(EFE).- El Ejército y la Fiscalía colombiana capturaron a dos presuntos cabecillas del Clan del Golfo en el departamento de Antioquia buscados por fabricación, tráfico, porte de armas y munición de uso restringido, informaron las autoridades este martes.
En un comunicado, el Ejército explicó que se logró la captura de estos dos sujetos que pertenecerían a la subestructura Jorge Iván Arboleda Garcés del Clan del Golfo, la mayor banda criminal del país, en la vereda El Silencio, en el municipio de Remedios.
Las autoridades detallaron que uno de los capturados sería un cabecilla de la banda criminal mientras que el otro, conocido como alias «Diego», sería el cabecilla financiero de esta estructura, a cargo de las extorsiones, secuestros y minería ilegal.
A los capturados se les incautaron dos armas de fuego, tres proveedores, más de 60 cartuchos, un radio de comunicaciones, cuatro equipos de telefonía celular y aproximadamente 15 millones de pesos en efectivo (aproximadamente 3.300 dólares).
#EsNoticia | En desarrollo del #PlanAyacucho, la #Brigada14 del @COL_EJERCITO y @FiscaliaCol capturaron a dos presuntos cabecillas de la subestructura Jorge Ivan Arboleda Garcés, del Clan del Golfo, en zona rural del municipio de Remedios, Antioquia. pic.twitter.com/hof3GG7nE6
— Coronel Manuel González Díaz (@ManuelGondi) April 25, 2023
Confiscan identificaciones falsas a los dos cabecillas del Clan del Golfo
También les confiscaron 48 gramos de oro, una gramera, identificación falsa y documentos con información de interés para las autoridades investigativas, añadió la información.
Los capturados, junto al material incautado, fueron dejados a disposición de las autoridades competentes para su respectivo proceso de judicialización.
Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), como también se hace llamar el Clan del Golfo, se remontan al paramilitar Vicente Castaño, quien en 2006 abandonó el proceso de desmovilización y rearmó una unidad paramilitar.
El Clan del Golfo es el principal grupo criminal del país, dedicado sobre todo al narcotráfico y actividades ilegales, y tiene mucha influencia en la costa Caribe y Pacífica, con alrededor de 9.000 miembros y control en catorce departamentos.
La influencia de los cabecillas sobre cada una de las células que conforman esta red nacional es «cada vez más débil y el grupo tiene el riesgo inminente de dividirse en facciones independientes», según la información de InSight Crime.