Antonio José Chinchetru (ALN).- Cataluña es la cuna de algunos de los personajes más importantes de la historia y la cultura española y universal, según un grupo de historiadores que han recibido durante años subvenciones del gobierno nacionalista de esa comunidad autónoma.
El Institut de Nova Història es una entidad privada que durante años ha recibido generosas subvenciones de la Generalitat de Cataluña. Su objetivo central es reescribir la historia, puesto que según sus responsables ha habido durante siglos un complot español para ocultar la catalanidad de personajes como Cervantes, Hernán Cortés o Leonardo Da Vinci o de hechos como la Conquista de América. ALnavío ha recogido 10 de sus tesis, aunque podrían haber sido muchas más.
1. Miguel de Cervantes y William Shakespeare eran la misma persona, y además catalán.
Según esta tesis El Quijote se escribió en catalán, pero las autoridades españolas destruyeron el manuscrito y todas las ediciones en esa lengua después de traducirlo. Cervantes no sería de Alcalá de Henares en realidad se llamaría Joan Miquel Sirvent (o De Servent, según otros autores). Tuvo que huir de España y se refugió en Inglaterra, donde siguió escribiendo con un nombre que escondía en clave su auténtica identidad: ‘Will’ significa ‘seré’; ‘Am’ es ‘soy’ y ‘shake’ más ‘peare’ quiere decir (no explican cómo) ‘sirvent’.
2. Santa Teresa de Jesús era de Barcelona.
La escritora mística y fundadora de conventos no se llamaría Teresa de Cepeda y Ahumada ni sería de Segovia. Según la historiografía independentista en realidad se llamaba Teresa Enríquez de Cardona, nació en Barcelona y era la abadesa del Monasterio de Pedralbes, en la misma ciudad.
3. Francisco Pizarro era catalán.
El conquistador de Perú no era extremeño ni, tan siquiera, de origen humilde. En realidad, sería un hijo ilegítimo del rey Fernando el Católico (al que la historiografía independentista considera Rey de Cataluña) que tuvo que buscarse la vida en América para no ser perseguido por Carlos I. Su nombre real sería Francesc de Pinós de So i Carrós (tomado de su padre ficticio).
4. Hernán Cortés, otro conquistador nacido en Cataluña.
Si Perú fue conquistado por un catalán, México no podía ser menos. Su apellido sí sería con el que ha pasado a la historia ‘oficial’, pero su nombre de pila sería Ferran y, por supuesto, pertenecería a la supuesta casa real catalana. Esos orígenes regios no le impidieron ser un “republicano” que quiso constituir, curiosamente, “un reino independiente y separado de España”.
5. Leonardo da Vinci era también de origen catalán.
Las pruebas de la catalanidad del genio renacentista serían dos. Por una parte, su escudo familiar presenta tres barras rojas sobre fondo amarillo, que recordarían a la bandera catalana. No importa, eso sí, que esta última sea en realidad la de la Corona de Aragón y que sus colores responden a los de los símbolos papales. De ahí viene la coincidencia con el escudo de Da Vinci, que fue protegido por el Papa. La segunda prueba sería que Da Vinci en realidad sería Vinçà, un apellido común en Cataluña.
6. La Mona Lisa es la Virgen (negra) de Montserrat.
Si Da Vinci era catalán, su cuadro más afamado no podía dejar de serlo. El Institut de Nova Història ha resuelto el misterio sobre la identidad de La Gioconda. Se trataría de la catalana Isabel de Aragón, duquesa de Milán. Pero no sólo eso, su enigmática sonrisa sería la de la Virgen de Montserrat, conocida popularmente como La Moreneta, por su piel oscura. Las montañas del fondo serían precisamente las de Montserrat.
7. La Celestina se escribió en catalán.
Si la historiografía independentista reclama la catalanidad de El Quijote (considerado la primera novela moderna), no podría dejar de pasarle lo mismo a La Tragicomedia de Calisto y Melibea, una de las más importantes obras de teatro escritas en cualquier idioma. Fernando de Rojas no sería su autor, sino un mero traductor al español. El dramaturgo de cuya pluma nació La Celestina se llamaría Joanot Martorell.
8. La nación catalana nace en el siglo VII antes de Cristo.
Su capital estaría, según Víctor Curucull (fundador de la Asamblea Nacional Catalana) en la ciudad de Tartesos (en realidad esta se encontraba al sur de la Península Ibérica), que seguiría existiendo actualmente con el nombre de Tortosa.
9. La bandera de Estados Unidos es una copia de la catalana.
Desde el Institut Nova Història se sostiene que la prueba es que tiene “idénticas barras rojas”, cambiando “el oro” (amarillo) por “la plata” (blanco). El motivo sería que los primeros conquistadores de EEUU eran tropas reales catalanas y que, al elegir el emblema para el nuevo país, los padres fundadores escogieron su símbolo cambiando el oro de la monarquía por la plata que representaría la república.
10. Los catalanes inventaron la ONU en el siglo XI.
Es la tesis sostenida por Curucull. En una conferencia recuerda que la Sociedad de Naciones (antecedente de las Naciones Unidas) se fundó en el siglo XX. Añade que: “Nosotros en el siglo XI ya estábamos constituyendo una Sociedad de Naciones”.
La lista de ‘descubrimientos’ del Institut de Nova Història y autores próximos a esta institución es mucho más larga. Catalanes insignes, y en muchos casos de origen real, habrían sido Cristóbal Colón, Américo Vespucio, Erasmo de Rotterdam, Garcilaso de la Vega y unos cuantos más. Y no hay bandera ni escudo con los colores rojo y amarillo, o con barras rojas, no se sean copia o estén inspirados en la enseña de Cataluña.