Juan Carlos Zapata (ALN).- La diputada Cayetana Álvarez de Toledo ha hecho una denuncia muy grave en el Congreso de los Diputados. Dijo que no sólo el gobierno de Pedro Sánchez no recibió a Juan Guaidó en Madrid sino que también presionó a otros líderes de la Unión Europea para que no lo hicieran y algunos empresarios para que no asistieran a la conferencia de aquel en Davos. Pero en cambio, el ministro Ábalos se reunió con Delcy Rodríguez. Álvarez de Toledo dijo: “El gobierno amparó a una torturadora y rechazó a un demócrata”.
La portavoz del PP, periodista, llamó a Delcy Rodríguez torturadora. Para ella, no es vicepresidenta Ejecutiva de Maduro. No es la número 2 del régimen. Es una torturadora como lo son Diosdado Cabello y el propio Nicolás Maduro, “cúpula de un régimen criminal”. Por ello es que a Cayetana Álvarez de Toledo le causa estupor que el ministro José Luis Ábalos se haya reunido con Delcy Rodríguez la madrugada del 20 de enero, y no sólo por 25 minutos, sino por mucho tiempo más: una hora, reconoce la policía. El gobierno, dijo, dio la espalda a un hombre joven, valiente, que es el Presidente legítimo de Venezuela, cuando ha debido recibirlo con “orgullo y emoción” como lo hicieron otros y como lo hubiera hecho el gobierno de una gran democracia.
Cayetana Álvarez de Toledo intervino en el primer debate de control al gobierno de Pedro Sánchez y, como estaba previsto, iba a pedir cuentas a Ábalos y al Ejecutivo sobre lo sucedido en Barajas. El debate se ha centrado buena parte en este punto al que los ministros y el propio Sánchez señalan de maniobra de distracción y el cual, aclaran, no los desviará de la ruta de trabajo porque hay mucho que hacer en España. Pero la portavoz del Partido Popular dijo que el gobierno elige entre sus aliados a delincuentes.
En cuanto a José Luis Ábalos, hizo referencia al “laberinto de mentiras”, lo cual remite a la cantidad de versiones que el ministro tejió cuando la reunión quedó al descubierto. La diputada apuntó que la conducta de Ábalos quebranta las normas, los valores democráticos y es una muestra clara del deprecio a la verdad. Dijo que el ministro había hecho gala de un “derroche de versiones”, lo que calificó de “imaginación pirotécnica”. Recalcó que la verdad es que Ábalos no fue a ver a un amigo sino a “recibir a una torturadora”. Que se reunió con ella dentro y fuera del avión. Y agregó con ironía: La única manera de que Delcy Rodríguez no pisara suelo español es que la llevara “en brazos o a caballito” porque esta, ahora también se sabe, pasó horas en el salón VIP de la terminal del aeropuerto.
Cayetana Álvarez de Toledo: El gobierno de Sánchez presionó para que otros presidentes de Europa no recibieran a Juan Guaidó
Desestimó la versión de Sánchez, del propio Ábalos, de la canciller Arancha González Laya, de que la actuación del ministro evitó una crisis diplomática. Pues no. Porque ayer la Eurocámara debatió el asunto. Y el canciller de la UE, Josep Borrell, anunció que el Servicio de Acción Exterior de la UE puede abocarse a investigar. “El incidente lo tiene España con la Unión Europea”. Y en los “Estados Unidos no salen de su estupor”.
-Nadie ha mentido tanto como usted –le dijo Cayetana Álvarez de Toledo a José Luis Ábalos. Y lo peor. Le preguntó:
-¿De verdad creyó que nadie se iba a enterar?
Y si creyó que nadie se iba a enterar, ¿cómo se traduce eso? Cayetana Álvarez de Toledo se preguntó: “¿Ingenuidad y prepotencia?”. Desde su lugar, Ábalos, sonreía.
Entonces fue cuando preguntó que quién le había pedido que fuera a recibirla. Porque este es un aspecto con varias versiones. Que si Ábalos fue a ver a su amigo el ministro de Turismo, Félix Plascencia. Que se lo pidió el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que si ahora fue el Palacio de la Moncloa el que delegó a Ábalos y quitar del medio a exteriores. “Usted no fue a ver a un amigo. Fue a reunirse con una torturadora”, precisó.
