Redacción (ALN).- Los 4.100 millones de dólares para enfrentar los efectos económicos del coronavirus en Latinoamérica, los 1.600 millones dirigidos a pequeñas y medianas empresas de la región, y los 400.000 dólares que CAF-Banco de Desarrollo de América Latina donó a cada país miembro a inicios de la pandemia, son algunas de las acciones más destacadas del banco en 2020. Un año récord.
“CAF es un socio incondicional del desarrollo de América Latina, y muestra de ello es el récord de aprobaciones que hemos realizado en un año complicado como ha sido el 2020. Además de responder de manera rápida y oportuna a las necesidades de financiamiento externo ocasionadas por el covid-19, hemos continuado nuestro apoyo en áreas clave del desarrollo y estamos reforzando a la institución para ofrecer mejores servicios técnicos y financieros a nuestros países miembros”.
Son palabras de Luis Carranza, presidente ejecutivo de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, que, en 2020, año de su 50 aniversario, aprobó préstamos por más de 14.000 millones dólares.
Este es un monto récord en la historia de CAF. Aunque la pandemia fue el detonante de tantos créditos, Carranza celebra que la institución haya podido dar respuesta a la emergencia desatada por el coronavirus.
¿Y cómo respondieron?
Primero donaron 400.000 dólares por país para que hicieran frente a la pandemia de forma urgente. A medida que se organizaban, concedieron créditos de 4.100 millones de dólares en concepto “de contingente regional de apoyo anticíclico para la emergencia generada por el coronavirus”.
A estas iniciativas se sumó el apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas con préstamos de hasta 1.600 millones de dólares, entregados a través de los bancos de desarrollo locales. Con esta medida, CAF pretendió impulsar “la internacionalización, innovación e integración productiva” de las pymes, al tiempo que promovía “el empleo formal y la recuperación económica de la región”.
Otra medida para la reactivación económica fueron los 1.200 millones de dólares dirigidos “a empresas prestadoras de los servicios públicos de energía eléctrica, gas y agua, para atender las mayores necesidades de liquidez de los prestatarios, generadas por la pandemia”.
Pero en 2020 a Latinoamérica no sólo la golpeó el coronavirus. La región sufrió eventos extremos del clima, sismos, accidentes contaminantes y otras enfermedades distintas al covid-19. Para ello CAF entregó 340 millones de dólares.
Otra medida clave fue la incorporación de México como miembro pleno de la institución. Lo cual permitirá a la segunda economía más grande de América Latina “tener un mayor acceso a recursos financieros de largo plazo, así como cooperación técnica para su desarrollo sostenible”.