Patricia J. Garcinuño (ALN).- La previsión de la Corporación Andina de Fomento para 2016 es de poco más de un 2,5% del PIB. De este porcentaje, una mitad pertenecería a inversión pública y la otra a inversión privada. Los sectores con más oportunidades en la región son la energía y las telecomunicaciones. El cambio de ciclo económico en Latinoamérica es evidente. Habrá inversión en infraestructuras, aunque aún no está claro si será tanta como se esperaba. Así lo afirma José Barbero, consultor en el área de Infraestructuras de la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina. “Los grandes motores de crecimiento que teníamos han reducido su potencia y hay que inventar otros. Hay un desafío enorme de incrementar inversión en un contexto que no es fácil”, apuntó en las Jornadas sobre las Economías Latinoamericanas organizadas por la Universidad Autónoma de Madrid.
La inversión en infraestructuras en América Latina prometía ser amplia tras más de una década, desde los años 90 hasta 2013, cuando los países apenas le destinaron un 2,2% del PIB, según datos de CEPAL. Pero, a falta de datos firmes en los últimos tres años, la previsión de la Cooperación Andina de Fomento es que el gasto en infraestructuras de 2016 caiga a niveles de 2011, suponiendo poco más de un 2,5% del PIB. De este porcentaje, una mitad pertenecería a inversión pública y la otra a inversión privada.
El 70% de las inversiones en infraestructuras a nivel mundial se llevarán a cabo en países desarrollados”, aseguró Barbero
Barbero achaca esta situación a que las muchas ganas por parte de los países de atraer a las grandes empresas no son suficientes, ya que actualmente América Latina no tiene tan buenas condiciones como otras regiones: “Las demandas de inversión privada en infraestructuras están creciendo en el resto del mundo y en países que tienen contextos institucionales bastante más serios que los que tiene Latinoamérica, así que el inversor tiene opciones de ir a otros países que antes no estaba en condiciones de demandar pero ahora sí, porque están sufriendo una crisis de otra naturaleza”.
El consultor de la CAF fue más allá y señaló que el 70% de las inversiones en este sector a nivel mundial se llevarán a cabo en los países desarrollados. Para afrontar el desafío de aumentar la inversión, ve en las entidades multilaterales un instrumento clave: “No tanto por el volumen de inversión sino por las garantías con las que pueden favorecer muchísimo un crecimiento de la inversión privada”.
Agua y saneamiento, la asignatura pendiente
En el análisis por sectores, el del agua y saneamiento no presenta indicadores positivos. Barbero afirma que se ha mejorado en los últimos años, pero que “cuando uno rasca más allá de los grandes números, la situación es un poco peor de lo que parece”. Según el último informe IDEAL elaborado por el Banco de Desarrollo de América Latina, uno de los principales desafíos que enfrenta la región es la cobertura y calidad del servicio en ciudades pequeñas y medianas, ya que en las urbes de menos de 200.000 habitantes, donde residen aproximadamente 333 millones de personas y representan el 56% de la población total, se observan graves déficits.
Barbero apunta a las energías renovables como pieza clave en el modelo de infraestructuras de los próximos años / Flickr: Acciona México
Por su parte, la energía eléctrica y las telecomunicaciones no quedan mal paradas del todo en las previsiones de la CAF. “Los sistemas eléctricos en América Latina tienen carencias, sin duda, pero no son el sector más crítico”, manifestó. En 2013 se produjo una desaceleración, pasando de una tasa de crecimiento del 5% anual de las últimas cuatro décadas a un 2,9%. Sin embargo, Barbero apuntó que recientemente ha habido un desarrollo muy importante de las energías renovables. El principal reto en los próximos años será asegurar el suministro y al mismo tiempo hacerlo asequible para los consumidores con bajos niveles de ingresos.
Las telecomunicaciones, por su parte, han presentado un desarrollo enorme en los últimos años, sobre todo en penetración de servicios móviles y de banda ancha móvil, alcanzando incluso al grupo de consumidores de menores ingresos. “Si el crecimiento anual en el sector de transportes ronda el 4%, el de las telecomunicaciones está en un 70%. Es otra dimensión”, afirmó. Al mismo tiempo, prevé que siga aumentando la inversión en el sector, aunque a un ritmo menor, porque “sus tasas eran tremendamente altas”.
En cuanto al área del transporte, tiene por delante importantes retos. “Los puertos y aeropuertos no están mal, aunque el transporte aéreo se está desacelerando. Sigue teniendo crecimiento, es un sector que ha crecido mucho en América Latina, pero ha pasado del 6% y el 7% a ser aproximadamente un 3%, que no está mal”. En cambio, las carreteras presentan carencias muy importantes. La movilidad urbana es la que mayores dificultades tiene. En su opinión, los tiempos de viaje que afrontan los ciudadanos se elevan debido a la motorización y la expansión urbana, lo que provoca un fuerte descontento.
El crecimiento anual del sector de transportes ronda el 4%. El de las telecomunicaciones está en un 70%”, apuntó Barbero
Respecto a las inversiones de gas natural, Barbero señaló que Latinoamérica ha mantenido un crecimiento moderado y estable en los últimos años: “El consumo de esta fuente energética está por encima del promedio mundial y sigue creciendo”.
El importante papel de las empresas españolas
Las grandes empresas españolas pretenden aprovechar este cambio de ciclo. Estarán especialmente atentas las constructoras, con gran experiencia en el sector. Es el caso de Acciona, Ferrovial, OHL, Sacyr o ACS. Según datos de Seopan, la asociación española de empresas constructoras de ámbito nacional, Latinoamérica representa el 50% de la facturación externa de algunas de estas compañías.
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, en una entrevista con el periódico El País, afirmó que la cartera de inversiones prevista para las firmas españolas en Latinoamérica es de 900 millones de euros (aproximadamente 947 millones de dólares) y que la región necesita “sobre todo infraestructuras”.