Enrique Vélez Rosas (ALN).- Señor presidente Andrés Manuel López Obrador, quien le escribe y dirige estas palabras, es nieto de un prócer de los Estados Unidos Mexicanos, el capitán Enrique Rosas, graduado en la Heroica Escuela Naval Militar (HENM) y a la que precisamente se le ha denominado “Heroica” al habérselo ganado con creces cuando sus oficiales y cadetes, entre los cuales se encontraba mi abuelo, se defendieron en 1914 de la ocupación militar del puerto de Veracruz, por fuerzas estadounidenses, custodiando el suelo sagrado de la patria, ante la afrenta de los americanos en invadirla.
Mi abuelo fue condecorado en el Patio de Honor del Palacio Nacional en México con la “Medalla de la República” otorgada sólo a los “Patriotas Defensores de la República” y su nombre permanece grabado en el monumento a los “Defensores de Veracruz en 1914” en la Ciudad de México.
Mi madre, una auténtica mexicana, nacida en Veracruz, y que jamás renunció a su nacionalidad, fue a Venezuela hace más de 65 años y conjuntamente a mi padre German Vélez, hoy ya fallecido. Ambos profesionales graduados en la Universidad de Oklahoma, le entregaron a Venezuela, con sacrificio y dedicación, sus mejores esfuerzos e hicieron de ella su patria por adopción.
Siempre, a pesar de la lejanía, nos hemos sentido orgullosos de nuestros ancestros mexicanos y de su lucha por la libertad.
Cómo puede usted mantenerse impasible cuando una Asamblea Nacional Constituyente, elegida a dedo y de forma ilegal, se erige en un poder supraconstitucionalmente y es usada para perseguir y allanar la inmunidad parlamentaria de los diputados de la legítima Asamblea Nacional, electos democráticamente.
Pero hoy nosotros, desafortunadamente, sentimos vergüenza de su accionar, Andrés Manuel López Obrador, como presidente de los Estados Unidos Mexicanos y de su gobierno.
Cómo puede usted quedar inerme y neutral ante la muerte de jóvenes que sólo reclaman la entrada de ayuda humanitaria para salvar ancianos enfermos y niños desnutridos, a manos de las fuerzas represivas que sólo tratan de ocultar una verdad, que hasta la misma alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha tenido que reconocer en su informe.
Cómo puede usted quedar impávido ante las manifestaciones de autoritarismo antidemocrático de Nicolas Maduro, cuando de manera flagrante usurpa la Presidencia de la República de Venezuela, con la mera excusa de haber sido reelecto, cuando todo el mundo pone en duda esas elecciones y las tilda de amañadas, dándole una írrita legitimidad de origen.
Cómo puede usted mantenerse impasible cuando una Asamblea Nacional Constituyente, elegida a dedo y de forma ilegal, se erige en un poder supraconstitucionalmente y es usada para perseguir y allanar la inmunidad parlamentaria de los diputados de la legítima Asamblea Nacional, electos democráticamente.
Reconsidere su oprobiosa conducta y haga un análisis introspectivo de su adulante actitud a las tiranías de los Castro y al mal que ellos le han hecho a Cuba, a Venezuela, e intentan seguir haciendo en México.
Estamos seguros de que hoy nuestro ancestro se uniría a la lucha en pro de ayudar a liberar a Venezuela.