Leticia Núñez (ALN).- La situación de la constructora española, de la que es accionista mayoritario el magnate mexicano Carlos Slim, ha dado un giro de 180 grados desde su llegada. El empresario salvó las obras de la Línea 2 del Metro de Panamá y ahora el país centroamericano va camino de convertirse en un mercado talismán para FCC. Este lunes se adjudicó un contrato por 85 millones de euros, que se suma al conseguido en noviembre y valorado en 465 millones de euros.
Viento en popa para FCC en Panamá. La constructora española Fomento de Construcciones y Contratas, de la que es accionista mayoritario el magnate mexicano Carlos Slim, se ha adjudicado este lunes un contrato en el país centroamericano y otro en México a través de su filial Aqualia. Ambos suman una cartera de cerca de 200 millones de euros, tal como informó la empresa en un comunicado.
Se trata de dos proyectos que afianzan la posición de Aqualia y de FCC en Latinoamérica, y más concretamente en Panamá. Allí, la situación de la compañía española ha experimentado un giro de 180 grados desde que Slim entró en el capital de FCC hace tres años. El magnate mexicano salvó las obras de la Línea 2 del Metro de Panamá con un crédito de 640 millones de euros el pasado agosto a través del Grupo Financiero Ibursa.
El proyecto había entrado en punto muerto una vez salió a la luz el escándalo de corrupción de la multinacional brasileña Odebrecht, máxima accionista del consorcio. Las corruptelas del grupo espantaron a los inversores y a la banca. Pero ahí estaba Slim.
FCC había ejecutado la primera línea de Metro de la capital, salvó la segunda y ahora compite por la tercera, junto con el Grupo Carso (también de Slim).
Slim salvó las obras de la Línea 2 del Metro de Panamá con un crédito de 640 millones de euros
Desde entonces, Panamá va camino de convertirse en un mercado talismán para FCC, que abandonó los números rojos en el tercer trimestre de 2017, tal como se desprende del informe de resultados publicado entonces. El pasado 17 de noviembre, la constructora, en consorcio con Carso, ganó el concurso para la ampliación del primer tramo de la carretera Interamericana en Panamá, un proyecto con un presupuesto de 465 millones de euros.
La compañía estima que circularán unos 30.000 vehículos cada hora por la nueva vía ampliada, que no sólo contribuirá a mejorar la movilidad a las regiones del interior de Panamá, sino también el turismo nacional. En este sentido, cabe destacar que FCC ya acometió otras obras viales en Panamá, como son dos tramos del corredor Vía Brasil.
Ahora, el Ministerio panameño de Salud ha elegido a la filial de FCC para el diseño, construcción, operación y mantenimiento de la planta de tratamiento de aguas residuales de Arraiján, uno de los cinco distritos de la provincia de Panamá Oeste.
El proyecto está valorado en cerca de 85 millones de euros e incluye el diseño de la primera etapa de la planta, que tendrá capacidad para tratar 86.400 metros cúbicos diarios. Según recoge la agencia EFE, la filial Aqualia se encargará de la operación y mantenimiento durante un periodo de 10 años.
Respecto al proyecto que se ha adjudicado en México se trata del diseño, construcción, equipamiento, puesta en marcha y mantenimiento de la planta desaladora de Guaymas, en el estado de Sonora, durante 20 años. La instalación, que supone una cartera de unos 110 millones de euros, prestará servicio a cerca de 100.000 habitantes de los municipios de Guaymas y Empalme, en el Golfo de California.
Al margen de Panamá y México, FCC se adjudicó en diciembre la mejora de la carretera “Los Chinamos-El Ayote” en Nicaragua por 32 millones de euros. El desarrollo de esta infraestructura beneficiará a más de 15.000 habitantes, según publicó la propia compañía en un comunicado.