Antonio José Chinchetru (ALN).- La inestabilidad política y jurídica creada por Carles Puigdemont y sus socios independentistas, unida a la lenta respuesta que está ofreciendo Mariano Rajoy, ya han dañado de forma profunda la economía catalana. Además, en pocos días se ha pasado de descartar un contagio al resto de España a prever una caída en el crecimiento del PIB y una menor creación de empleo.
La capitalización de las empresas cotizadas en Bolsa que han trasladado su sede social, y en muchos casos también la fiscal, fuera de Cataluña desde el pasado 7 de octubre equivale a casi el 40% del Producto Interior Bruto de esa comunidad autónoma. Esta cifra es sólo un ejemplo del efecto devastador que el reto independentista, unido a la lentitud de la respuesta por parte del Gobierno de Mariano Rajoy, están teniendo sobre la economía de la región. El riesgo de contagio a la economía del resto de España es cada vez mayor.
Aunque el fenómeno comenzó años antes, con el inicio del reto independentista cuando Artur Mas era presidente de la Generalitat de Cataluña, la fuga de empresas de esa región a otros puntos de España se ha acelerado durante las últimas semanas. Desde la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre convocado por el presidente catalán, Carles Puigdemont, y sus aliados en el Parlamento regional, son hasta ahora 917 las compañías que han trasladado su sede social, según los datos del Registro de la Propiedad.
La capitalización de Bolsa de las cotizadas que han trasladado su sede equivale a un 39,88% del PIB de Cataluña
El proceso se convirtió en una auténtica estampida después de que el Banco Sabadell anunciara que había tomado esta decisión el 7 de octubre. Pronto le siguieron otras numerosas firmas de todos los sectores y tamaños, incluyendo gran parte de las empresas presentes en Bolsa. La capitalización bursátil de las compañías cotizadas que se han trasladado fuera de Cataluña es, al cierre de la sesión de este miércoles, de 84.511,27 millones de euros (99.962,36 millones de dólares). Equivale a un 39,88% del PIB de Cataluña. Este se situaba al finalizar 2016 en 211.915 millones de euros (250.664 millones de dólares).
Los dos grandes bancos hasta hace poco catalanes, el Sabadell y CaixaBank, tomaron la decisión de trasladar sus sedes ante una situación que les ponía contra las cuerdas. En los días posteriores al referéndum ilegal, sus clientes retiraron depósitos por un valor conjunto de 9.000 millones de euros (10.649 millones de dólares), según informó El Confidencial. Dos terceras partes de esa cifra corresponden a CaixaBank, y los 3.000 millones de euros restantes (3.549,4 millones de dólares) al Sabadell. Tras el cambio de domicilio, ya han recuperado 2.000 millones de euros (2.366,3 millones de dólares), según ha informado ABC.
Pérdida de PIB catalán
Según un estudio de Sociedad Civil Catalana, el reto independentista le ha costado a Cataluña el 3% de su PIB. De hecho, ha perdido su posición de región con mayor riqueza de España para ceder el puesto a la Comunidad de Madrid. El mismo informe también destaca que desde que comenzara el llamado, por los secesionistas, proceso, se ha hundido en términos de competitividad frente al conjunto de la Unión Europea.
En 2010, Cataluña ocupaba el puesto 103 de 273 regiones europeas en cuanto a competitividad. Madrid se situaba en el lugar número 56. En 2016 ambas comunidades habían bajado en la clasificación, pero la gobernada por los independentistas lo hizo mucho más que la que acoge a la capital de España. Cataluña se vio relegada al puesto 153, frente al 83 de Madrid. De esta manera, aumentó de forma evidente la diferencia en esta materia entre los dos motores económicos del país.
Según el estudio de Sociedad Civil Catalana, el impacto de una independencia real sería todavía más devastador. Cataluña perdería el 14,2% de su PIB y el 44,8% de sus ventas al resto de España (su principal mercado). Se perdería un 16,3% de los puestos de trabajo y la renta media de las personas se vería reducida en 3.942 euros (4.666 dólares).
Aunque todavía no hay datos disponibles a las últimas semanas, la inversión extranjera en Cataluña comenzó a caer en picada en el segundo trimestre de este año. En términos interanuales se produjo un descenso del 10,19%, al pasar de 786,99 millones de euros (937,97 millones de dólares) entre abril y junio de 2016 a 706,8 millones de euros (842,1 millones de dólares) en los mismos meses de 2017. La evolución en el conjunto de España fue un crecimiento del 12,69% y en la Comunidad de Madrid aumentó en 92,86%, al pasar de 1.813,72 millones de euros (2.160,43 millones de dólares) en el segundo trimestre del pasado ejercicio a 3.497,98 millones de euros (4.166,73 millones de dólares) en el mismo periodo del actual.
Un sector que está siendo especialmente castigado en Cataluña es el turístico, uno de los motores económicos de la región. El vicepresidente de la patronal Exceltur, José Luis Zoreda, ha dicho este jueves en Antena3 Televisión que, de agravarse la situación política y social, la caída de reservas en Cataluña de aquí a final de año podría superar el 20% que calcularon tras el 1 de octubre. El impacto negativo podría pasar, según los nuevos cálculos de la organización, de los 1.200 millones de euros (1.421,6 millones de dólares) previstos inicialmente a 1.800 millones de euros (2.132,3 millones de dólares).
Contagio al resto de España
Hasta ahora, el resto de España parecía a salvo de los efectos negativos que el reto independentista está teniendo sobre la economía de Cataluña. De hecho, tanto el Fondo Monetario Internacional como Standard & Poors’s y JP Morgan habían descartado recientemente que existiera riesgo de contagio. Han sido las propias autoridades españolas las que han venido a acabar con esa idea.
Las autoridades españolas han acabado con la idea de que no habría contagio al resto del país
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha anunciado este miércoles que estima que el impacto negativo de la crisis catalana sobre la economía de España oscile entre 4.000 y 12.000 millones de euros en 2018. Según sus cálculos, el crecimiento para el próximo año se vería reducido entre cuatro décimas y 1,2 puntos. La previsión anterior de la AIReF era que la economía española creciera un 2,7% el próximo ejercicio, y ahora la reduce hasta 1,5%. Esto tendría además un impacto sobre la creación de puestos de trabajo. El organismo estima que se generarán 250.000 empleos, la mitad que en 2017.
El Gobierno también ha revisado a la baja sus proyecciones de crecimiento para España. En el Plan Presupuestario enviado a las autoridades de la Unión Europea, el Ministerio de Economía ha reducido sus previsiones de aumento del PIB español en 2018 de un 2,6% a un 2,3%. Aduce como motivos la inestabilidad en Cataluña y la falta de unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) aprobados en el Parlamento, por lo que se prorrogarán los de 2017. La ausencia de unos nuevos PGE se debe también al desafío independentista, puesto que el Partido Nacionalista Vasco no los ha apoyado como respuesta de la negativa del Ejecutivo de Rajoy a negociar una secesión pactada de Cataluña.
El Ministerio de Economía coincide con la AIReF en que disminuirá la creación de empleo, aunque de forma más moderada. En concreto estima que se pasará de 500.000 nuevos puestos de trabajo en 2017 a 425.000 en 2018. Todo esto afectará al déficit, cuya estimación se ha elevado a un 2,3% del PIB. Esto supone que se superará en una décima el objetivo comprometido con Bruselas.