María Rodríguez (ALN).- La declaración de independencia del presidente de la Generalitat se produjo en mitad de un discurso lleno de incorrecciones según los expertos. José María Marco, profesor de Historia de las Ideas Políticas en la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid, las analiza para el diario ALnavío.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, proclamó este martes la independencia de esta región española para, de forma inmediata, suspender dicha secesión. Lo hizo en un discurso lleno de afirmaciones incorrectas, falsas o matizables, según los expertos consultados por ALnavío, y donde, además, pidió empezar un diálogo con el Gobierno de España en busca de una solución pactada.
Como respuesta, el presidente español, Mariano Rajoy, pidió este miércoles a la Generalitat tras un Consejo de Ministros extraordinario que aclare si Puigdemont declaró o no la independencia para activar el artículo 155 de la Constitución con el que se intervendrían los órganos de la autonomía catalana.
En declaraciones al diario ALnavío, Carmelo Encinas, analista político y director de Opinión del diario español 20 Minutos, apuntó: “Creo que el relato y el argumentario independentistas que hablan de una España no democrática, que oprime y agrede a Cataluña, no es que sea exagerado, es que sencillamente es falso”. En este sentido, continuó: “Este es el argumento victimista que ha utilizado sistemáticamente el independentismo y el que usa en toda y en cada una de sus actuaciones”.
«Cataluña ha contribuido a la modernización de nuestro paíso pero esa modernización no es exclusiva de Cataluña», apunta Marco
Puigdemont aprovechó su comparecencia para explicar “por qué estamos donde estamos”, en alusión a los pasos que se han dado para concluir con la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre y la declaración de independencia del día 10. Entre los argumentos que mencionó el presidente catalán destacan ocho que analiza para el diario ALnavío José María Marco, profesor de Historia de las Ideas Políticas en la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid y autor, entre otras obras, de Sueño y destrucción de España. Los nacionalistas españoles, 1898-2015 (Planeta, 2015).
1 “Desde la muerte del dictador militar Francisco Franco, Cataluña ha contribuido tanto como el que más a la consolidación de la democracia española”.
“Esta afirmación de Puigdemont no se puede poner en duda en sí, pero sacar méritos de eso es un poco ridículo. No veo por qué hay que contraponerse [en ese sentido] a Madrid, Murcia o Andalucía, por ejemplo”, afirma Marco.
2 “Cataluña ha sido no sólo el motor económico de España, sino también un factor de modernización y de estabilidad”.
“Esto también es cierto en parte”, dice el profesor. “Es decir, Cataluña siempre ha sido una región muy dinámica, industrialmente avanzada con respecto a otras regiones de España y efectivamente ha contribuido a la modernización de nuestro país”, argumenta, pero precisa que esa modernización “no es exclusiva de Cataluña”, porque verlo así es establecer “una especie de preminencia de lo catalán sobre el resto de España”.
3 “Cataluña creyó que la Constitución española de 1978 podría ser un buen punto de partida para garantizar su autogobierno y su progreso material”.
“Eso se lo podrían aplicar ellos porque lo que están poniendo en duda es precisamente eso. Hay que partir de la Constitución. La observación es buena, pero en un sentido distinto del que dice o sugiere Puigdemont con su actitud”, sostiene el profesor de Historia de las Ideas Políticas.
4 “En 2005, una gran mayoría, el 88% de este Parlamento, siguiendo los procedimientos marcados por la Constitución, aprobó una propuesta de nuevo Estatuto de Autonomía, y la envió al Congreso de los Diputados. La propuesta catalana provocó una auténtica campaña de catalanofobia, estimulada de forma irresponsable por quienes querían gobernar España al precio que fuera”.
“Es verdad que hubo un respaldo alto al Estatuto, pero también es verdad que contradecía unos elementos muy importantes de la Constitución”, puntualiza Marco y es que, ante contradicciones entre Constitución y Estatuto, “la Constitución prevalece”, afirma el académico.
En cuanto a la catalanofobia, “no estoy nada de acuerdo. No me parece que haya habido un movimiento así en la opinión pública. Al contrario, creo que la opinión pública española es particularmente tolerante. Los españoles han sido muy pacientes y el boicot a productos catalanes no ha prosperado nunca, aunque haya gente que lo haya promovido”, sostiene el experto.
5 “En 2010 el Tribunal Constitucional emitió sentencia que recortaba el Estatut (…) Desde esa sentencia el sistema político español ha activado un proceso agresivo de recentralización. Desde el punto de vista del autogobierno, los últimos siete años han sido los peores de los últimos 40: laminación continuada de competencias a través de decretos, leyes y sentencias; desatención y desinversión en el sistema básico de infraestructuras de Cataluña, pieza clave del progreso económico del país; y un desprecio hiriente hacia la lengua, la cultura y el modo de ser y de vivir de nuestro país”.
