Daniel Gómez (ALN).- Reina la incertidumbre entre los inversores ante el desafío rupturista de Cataluña. La evidencia está en el mercado de valores. Oryzon cambió la sede de Barcelona a Madrid y su cotización asciende 20%. Mientras, los dos grandes bancos catalanes, CaixaBank y Sabadell, se limitan a decir que protegerán los intereses de sus clientes, la mayoría fuera de Cataluña, lo cual es castigado por la Bolsa.
Con el desafío independentista de Cataluña como marco y el referéndum ilegal del pasado domingo como agravante, cada movimiento de una empresa catalana es mirado con lupa en el mercado. Reina la incertidumbre y ahí está el termómetro de la Bolsa para dejarlo en evidencia. Un ejemplo concreto: Oryzon anunció que cambiará la sede social de Barcelona a Madrid y disparó al alza la cotización. Mientras, Sabadell y CaixaBank, los bancos catalanes más importantes, aún en expectativa, caen arrastrando con ellos al Ibex 35.
El grupo de biotecnología Oryzon trasladó la administración y gestión de la empresa de Calle Sant Ferran 74, en Cornellà de Llobregat, Barcelona, a la Carrera de San Jerónimo 15, en Madrid. El motivo: “Optimizar las operaciones y la relación con los inversores”, como informó la empresa el martes por la tarde a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El anuncio no tardó en surtir efecto. La cotización en Bolsa cerró el martes a 1,93, y este miércoles se situó por encima de 2,2.
Este repunte de 23% contrasta con la tendencia de Oryzon en 2017. Hasta el cambio de sede las acciones habían caído 58%. Un descenso propiciado por los malos resultados del grupo, que cerró el primer semestre del año con pérdidas de 2,7 millones de euros (3,2 millones de dólares), y también porque Roche, su socio comercial más importante, rompió el contrato que había suscrito con la firma suiza para el tratamiento de la leucemia. Fue este último hecho lo que animó a Oryzon a mudarse a Madrid, asegura la firma. No el proceso independentista.
“Tras deshacerse el acuerdo con Roche, queremos acercarnos a la comunidad inversora de Madrid”, explicó en declaraciones al diario Expansión el fundador y director general de Oryzon, Carlos Buesa. La postura tampoco sorprende. El empresario siempre ha sido comedido sobre la situación catalana. No obstante, el hecho de cambiar Barcelona por Madrid es algo que la Bolsa ha premiado.
El mercado castiga la falta de claridad de Caixabank y Sabadell
Los bancos catalanes más importantes de España, CaixaBank y Sabadell, se pronunciaron el martes sobre la crisis en Cataluña guardando prudencia y manteniéndose a la expectativa, justo como dijo al diario ALnavío el presidente de Freixenet, Josep Lluís Bonet, ante la pregunta de si la fractura está afectando los negocios en Cataluña. “De momento creo que no. Afecta en el sentido de que hay inversiones que están a la espera y que según lo que pasase se materializarían o no”, señaló.
El pronunciamiento de CaixaBank no fue voluntario. La agencia Servimedia reveló el contenido de una comunicación interna que decía: “El único objetivo que persigue la entidad es el de proteger en todo momento los intereses de sus clientes, accionistas y empleados, garantizando la integridad de los depósitos”. En esa misma nota agregó: “Es importante comunicar proactivamente a nuestros clientes nuestro compromiso con la defensa de sus intereses, compromiso que a lo largo de la historia ha guiado siempre nuestras actuaciones y guiará las decisiones futuras que, en caso de ser necesario, hayan de tomarse”.
CaixaBank y Sabadell han perdido alrededor de 4,5% del valor de cotización en la sesión del miércoles
Es la postura que siempre ha defendido el banco. Sin embargo, cobra relevancia por el momento en que se produce y también porque dibuja un plan en caso de ruptura. Lo de “decisiones futuras” es delator. Asimismo, hay que reseñar que Cataluña supone la tercera parte del negocio de CaixaBank. Lo restante se concentra en otras comunidades españolas, de donde viene el grueso de los ingresos y también de los clientes. Justo a quienes quiere defender el banco.
La situación de Sabadell es similar. La entidad acumula el 19% del negocio en Cataluña, y alrededor de 70% se concentra en otras regiones de España. Y como CaixaBank, ésta también tiene una alternativa. Se intuyó tras las declaraciones del presidente, Josep Oliu. “Si fuera necesario se tomarían las medidas suficientes”, dijo en un acto celebrado en Oviedo recogido por la agencia EFE. En ese evento también expresó que “nuestro proyecto es contribuir a ser el mejor banco español de proximidad al cliente con la mejor tecnología puntera”.
Pese a todo, no hay claridad en las operaciones y esta falta de contundencia ha despertado el miedo en el mercado. CaixaBank y Sabadell han perdido alrededor de 4,5% del valor de cotización en la sesión de este miércoles. Además, ambas entidades están siendo las grandes responsables de la mayor caída del Ibex 35 desde marzo. En estos momentos encabezan el ranking de descensos del índice, que vuelve a moverse por debajo de los 10.000 puntos.
Con el objetivo de tranquilizar a los inversores, y también a los clientes en Cataluña, el ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo este miércoles que CaixaBank y Sabadell no tienen “nada que temer” pues son “bancos españoles y también europeos”. Sin embargo, las declaraciones no surtieron efecto, pues en Bolsa siguieron a la baja.
La Corona y los empresarios piden soluciones políticas
Con Cataluña como telón de fondo, la situación no puede ir de otra manera. El momento es crítico. Un referéndum ilegal y sin garantías democráticas podría ser suficiente para que la Generalitat declare la independencia. Acontecimiento que sucederá “en cuestión de días”, tal como afirmó el presidente catalán, Carles Puigdemont, en la cadena de televisión británica BBC.
La situación preocupa. Y tanto es así que hasta el rey Felipe VI, en su primer discurso televisado al margen de la alocución tradicional de Navidad, admitió que, por la “conducta irresponsable” de los dirigentes catalanes, puede “estar en riesgo la estabilidad económica y social de España”. Por ello, pidió la acción de los partidos nacionales.
Al Rey se suman empresarios como el valenciano Juan Roig, presidente de la cadena de supermercados Mercadona, y la patronal de empresarios catalana Foment del Treball. “Como español y como persona estoy muy preocupado y estoy asustado. Esa es la palabra. Hay un gravísimo problema en España y hay que reconocerlo. Mediante el diálogo se tendría que solucionar”, dijo Roig martes en un acto en Valencia del que se hizo eco la agencia Europa Press.
En esta línea, la patronal expresó en un comunicado que “en todos estos años, Foment del Treball ha defendido y promovido el diálogo, la negociación y el pacto, con la voluntad de recuperar la confianza y trabajar juntos desde el compromiso y el respecto”.
Mientras la Corona y los empresarios plantean soluciones, España espera la acción de la clase política. Hasta que no tomen medidas, seguirá la incertidumbre entre la sociedad, entre los mercados, entre las empresas, y en el devenir económico del propio país. Ya lo advirtió la agencia de calificación estadounidense Fitch: “La crisis catalana podría rebajar las previsiones de crecimiento”, que hasta ahora, caminaban por la senda correcta, y eran el mejor argumento del Partido Popular para sostener la gestión de Mariano Rajoy, presidente de España.