Antonio José Chinchetru (ALN).- La proclamación unilateral de independencia de Cataluña no puede esperar un gran apoyo internacional. Tan sólo tres países podrían reconocer la pretendida república catalana: Venezuela, Kosovo y Osetia del Sur. Este último es un territorio con un gobierno títere de Moscú al que tan sólo Rusia, Venezuela, Nicaragua y Nauru consideran un Estado soberano.
El Gobierno independentista catalán ha gastado ingentes cantidades de dinero y grandes esfuerzos en buscar apoyos internacionales a su proyecto secesionista. Los partidarios de la ruptura con España han proclamado durante años que contaría con el apoyo de la Unión Europea y numerosos gobiernos extranjeros. Sin embargo, y al igual que en materia económica y empresarial, su estrategia se salda con un fracaso. Tan sólo tres gobiernos han dado señales de querer reconocer una república catalana proclamada de forma unilateral.
Uno de ellos es el de un régimen aislado internacionalmente, el de Nicolás Maduro en Venezuela. Otro es el de un país que no es miembro de la ONU y cuya existencia como Estado soberano no ha sido reconocida por más del 42% de los países que forman parte de Naciones Unidas. En el tercer caso es el de Osetia del Sur, un territorio que se separó de Georgia bajo control efectivo de la Federación Rusa y cuya teórica independencia tan sólo cuenta con el reconocimiento de cuatro países en el mundo.
Maduro, el gran aliado del independentismo
Venezuela es el único país reconocido como tal de forma unánime por la comunidad internacional que apoyaría la independencia de Cataluña. Nicolás Maduro ha utilizado el reto independentista para atacar en diversas ocasiones al Gobierno de Mariano Rajoy. En diversas intervenciones televisivas, ha utilizado esta cuestión para poner en duda que España sea una democracia y ha acusado al Ejecutivo de tener “presos políticos”. Ha llegado a proclamar que “Cataluña vencerá” e incluso se fotografió con una estelada roja, la versión izquierdista de la bandera independentista catalana. Esta actitud lo ha aislado todavía más del resto de los gobernantes latinoamericanos, que de forma casi unánime han expresado su apoyo a la unidad de España y al respeto del orden constitucional.
Casi todos los gobernantes latinoamericanos han expresado su apoyo a la unidad de España
Tanto Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) como la ultraizquierdista Candidatura de Unidad Popular (CUP) han expresado de forma pública su apoyo al régimen de Maduro. Existen además vínculos entre la CUP y el chavismo. La portavoz de esta formación en el Parlamento de Cataluña, Anna Gabriel, viajó en diciembre de 2014, poco antes de unas elecciones autonómicas en Cataluña, a Venezuela junto con miembros de Podemos y el padre de la terrorista de ETA Kikitza Gil de San Vicente, entre otras personas.
Los trayectos entre España y el país suramericano los hicieron, tal como desveló Antena3 Televisión, en enero de 2016, a bordo de una aeronave de la Aviación Militar Bolivariana. Según la cadena televisiva española, es el mismo avión que suele usar Nicolás Maduro en muchos de sus viajes. Poco después de la emisión de la exclusiva, Gabriel reconocía el viaje y contaba ante las cámaras que “nos reunimos con Maduro y con el vicepresidente boliviano (Álvaro) García Linera”.
Otro de los miembros de la CUP que participaron en aquel viaje pagado por el régimen de Nicolás Maduro, y cuya existencia fue confirmada por Anna Gabriel, fue el exdiputado autonómico Josep Manuel Busqueta. Economista de formación y panadero de oficio, realizó funciones de asesoramiento para el gobierno de Hugo Chávez. El propio Busqueta presumía, en una entrevista que le hizo la cadena pública catalana TV3 en 2014, de haber sido él quien aconsejó a Chávez que expropiara empresas.
Kosovo, vengarse de España
El otro Estado que puede considerarse como tal es Kosovo, que se proclamó independiente de Serbia en 2008. A pesar de no ser miembro de la ONU, está reconocido por 111 de los países que forman parte de la organización, lo que significa que otros 82 (el 42,5% de ellos) no lo reconocen como Estado soberano independiente. Estados Unidos y 22 de los 27 miembros de la Unión Europea (UE) sí lo hacen.
España es el mayor y más influyente de los países miembros de la Unión Europea que no reconocen a Kosovo
España es el mayor y más influyente de los países miembros de la Unión Europea que no reconocen a Kosovo y han declarado de forma pública su voluntad de no hacerlo. Los otros cuatro son Chipre, Eslovaquia, Grecia y Rumanía. Similar postura es la mantenida, fuera de la UE, por países tan relevantes como la Federación Rusa, India, China, México, Brasil y Argentina. En ambientes diplomáticos se cree que Kosovo podría reconocer la independencia de Cataluña como ‘venganza’ ante la postura española.
