Leticia Núñez (ALN).- El premio Nobel de Literatura clausurará la concentración contra la independencia que tendrá lugar el domingo en Barcelona. Lleva años escribiendo contra el nacionalismo. Por eso ahora, con la crisis catalana en pleno auge, no podía faltar a la cita. “Vargas Llosa volverá a defender la España democrática y de las libertades. Es un símbolo”, cuenta a ALnavío Cayetana Álvarez de Toledo, impulsora de la Plataforma Libres e Iguales, quien propuso al escritor que, una vez más, alce la voz contra el independentismo.
“Le llamé y le pregunté si podía hacer el discurso de clausura y me dijo que sí. Retrasó un viaje que tenía previsto a Rusia y ahí que nos vamos juntos el domingo”. Quien realizó la propuesta es Cayetana Álvarez de Toledo, impulsora de la Plataforma Libres e Iguales, en defensa de los principios democráticos. Quien descolgó el teléfono fue el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. Y el acto por el que el escritor hispano-peruano cambió sus planes es la manifestación contra la independencia convocada para este domingo en Barcelona por Societat Civil Catalana, una entidad fundada hace tres años para contrarrestar el auge del proceso soberanista.
Vargas Llosa tenía claro que no podía faltar a una cita tan señalada. Lleva años implicado en casi todas las grandes batallas contra el nacionalismo en general y contra el catalán en particular. No es de los que se muerden la lengua. Y menos si es para defender la democracia. Por eso, el Nobel aceptó el encargo de Álvarez de Toledo. Una vez más, toma partido en el desafío independentista. O, como reza el título de su apocalíptica novela, entra en La guerra del fin del mundo.
Es, además, la primera vez que Vargas Llosa se subirá a una tarima para intervenir en un acto político desde que en 1990 compitió como candidato presidencial en Perú contra Alberto Fujimori.
El propio Vargas Llosa ha contado en múltiples ocasiones que Barcelona tuvo una “enorme importancia” para su evolución vital y como escritor. Allí vivió a finales de los años 70. Allí dice que conoció la libertad. Pero ahora, casi 40 años después, lamenta “no reconocer en la Barcelona de hoy la Barcelona que yo conocí”, como señaló hace apenas unas semanas en la Casa de América en Madrid.
De ahí el discurso que el escritor ofrecerá este domingo tras la manifestación que recorrerá las calles barcelonesas con el lema “¡Basta ya! ¡Recuperemos la sensatez!”. Hablará justo en pleno auge del desafío independentista tras el referéndum ilegal que calificó como “el monólogo patético de una minoría ciega y sorda a la racionalidad” y lo hará “en defensa de la España democrática, de la España de las libertades, que es la que se funda en el año 78 y que es la que el separatismo pretende destruir”, según detalla Álvarez de Toledo a ALnavío.
Pero Vargas Llosa es mucho más. Así lo defiende la responsable de que el escritor clausure la concentración: “Mario es un símbolo de mucho de eso, es nuestro español más universal, de origen peruano pero también español, es un Premio Nobel de Literatura y una persona que siempre ha sido combativa con las ideas reaccionarias y en particular del nacionalismo”.
La cita pretende plasmar “la preocupación” de miles de catalanes y españoles por la posible declaración unilateral de independencia, que podría tener lugar a comienzos de la próxima semana. También, según Societat Civil Catalana, puede ser una oportunidad para que esa “mayoría silenciosa demuestre que también sale a la calle”.
En declaraciones al periódico La Vanguardia, la entidad aclara que su intención “no es pedir la dimisión de nadie, sino transmitir un mensaje de unidad, en defensa de los valores constitucionales y de mantener nuestros vínculos políticos, económicos y personales con el conjunto de España”.
“Mario es un símbolo, es nuestro español más universal”, dice Álvarez de Toledo
Ya lo dice Vargas Llosa y así lo reflejó en un artículo publicado la semana pasada en el diario El País: “Esto que tiene una salida perfectamente negociada dentro de la legalidad, no puede justificar la pretensión de cortar de manera unilateral 500 años de historia común y romper con el resto de una comunidad que está presente e imbricada de mil maneras en la sociedad y la historia catalanas”.
Ahora lo que toca, a juicio del Nobel, es “tender puentes primero, reconstruir los que se han roto”, como subraya en el citado artículo. O lo que es lo mismo: “Convencer a los menos fanatizados y recalcitrantes de que el nacionalismo -todo nacionalismo- siempre fue una epidemia catastrófica para los pueblos que sólo produjo violencia, incomunicación, exclusión y racismo”.
Vargas Llosa tiene claro que “por todos los medios racionales posibles, hay que persuadir a los catalanes de que el nacionalismo es uno de los peores enemigos que tiene la libertad y que este período aciago debe quedar atrás, como una pesadilla que se desvanece al despertar”. Por eso, el domingo dará de nuevo la cara y la batalla contra su particular ‘guerra del fin del mundo’.