Entonces fue cuando preguntó que quién le había pedido que fuera a recibirla. Porque este es un aspecto con varias versiones. Que si Ábalos fue a ver a su amigo el ministro de Turismo, Félix Plascencia. Que se lo pidió el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que si ahora fue el Palacio de la Moncloa el que delegó a Ábalos y quitar del medio a Exteriores. “Usted no fue a ver a un amigo. Fue a reunirse con una torturadora”, precisó.
Cayetana Álvarez de Toledo agregó ya en el terreno de las preguntas concretas: ¿Cuándo se enteró el gobierno de la llegada de Delcy Rodríguez? ¿A qué vino la torturadora a España? ¿Hablar con quién y de qué? ¿Quién la invitó? ¿Y por qué no la desinvitó? ¿Por qué la recibió Ábalos? ¿En calidad de ministro o en calidad de dirigente del PSOE? ¿De qué habló con la torturadora exactamente? ¿Le pidió que no recibiera a Guaidó? ¿Hablaron de los presos políticos? ¿Se interesó Ábalos por los reprimidos? ¿Por qué no la expulsó?
Este es el tipo de preguntas que se preveía iba a formular la dirigente del PP. Porque hay que indagar si el gobierno de Sánchez estableció algún tipo de compromiso con la dictadura de Maduro, tal como reportó el diario ALnavío más temprano.
Dijo que este tipo de actuaciones vulnera las normas. Que Delcy Rodríguez no sólo tiene prohibido pisar territorio Schengen sino sobrevolar el espacio aéreo. De modo que se incumple una norma y al incumplirla hay consecuencias. “Lesiona gravemente los intereses del pueblo de Venezuela”. ¿En qué sentido? Porque las sanciones son el arma que tienen los venezolanos para luchar contra la dictadura. Y las sanciones son el “máximo elemento con que cuenta la comunidad internacional para alcanzar las elecciones libres”. Al saltarse las sanciones quitan presión sobre el régimen.
Por otro lado, dijo, el incumplimiento de los acuerdos deteriora la imagen y credibilidad de España ante Europa y el mundo y resquebraja el papel de España en América Latina. “Nos margina a un lugar subsidiario”. Porque ya no se le vería ni como aliado ni como interlocutor. Sino “comparsa de una dictadura agonizante”.
José Luis Ábalos: La crisis de Venezuela se tiene que resolver entre Guaidó y Maduro salvo que estén pensando en un golpe de Estado
Para Cayetana Álvarez de Toledo, el gobierno de Sánchez desprecia la democracia. Ha asumido la posición del partido Podemos que forma parte de la coalición gubernamental. “Un partido deudor del chavismo”. Que Sánchez y Ábalos han actuado contra la historia de las posiciones mantenidas por el PSOE. Contra Felipe González. En cambio, señaló, se ha aliado con el eje que conforman el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, Nicolás Maduro y Podemos. “Y eso es una involución”.
A Zapatero le tuvo reservada una batería. (“Un inciso”). Dijo que trabaja activamente para la dictadura. Que por tanto no merece los privilegios de que goza como expresidente del gobierno de España. Que hubo un tiempo que se le vio como un mediador en Caracas. Que despertaba alguna esperanza entre los dirigentes de la oposición de Venezuela. Que ese tiempo ya pasó. Es un hombre denostado por los demócratas venezolanos. Que deambula por los arrabales de la dictadura y lo señaló de ser un agente de la dictadura. Es un mediador de parte.
-Ustedes lo recuperan y asumen su estrategia, su descrédito y su deprecio por los derechos humanos.
Cayetana Álvarez de Toledo hizo un relato de lo más crudo del socialismo del siglo XXI. El que hundió a Venezuela en un abismo. El chavismo ha cometido más de 18.000 ejecuciones extrajudiciales desde 2016, dijo, citando a Human Rigths Watch. Que la cruda realidad está plasmada en el informe de Michelle Bachelet, socialista chilena, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU. Mostró el informe en el pleno y supuso que Ábalos lo ha leído. El informe habla de grupos de exterminio. Y escuadrones de la muerte a las órdenes de Maduro y “de la mujer con la que usted se reunió”. Por ello, la diputada cerró con una última pregunta:
-Qué hacía un ministro del gobierno la madrugada del 20 de enero de 2020 en la terminal Uno del aeropuerto de Barajas con una torturadora.