Osetia del Sur, una herramienta de Vladimir Putin
El tercer caso es el de la república caucásica de Osetia del Sur, escindida de Georgia tras dos guerras, que tuvieron lugar en 1991 y 2008. En la segunda de ellas, tal y como ocurrió años después en la zona oriental de Ucrania, participaron tropas de la Federación Rusa, país con el que aspiran a unificarse los independentistas. A diferencia de lo ocurrido en el conflicto ucraniano, las unidades rusas sí iban identificadas de forma abierta como tales.
Los únicos miembros de la ONU que han reconocido la independencia de Osetia del Sur son Rusia, Venezuela, Nicaragua (cuyos gobiernos son firmes aliados de Moscú) y la pequeña isla de Nauru (21 kilómetros cuadrados de superficie y 15.000 habitantes). Además mantiene relaciones con Abjasia (también desgajada de Georgia con apoyo ruso), Transnitia (independizada de facto y sin reconocimiento internacional de Moldavia gracias a la intervención militar de Rusia) y Nagorno Karabaj (independizada de Azerbaiyán y a la que tampoco reconoce ningún miembro de Naciones Unidas).
Putin está utilizando a Osetia del Sur para apoyar la independencia de Cataluña sin que lo haga directamente Rusia
Tal y como han informado varios periódicos españoles citando fuentes de los servicios de inteligencia española, el ministro de Asuntos Exteriores de Osetia del Sur, Dimitri Medóev, visitó Cataluña los pasados lunes y martes. Medóev, un hombre muy próximo al presidente ruso, Vladimir Putin, abrió además una oficina de intereses (una ‘embajada’ oficiosa) en Barcelona y expresó el apoyo de su Gobierno al independentismo catalán.
El director del Instituto de Política Internacional de la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid, Florentino Portero, ha explicado a ALnavío que Putin está utilizando a Osetia del Sur para apoyar la independencia de Cataluña sin que lo haga directamente Rusia, que no la reconocería como república independiente. Ha dicho: “Lo hace por el mismo motivo por el que sus servicios de inteligencia llevan tiempo trabajando a favor de la independencia de Lombardía, el Véneto (ambos en el norte de Italia), Escocia y la quiebra de Bélgica. Para la política exterior rusa, como antes para la soviética, la división de los occidentales es un objetivo básico”.
Portero ha explicado que esa estrategia de dividir a los occidentales tiene “varios planos”. Ha añadido: “Uno es la separación de Estados Unidos del continente europeo, que supondría la quiebra de la OTAN. Llevan trabajando en eso 60 años. Otro es la división dentro de Bruselas; quieren que los europeos no nos pongamos de acuerdo para que la Unión Europea no sea tan fuerte. Y, dentro de eso, es muy importante que los Estados en sí se debiliten. Por lo tanto, fomentar la fractura dentro de los Estados miembro de la UE es muy importante. Tan importante es que el Frente Nacional, que es anti Unión Europea, gane las elecciones en Francia como que España o Italia se fracturen. Todo eso supondría debilidad de la UE”.
El analista ha contado que la estrategia del presidente ruso pasa por no apoyar de forma abierta a Cataluña, lo que podría alentar movimientos independentistas dentro de la Federación Rusa. Ha explicado: “Con un micrófono delante, Putin dice que todo esto está ocurriendo por la frivolidad básicamente de los alemanes, pero también de los estadounidenses y los franceses, de alentar lo que ocurrió en los Balcanes. Y en parte tiene razón. Pero lo que también dice, y es mentira, es que de Kosovo viene todo esto. Pero al mismo tiempo que en voz alta dice esto, su inteligencia juega a la contra, porque a él le interesa una Europa débil. A mayor debilidad europea, mayor capacidad de influencia rusa”.
Los gobiernos proindependentistas no se reconocen entre sí
El independentismo catalán no puede contar con que los dos países ‘y medio’ que podrían reconocer una república independiente declarada de forma unilateral actúen de forma conjunta a favor de ella ante la comunidad internacional. Se da la circunstancia de que, siguiendo los intereses de Rusia, no mantienen relaciones mutuas entre todos ellos.
Venezuela es uno de los pocos países del mundo que ha reconocido a Osetia del Sur, pero no lo ha hecho con Kosovo. Esta región de la antigua Yugoslavia se independizó de Serbia, el aliado tradicional de Rusia en los Balcanes. Por ese mismo motivo, el Gobierno osetio del sur tampoco reconoce como Estado soberano a Kosovo. Esta falta de reconocimiento es mutua.