Antonio José Chinchetru (ALN).- Los planes de Carles Puigdemont para ser investido presidente de Cataluña mediante videoconferencia no cuentan con garantías de éxito. Se están produciendo dimisiones de pesos pesados del separatismo, tanto dentro de su partido como en Esquerra Republicana de Catalunya. Esta formación, además, quiere garantías de que la fórmula que impulsa el fugado en Bélgica no vaya a ser tumbada por los tribunales.
Carles Puigdemont se mantiene firme en su intención de ser nombrado presidente de la Generalitat de Cataluña sin volver antes a España. Su plan pasa por participar en el debate de investidura en el Parlamento autonómico a través de videoconferencia o, como alternativa, que un diputado de su grupo hable en su lugar. Sin embargo, no es seguro que pueda llevar a cabo estos planes.
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) quiere garantías legales para apoyar la investidura de Puigdemont como presidente de la Generalitat. El segundo gran partido independentista desea contar con un aval jurídico, elaborado por servicios jurídicos de la Cámara autonómica, para llegar a un acuerdo con Junts per Catalunya, la marca electoral con la que se presentó a las elecciones el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT). El partido presidido por Oriol Junqueras es consciente de que una participación telemática del candidato en el debate puede ser contraria al reglamento del Parlamento catalán, por lo que su nombramiento podría después ser anulado por los tribunales.
Oriol Junqueras sostiene que “los diputados deben asistir a las votaciones del Pleno”
El líder de ERC ha ido incluso más allá que su propio partido. En un escrito dirigido al juez instructor del Tribunal Supremo para solicitar su traslado a una cárcel catalana y un permiso penitenciario (se encuentra en prisión preventiva acusado de rebelión, sedición y malversación), presenta su petición con argumentos que implican que considera que la estrategia planteada por Puigdemont es ilegal. El texto, según ha informado El Mundo, sostiene que según el reglamento del Parlamento autonómico “los diputados deben asistir a las votaciones del Pleno”, que son “insustituibles” y que su voto es “indelegable”.
Al margen de estos nuevos problemas, el liderazgo de Puigdemont está cada vez más en entredicho. Una muestra de debilidad es que, con pocas horas de diferencia, se han producido tres importantes deserciones en las filas separatistas.
Dimisiones de peso en el PDeCAT
Este martes arrancaba con la dimisión de Artur Mas de la presidencia del PDeCAT, la formación a la que pertenece el aspirante a jefe del Gobierno catalán fugado en Bélgica. No se trata de una retirada de menor importancia. Mas no sólo fue el antecesor de Puigdemont al frente del Ejecutivo autonómico. Fue su mentor para el cargo, quien propuso su nombre como el de una persona que podría lograr el voto favorable de la ultraizquierdista Candidatura de Unidad Popular (CUP).
Tras el referéndum ilegal del 1 de octubre, Artur Mas trató de llevar al PDeCAT a una estrategia de moderación
Pero la importancia de Artur Mas, delfín del histórico líder nacionalista Jordi Pujol, en el PDeCAT va más allá. Es el fundador del partido, que nació como heredero de una Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) que se disolvió a causa de los numerosos casos de corrupción en los que estaba implicada una parte importante de sus dirigentes. También fue quien lanzó de forma definitiva el desafío independentista en 2012. Sin embargo, tras el referéndum ilegal del 1 de octubre y ante la evidencia de que la vía unilateral no podía triunfar, trató de llevar a la formación a una estrategia de moderación.
Aunque en la comparecencia ante los medios en la que anunció su dimisión dijo que no quiere ser “un freno” para el PDeCAT y Junts per Catalunya, también lanzó mensajes que dejan claro que no comparte la visión de Puigdemont.
Dijo que al no haber sobrepasado “claramente el 50% de los votos”, el separatismo no está en condiciones de “acelerar la implementación de la independencia en el cortísimo plazo, porque es muy difícil hacerlo con el 47,5% de los votos”.
Un apoyo menos en ERC
Esta dimisión coincidía en el día con la retirada de la política de otro peso pesado del independentismo catalán. El exconsejero (exministro regional) de Justicia Carles Mundó renunciaba a su acta de diputado y anunciaba que se retiraba para dedicarse al sector privado, en concreto al ejercicio de la abogacía. Hasta ese momento, Mundó era uno de los hombres fuertes de ERC.
Carles Mundó contaba con la total confianza tanto de su jefe de filas, Oriol Junqueras, como de Puigdemont
Su figura no es importante tan sólo en el seno de esta formación. Se trata de una persona que contaba con la total confianza tanto de su jefe de filas, Oriol Junqueras, como de Puigdemont.
La tercera persona que abandona el barco días antes de encarar el arranque de la legislatura es otra integrante del PDeCAT que jugaba un papel fundamental en el independentismo. Se trata de la exdiputada autonómica, alcaldesa de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y presidenta de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), Neus Lloveras. Lloveras no concurrirá a las elecciones municipales de 2019, pero tiene mayor importancia su dimisión como presidenta de la AMI, que se oficializa este jueves. La AMI, que agrupa a los gobiernos municipales controlados por separatistas, ha sido uno de los instrumentos fundamentales en la movilización política y social de los partidarios de la ruptura con España.