(EFE).- Una red acusada en España de venta ilegal de contenidos audiovisuales, tanto retransmisiones de fútbol como películas y series, pudo haber obtenido unos 25 millones de euros y dos millones de usuarios, mediante el pirateo de conocidas plataformas de pago a través de servidores en Norteamérica y Europa.
Según informaron este jueves fuentes judiciales, en el procedimiento abierto en España se han personado como acusación particular firmas internacionales como Warner Bros Entertainment, Universal City Studios, Columbia Pictures Industries, Sony Pictures Television, Paramount Pictures Corporation, New Line Productions, Netflix Studios, Amazon Content Services, Disney Enterprises y la Liga Nacional de Fútbol Profesional de España.
El fiscal solicita condenas de entre 8 y 22 años y medio de cárcel para sus cinco supuestos integrantes, todos ellos de origen iraní, a los que acusa de delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y contra la propiedad intelectual, el mercado y los consumidores.
Los investigadores calculan que la red llegó a tener dos millones de usuarios y creen que existían unas mil webs que ofrecían acceso a algo más de 40.000 canales televisión, series y plataformas en su conjunto.
Red de piratería de plataformas de televisión cae en España
La estructura, con al menos cincuenta servidores, estaba situada en países de Europa, Estados Unidos y Canadá, desde donde la señal pirateada era redistribuida a sus suscriptores a precios más competitivos que el mercado lícito.
Para blanquear los beneficios, la organización contaba supuestamente con un sofisticado entramado de pasarelas de pagos, intercambio de criptomonedas y empresas pantalla, con facturas falsas y numerosas cuentas creadas con identidades ficticias o de terceros, para ser reintroducidos en el circuito legal mediante la compra de bienes.
Entre las operaciones de blanqueo destacan la construcción de un edificio de viviendas en Irán, la adquisición de un inmueble en Barcelona (España) valorado en 1,6 millones de euros y la compra de dos vehículos de alta gama con un valor de mercado de 400.000 euros.