Daniel Gómez (ALN).- La Línea 2 del Metro de Panamá se construye gracias a Carlos Slim. El magnate mexicano salvó la continuidad de la obra, ejecutada por el consorcio FCC-Odebrecht, y ahora este gana otro contrato relacionado con el proyecto: el de un ramal que unirá la capital con el Aeropuerto de Tocumen.
La sociedad FCC-Odebrecht sigue ganando contratos en Panamá. El viernes se proclamó ganadora de un ramal de la Línea 2 del Metro. Su oferta no fue la más económica, pero su propuesta técnica superó con creces la de los competidores, que eran el consorcio español OHL-Mota Engil y la firma Acciona Construcción, también de España.
Con una puntuación de 908 y un precio de 102,9 millones dólares (88,1 millones de oferta y 14,8 millones de financiamiento) el consorcio hispano-brasileño se ganó el proyecto. Un ramal aéreo de la Línea 2 que une la capital panameña con el principal aeropuerto del país, Tocumen.
Gracias a esta adjudicación, que deberá validarse el martes, FCC y Odebrecht continúan su luna de miel con el Metro de Panamá. Ellos han sido los encargados de construir las líneas 1 y 2. Pero esta historia ha atravesado momentos difíciles.
Hace un año y medio, la constructora brasileña cayó en desgracia luego de que la operación Lava Jato en Brasil la señalara como responsable de un escándalo de corrupción, sobornos y favores políticos en 10 países de Latinoamérica. Panamá incluido.
Por aquel entonces, Odebrecht y FCC avanzaban con las obras de la Línea 2, pero todo se torció con el escándalo. En agosto de 2017 se vivieron momentos decisivos. La constructora brasileña se había quedado sin capacidad de financiamiento. Además, fue multada por el Estado panameño con 220 millones de dólares. Todo apuntaba al fracaso y fue en ese instante cuando apareció Carlos Slim.
En 2016, el magnate mexicano se convirtió en el principal accionista de FCC. Entró en la constructora española cuando esta estaba a punto de quebrar, y prometió revitalizarla aprovechando su influencia en América Latina. En agosto de 2017, Slim cumplió su palabra. Antes de que las autoridades panameñas cancelaran el proyecto del Metro, apareció un crédito de 640 millones de euros concedido por el banco del magnate, el Grupo Financiero Inbursa.
Con ese préstamo, FCC y Odebrecht salvaron el proyecto, valorado en 1.800 millones de euros. Este sigue en construcción y lleva 84% de avance. Pero el préstamo de Slim trajo mucho más. Sembró confianza en las autoridades panameñas y la prueba es que acaban de adjudicarle la nueva obra.
La ambición de Panamá
“El equipo ha realizado todos los estudios y análisis pertinentes que permitirán desarrollar una obra en tiempo, con calidad y con la menor afectación posible, enfocándose siempre en el beneficio de la población”, dijo el consorcio hispano-brasileño en un comunicado.
El contrato contará con un periodo de ejecución de 28 meses y contempla los servicios de ingeniería de diseño, construcción de las obras civiles, instalaciones auxiliares de línea y estaciones. También los interfaces con los sistemas integrados ferroviarios para la puesta en marcha del ramal.
Cabe destacar la importancia de estas obras. Panamá aspira a convertirse en el centro de distribución de América Latina. En términos comerciales, ya lo es gracias al Canal. Pero quieren mucho más. Y eso tiene que ver con el Aeropuerto de Tocumen y con el Metro.
Odebrecht fue multada por el Estado panameño con 220 millones de dólares
El Metro será clave este enero. Del 22 al 27 de ese mes tendrá lugar en Panamá la Jornada Mundial de la Juventud, la cual concluye con una visita del papa Francisco. El Gobierno tiene muchas esperanzas puestas en este evento, tanto en términos comerciales como de visibilidad.
El país está preparando sus infraestructuras para ese día. La Línea 1 del Metro (que costó 2.200 millones de euros) ya está en funcionamiento. FCC y Odebrecht prometieron dejar operativas cinco de las 16 estaciones de la Línea 2.
Luego está el aeropuerto. Será clave para recibir a los visitantes que vayan al evento, y también de cara al futuro en sus planes de convertir al país en un centro logístico. Espera recibir 20 millones de pasajeros al año.
Tras 800 millones de dólares de inversión, el proyecto, también ejecutado por la brasileña Odebrecht, no logró estar listo para este verano, y se espera que finalice en diciembre.