Leticia Núñez (ALN).- Analistas consultados por el diario ALnavío creen que el discurso de Felipe VI ante la situación de emergencia que vive España por el desafío independentista de Cataluña estuvo “dirigido al conjunto de los partidos políticos nacionales diciéndoles que tienen que ponerse de acuerdo y, sobre todo, al PSOE, para que apoye al Estado”.
“Firme, contundente, oportuno y adecuado”. Así valoran los analistas el mensaje que el rey Felipe VI dirigió este martes a los españoles en una alocución excepcional ante el desafío independentista lanzado por la Generalitat de Cataluña.
José María Marco, profesor en la Universidad Pontificia de Comillas ICAI-ICADE, subraya para el diario ALnavío que fue un mensaje “dirigido al conjunto de los partidos políticos nacionales (PP, PSOE y Ciudadanos) diciéndoles que tienen que ponerse de acuerdo y, sobre todo, al PSOE, como gran partido de la oposición, para que apoye al Estado”. En este sentido, agrega: “Creo que el Rey piensa que sin un acuerdo general de los partidos políticos se puede hacer poco”.
Precisamente, Felipe VI habló en el mensaje televisado de que una “situación de extrema gravedad” como la actual “requiere el firme compromiso de todos con los intereses generales”. Asimismo, señaló que “es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución”.
En una línea similar se pronuncia la periodista Carmen Enríquez, encargada de informar sobre la Casa Real para Televisión Española desde 1990 hasta 2007. A su juicio, “el Rey dice que es momento de que los poderes del Estado hagan que esto vuelva a la normalidad, que tiene que haber un acuerdo entre todos los partidos que ahora mismo no están de acuerdo”.
“El Rey señaló que ahora es el momento de poner orden porque hay mucha gente que no está de acuerdo con la independencia”
No obstante, ambos analistas aclaran que con el mensaje de este martes el Rey no invitó al Gobierno a aplicar el artículo 155 de la Constitución ni recordó al gobierno de Mariano Rajoy lo que tiene que hacer. “Se dirigió al conjunto de los partidos. No creo que esté tomando una posición explícita sobre lo que se tiene que hacer”, matiza Marco.
El citado artículo de la Carta Magna española establece que “si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al presidente de la comunidad autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general”.
“Asumió su papel de garante”
Al margen del llamado a los partidos políticos, Marco destaca “la claridad y naturalidad” con las que el monarca habló sobre el nacionalismo y “la firmeza con la que asumió su papel de garante, que implica dar seguridad a la gente y decirle que las instituciones están ahí”.
Según Enríquez, “el mensaje llegó en el momento más oportuno e intentó poner sensatez y sentido común” tras la convulsión social que generó la celebración el pasado domingo de un referéndum ilegal. Dice la periodista que Felipe VI “hizo un relato perfecto y completo de lo que está pasando. Dio una tranquilidad y esperanza a la gente diciéndole que los poderes del Estado tienen que actuar. Alentó a que eso tiene que pasar y parece ser que lo antes posible”.
En esta línea, Marco defiende que el discurso del monarca estuvo “a la altura de las circunstancias de lo que está ocurriendo en Cataluña, a la altura de la propia Corona y a la altura del papel que le corresponde al Rey”. Pero no sólo eso. A su juicio, también “estuvo a la altura política”.
Todo ello después de que Felipe VI denunciara “la deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado” por parte de los dirigentes catalanes. Acusó al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y a los miembros del gobierno autonómico de haber “quebrantado los principios democráticos de todo Estado de derecho”, así como de haber “socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando desgraciadamente a dividirla”.
Quebranto de las reglas democráticas, división de la sociedad y perjuicio económico. Tres puntos fuertes sobre los cuales el monarca hizo girar un discurso que, según insiste Enríquez, fue “adecuado” al momento. “Hay una toma del poder y de las calles por parte de una gente que se cree con derecho a saltarse a la torera todas las reglas y el Rey señaló que ahora es el momento de poner orden a esa historia porque hay mucha gente en Cataluña que no está de acuerdo con la declaración de independencia que parecer ser inminente”, concluye la analista.