Daniel Gómez (ALN).- Asegura Juan García Braschi, director financiero de Cabify, que la empresa multiplicará el ritmo de crecimiento “entre tres y cuatro veces” de cara a 2018. Para que éste no se vea lastrado, la prioridad es reforzar el entramado de seguridad. “Vemos cómo en México, por ejemplo, el comercio electrónico tiene una tasa de pérdida del 5%. Si nos pasa esto, que nos quedamos con el 20% de cada carrera, sería imposible ser rentables”.
La española Cabify es un “unicornio”. Lo confirmó el director financiero de la empresa de transporte, Juan García Braschi, en el foro “No Money” que organizó el periódico El País la semana pasada en Madrid.
Los unicornios son aquellas startups que de la nada alcanzan los 1.000 millones de dólares de valoración. En España este tipo de empresas no abundan. De hecho, sólo Cabify y la aplicación de compra-venta Wallapop forman parte de este selecto club.
Si el presente ya es bueno, el futuro se presenta aún mejor para Cabify. Tal es así que García Braschi habla de “un ritmo de crecimiento entre tres y cuatro veces superior al experimentado hasta entonces”.
Para que las estimaciones se hagan realidad, la prioridad es reforzar los mecanismos de seguridad. Las razones son muchas. La primera es una cuestión de confianza. Cabify trabaja con material sensible, como son los números de tarjeta. Por tanto, una pérdida de datos podría ser letal.
Para protegerse de ciberataques, Cabify trabaja con un servidor externo de defensa que funciona con inteligencia artificial
El segundo motivo tiene que ver con un tema de negocios. Cabify, que concentra más de tres cuartas partes de las operaciones en Latinoamérica, tiene que lidiar con los riesgos que presenta la región en temas de ciberseguridad.
Sobre este punto, el director financiero detalló: “La seguridad es muy importante. Pero para nosotros, que trabajamos principalmente en Latinoamérica, no es que sea importante, es vital. Lo es para los clientes y también para nosotros como negocios. Vemos cómo en México, por ejemplo, el comercio electrónico tiene una tasa de pérdida del 5%. Si nos pasa esto, que nos quedamos con el 20% de cada carrera, sería imposible ser rentables”.
Para protegerse de hackers y ciberataques, Cabify trabaja con un servidor externo de defensa que funciona con inteligencia artificial al mismo tiempo que desarrolla uno propio con estas mismas características.
Por otro lado, Cabify protege la aplicación con una serie de medidas de verificación, que, si bien pueden resultar incómodas al principio, aumentan la seguridad y percepción de esta. “A la larga, lo que se ha demostrado es que cada filtro que aplicamos da más tranquilidad al usuario bueno, al que se queda con nosotros”.
“Cambiarlo todo para que no cambie nada”
Reseñó García Brashi que “de cara al 2018 la idea es cambiarlo todo para que no cambie nada”. Habrá, por tanto, una nueva coraza de seguridad, una nueva aplicación y nuevos métodos de pago. “También insistimos en mejorar muchísimo los servicios de los conductores para que el tiempo medio de espera, ahora en cinco minutos, se rebaje al mínimo posible”, dijo el director financiero.
Cabify nació en 2011. Comenzó operando en Madrid y un año después dio el salto hacia América Latina al entrar en México, Chile y Perú. El movimiento potenció las cuentas, por lo que el grupo siguió apostando por la región. Tanto que, hoy, además de aquellos tres países, Cabify también trabaja en Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay y República Dominicana.
En Latinoamérica, la empresa no sólo consiguió la confianza de los ciudadanos, también la de los inversores. En especial, la de la tecnológica japonesa Rakuten, la cual les ha inyectado más de 100 millones de dólares, un impulso financiero que ha sido clave en las cuentas del grupo y que, en buena parte, es responsable de las perspectivas positivas de Cabify.