Redacción (ALN).- Según el Banco Interamericano de Desarrollo, 127 millones de toneladas de alimentos acaban en la basura en América Latina y el Caribe. Las pérdidas superan 50% en el caso de las frutas y las hortalizas. En los hogares, los desperdicios rozan 30% de los alimentos que se producen. Visto el fenómeno, el BID tiene un plan para reducir estas cifras.
En América Latina y el Caribe se desperdician anualmente más de 127 millones de toneladas de alimentos. Es decir, 223 kilogramos por persona. Este fenómeno se produce en una región en la que cerca de 42 millones de personas padecen hambre. Son datos difundidos por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en su página web.
En algunos grupos de alimentos, como las frutas y hortalizas, las pérdidas superan el 50%. “Este fenómeno ocurre en todas las fases de la cadena: en la producción se pierde 28%; en el manejo y almacenamiento otro 21%; en el procesamiento 6%; en la distribución y mercadeo 17%. A nivel de consumo, especialmente en hogares, se desperdicia alrededor de 28% de los alimentos producidos”, detalla el BID.
“Este fenómeno ocurre en todas las fases de la cadena: desde la producción al consumo”
El banco multilateral subraya que los efectos medioambientales de este fenómeno “son enormes”. Estima que, a nivel global, “18% de las tierras productivas y 19% de los fertilizantes se utilizan en producir alimentos que nunca se consumen”.
Para reducir estas cifras, desde el BID han lanzado la plataforma online Sin Desperdicio, que busca aunar esfuerzos con el sector privado, público y la sociedad civil.
En la plataforma participan destacadas empresas del ámbito de la alimentación y la tecnología como The Coca-Cola Company, Nestlé, Grupo Bimbo e IBM, entre otros. La plataforma cuenta también con socios estratégicos como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la Red Global de Bancos de Alimentos, el Consumers Goods Forum (CGF) y el World Resources Institute.
La vicepresidenta ejecutiva del BID, Julie Katzman, señaló que Sin Desperdicio se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cuya meta 12.3 apunta a reducir a la mitad, para el año 2030, el desperdicio per cápita de alimentos y reducir las pérdidas en las cadenas de producción y distribución.
La plataforma Sin Desperdicio impulsará cuatro ejes de trabajo: proyectos innovadores, políticas públicas a nivel nacional y local, generación de conocimiento y hábitos de consumo responsable.
La plataforma promoverá también cambios de comportamiento a través de campañas de sensibilización y capacitación orientadas a minimizar el desperdicio de alimentos entre productores, distribuidores y consumidores finales de alimentos.