A esta afirmación, el académico expone: “Todo ello es una falacia. Lo que resolvió sobre todo el Tribunal Constitucional era la cuestión de si Cataluña era una nación y eso no era compatible con la Constitución”.
Por otro lado, Marco puntualiza que no ha habido reducción de autogobierno en Cataluña. “Lo que sí es cierto es que el gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy, pero esto no es lo que dice Puigdemont, no ha cedido tanto como lo han hecho Gobiernos anteriores. Ahora bien, no es una reducción, es simplemente parar una política de secesión permanente, que es distinto”.
6 “Millones de ciudadanos han llegado a la conclusión de que la única forma de llegar a la supervivencia no sólo del autogobierno sino de nuestros valores como sociedad es que Cataluña se constituya en un Estado”.
“En cierto sentido es verdad que lo han conseguido [llegar a esa conclusión]: las manifestaciones de la Diada (Día de Cataluña), las encuestas… indican que hay una buena parte de la opinión pública catalana que respalda una tesis parecida, independentista. Pero también hay una buena parte de la opinión pública catalana que no apoya esa posición”, afirma Marco.
El profesor además puntualiza que “se elude un asunto muy importante: el papel del Gobierno catalán en la creación de esa opinión pública. Eso no ha sido espontáneo ni se ha creado por las buenas. Se ha creado por una propaganda, por una insistencia de los medios catalanes, sobre todo los controlados por la Generalitat”.
“Ustedes son del peor nacionalismo que ha existido en Europa”, le espetó Arrimadas a Puigdemont
Sobre este punto incidió gran parte de la intervención de Inés Arrimadas, líder de la oposición catalana en el Parlament, en respuesta al discurso de Puigdemont, al que se refirió como “la crónica de un golpe anunciado, de un golpe a la democracia, a este Parlament, a España y a la Unión Europea”.
“Ustedes son del peor nacionalismo que ha existido en Europa”, le espetó Arrimadas al presidente catalán y añadió: “Ustedes representan la división, el supremacismo y la insolidaridad; frente a la unidad, la igualdad y la solidaridad que representa Europa”.
La líder de Ciudadanos en Cataluña, además, señaló que entre los logros del Govern está “despertar a una mayoría silenciada por ustedes, por sus discursos y por sus medios de comunicación”, que muchos españoles “recuerdan que viven en un gran país”, porque “la mayoría de catalanes se sienten catalanes, españoles y europeos”.
7 “El expresidente Artur Mas y las exconsellers Joana Ortega e Irene Rigau, así como el exconseller de la Presidencia Francesc Homs, han sido inhabilitados por haber promovido un proceso participativo no vinculante y sin efectos jurídicos el 9 de noviembre de 2014. Y no sólo inhabilitados, sino multados de forma arbitraria y abusiva”.
“Eso no es verdad. Están inhabilitados porque incumplen la legislación. No están inhabilitados por dejar votar a la gente”, insiste Marco.
8 “La última esperanza que podía quedar era que la monarquía ejerciera el papel arbitral y moderador que la Constitución le atribuye, pero el discurso de la semana pasada confirmó la peor de las hipótesis”.
Según el académico, “ahí Puigdemont hace trampa”. Y es que “es verdad que la Constitución reconoce el papel mediador a la monarquía, pero al mismo tiempo el Rey es, primero, el símbolo de la nación, por lo cual no puede poner en duda su propia naturaleza y, segundo, no puede salirse del marco constitucional”, puntualiza Marco y concluye: “Se le pide al Rey que ampare una posición que dinamita el texto en el que se basa la monarquía. Esto no tiene sentido. El Rey no puede salirse de la Constitución”.
De cara al exterior, Marco explica que, con las imágenes de las cargas policiales del 1 de octubre, la opinión internacional “pareciera ir a favor de los separatistas, pero yo creo que luego se ha rectificado bastante”.
Por su parte, Encinas apunta que “lo que ocurrió este martes, Puigdemont no lo hizo de cara al resto de España, porque el resto de España sabe que lo que está diciendo es absolutamente falso”, sino hacia el exterior. El de Puigdemont es un relato “que puede entenderse fuera de España, al no tener la gente un conocimiento real y directo de lo que pasa en Cataluña”, puntualiza Encinas, aunque subraya que Cataluña “es un lugar donde se ejerce la democracia con absoluta libertad”.