Redacción (ALN).- La ciudad española de Valencia celebra estos días su fiesta más tradicional, las Fallas, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2016. Este martes, como todos los 19 de marzo, estos enormes e ingeniosos monumentos, satíricos y reivindicativos, serán pasto de las llamas.
Las Fallas 2019 de Valencia (España) reducirán a cenizas 7,67 millones de euros. Ese es el dinero invertido este año para construir y exhibir en los distintos barrios de la ciudad 770 ingeniosos monumentos de arte satírico y reivindicativo. Algunos superan hasta los 20 metros de altura y tratan temas que van desde la política (sobre todo la catalana) hasta la reivindicación feminista. Este martes las fallas arderán en la llamada Cremà, cada una en la plaza donde está ubicada. Pero ¿arderán todas? Todas no, habrá una falla que se libre del fuego en el día de San José.
A la quema de las fallas le seguirá un gran espectáculo pirotécnico que pondrá el punto y final a la celebración. Las fiestas arrancaron este jueves con previsiones de buen tiempo. El mismo que se espera para la noche de este martes, cuando ardan las fallas. Estos días también se han sucedido distintas mascletás, es decir, disparos pirotécnicos muy ruidosos, que van de menos a más, y con un final apoteósico.
Este año el presupuesto para la construcción de las fallas ha sido 8% superior al de años anteriores
Este año el presupuesto para la construcción de las fallas ha sido 8% superior al de años anteriores, lo que evidencia la fuerza de estas fiestas, que desde 2016 son Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Las 382 comisiones que han elaborado las fallas invirtieron para los monumentos grandes 5,78 millones de euros, 7,5% más que el año pasado. Para las fallas infantiles, de menor tamaño, el presupuesto ha sido de 1,89 millones, 9,38% más que en el ejercicio anterior, según recoge la agencia EFE.
Este año también aumenta la conciencia medioambiental. Cerca de 320 comisiones falleras se han sumado al reto “La Reciclà”, una iniciativa para reciclar 140 toneladas de vidrio en las fiestas y contribuir así a conservar el medio ambiente.
Las Fallas son sinónimo de caos en el tráfico (recordemos que hay 770 enormes monumentos repartidos por toda la ciudad), lo que invita a armarse de paciencia para circular por las calles, elija el transporte que elija. Pero en tiempo de Fallas, lo que apetece es recorrer la ciudad a pie y admirar estas obras que en breve serán pasto de las llamas.