entramos en pánico. Con la situación nos sentimos traumados. Aunque uno quiera salir adelante en nuestro país no se puede. Los gobiernos no han podido resolver el grave problema de seguridad. El Salvador no está preparado en ningún aspecto para recibirnos”.
Como Rivas, otros 400.000 ciudadanos (59.000 haitianos, 86.000 hondureños y 263.000 salvadoreños) podrían verse afectados por la cancelación del TPS en Estados Unidos.
Para que esta posible situación no engrose los problemas de Centroamérica, Cerezo promueve la elaboración de estrategias para recibir a esos inmigrantes. “Si los Estados abordamos correctamente esta discusión, el regreso de migrantes a América Central podría convertirse en mejores oportunidades de trabajo”, apuntó, sin detallar cómo.
El Consenso de Washington perjudicó a Centroamérica
No obstante, para Vinicio Cerezo “lo ideal sería que Estados Unidos planteara políticas de acuerdo y no las impusiera de forma unilateral”. Pero esto es algo que sufre América Central desde hace casi 30 años.
En 1989, la órbita económica de Washington, compuesta por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, consideró la estabilización macroeconómica, la liberalización comercial, la reducción del Estado y la expansión de las fuerzas del mercado dentro de la economía doméstica como fórmulas para acabar con el rezago que sufrían las economías en desarrollo. Entre ellas las de América Latina.
Lo que se discutió en la capital de Estados Unidos lo narró el economista John Williamson en el libro El reajuste latinoamericano: ¿qué tanto ha sucedido? Una obra en la que define los acuerdos del Banco Mundial, el FMI y la Casa Blanca como el Consenso de Washington.
Apuntó Cerezo que del Consenso de Washington se desprenden dos fenómenos que son claves para entender los problemas que sufre Centroamérica. El primero de ellos es el predominio del mercado y la pérdida de protagonismo de los gobiernos: “Esto produjo un acelerado crecimiento de los capitales privados que derivó en una concentración de riqueza porque los Estados no adecuamos las estructuras”.
De aquí se desprende el segundo fenómeno. “La desigualdad produjo el debilitamiento de la clase media y la pobreza extrema en otros sectores de la población. La pobreza extrema hace que el crimen organizado contrate a grupos de jóvenes. Y es que Centroamérica es un canal de paso de droga para los Estados Unidos. Un canal que usa el crimen organizado”.
De esta suma de despropósitos nació “la tormenta perfecta” que reseñó Vinicio Cerezo. Un temporal de pobreza y violencia que el SICA propone amainar con unidad e integración. Así es como el corredor de la droga para Estados Unidos podría dar paso a un canal logístico de primer orden mundial. Justo lo que desea toda Centroamérica.