(EFE).- Recientemente, el Gobierno de Venezuela conformó una «comisión presidencial» contra el cambio climático, pero expertos en la materia aseguran que es insuficiente, ya que -afirman- el país tiene un largo camino que recorrer para abordar y generar soluciones a esta problemática que se suma a la lista de asuntos por resolver.
El Ministerio de Ecosocialismo (medioambiente) afirmó, el pasado 3 de marzo, que esta comisión hizo la presentación de una propuesta contra el cambio climático, que será llevada a otros organismos del Estado para su aprobación, aunque no ofreció detalles sobre este plan.
«La propuesta es novedosa y viene a complementar todas las decisiones del Gobierno nacional, para que no solo sea el Gobierno central y la revolución bolivariana, sino que también sean las empresas privadas y las universidades las que se comprometan en el cuidado y preservación de la madre tierra», explicó el ministro de Ecosocialismo, Josué Lorca.
Pero, tras la exposición del funcionario, diversos expertos alertaron de que únicamente se ha hecho el trámite de la formalidad, sin profundizar en el asunto y sin ir más allá.
MENOS FORMALIDADES, MÁS ACTUALIZACIONES
El gerente general de Fundación Tierra Viva, Alejandro Luy, explicó a Efe que Venezuela ha cumplido «en lo formal», al ser parte de la Convención contra el Cambio Climático, firmar el Acuerdo de París, nombrar representante ante el Fondo Verde para el Clima y actualizar la Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC, por su sigla en inglés), pero no en lo práctico.
«Tiene todas las formalidades, pero si uno le preguntara en la actualidad al Ministerio o a la comisión cuál es el plan para Venezuela, no existe un plan de adaptación o mitigación al cambio climático (…) Se ha avanzado en lo formal pero no en lo práctico», subrayó.
Por otra parte, destacó la necesidad de actualizar la información, porque el inventario más reciente de gases de efecto invernadero, por ejemplo, es de 2010.
«Estamos hablando de una Venezuela que no es la de hoy, estamos hablando de una Venezuela donde era común conseguir (encontrarse) en cualquier ciudad largas filas de vehículos en una autopista, pues eso no es lo mismo (…) esos cambios tienen que afectar metas, propuestas y ajustes», dijo.
Luy se pregunta cuántos gases está emitiendo la nación caribeña en la actualidad y cuáles son los sectores más importantes.
«Tenemos 12 años sin hacer ese diagnóstico, así que estamos trabajando en función de algo que ocurría en 2010, que muy probablemente difiera de lo que estamos en la actualidad», apostilló.
INSTITUCIONALIDAD NECESARIA
La miembro de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales Alicia Villamizar señaló a Efe que la dependencia creada por el Ministerio de Ecosocialismo no está articulada dentro del organigrama del despacho, cuando la complejidad del tema del cambio climático requiere de una «institucionalidad particular (…) algo que Venezuela no tiene».
«Tenemos muy poco soporte o, prácticamente, ninguno institucional y sin ninguna institucionalidad capaz de albergar políticas e instrumentarla a escala nacional. No tenemos posibilidad de atender el cambio climático», añadió.
Asimismo, señaló que hay «mucha» información que actualizar, porque hay fuentes, aparte de la petrolera, que emiten gases de efecto invernadero como las derivadas de la deforestación, cambios en los suelos, y la «inadecuada» disposición de los desechos sólidos, que también es «uno de los grandes problemas ambientales del país».
Además, para la investigadora, los planes de adaptación al cambio climático deben responder a las realidades locales.
«Si nosotros tenemos 24 estados y 335 municipios, deberíamos tener 24 planes regionales de cambio climático y 335 planes municipales, como lo están haciendo la mayoría de países en nuestra región», expresó.
Sin embargo, ratificó que, en Venezuela, ese trabajo está «totalmente ausente», entendiendo, además, que hay una crisis económica y social que resta atención a un problema que ha debido empezar a atenderse, según su criterio, hace más de 20 años.
El cambio climático es «un problema de desarrollo», por lo que, en su opinión, si no se atiende la pobreza, la igualdad de género, las comunidades indígenas y minorías, y no se analizan las posibilidades económicas y los apoyos multilaterales, no se puede «salir de este atolladero».
«La situación es compleja; estamos en una crisis multidimensional donde el cambio climático es una de las aristas de esa crisis, es otra más», apostilló.
La también profesora de la Universidad Simón Bolívar (USB) sostuvo que es necesario hacer más estudios, porque, aunque existen varios trabajos de universidades, centros de investigación y ONG que trabajan con el tema, son a una «escala muy pequeña. El único que tiene músculo para poder conocer la circunstancia nacional en todos los aspectos (…) es el Estado».