Redacción (ALN).- El Ejecutivo de Michel Temer aprueba un decreto para suprimir más de 60.000 plazas de funcionarios en la Administración Pública, que impedirá el aumento de los gastos en el futuro. El siguiente paso que pretende dar el mandatario es sacar adelante la reforma del sistema de pensiones en febrero.
El Gobierno brasileño aprobó un decreto para suprimir más de 60.000 plazas de funcionarios de la Administración Pública Federal y otras instituciones del Estado. Además, el decreto presentado también veta la creación de plazas adicionales en el futuro. Según recoge Notimérica, el Ejecutivo de Michel Temer ya anunció este recorte de plazas en 2017. Un recorte que, si bien no producirá ahorro para las arcas estatales, ya que esas plazas ya estaban vacantes, sí que impedirá el aumento de los gastos en el futuro. La intención de Temer es reducir el déficit público para lo que, en los últimos meses, el Gobierno del Partido del Movimiento Democrático de Brasil ha aprobado medidas que en muchos casos significaron recortes en partidas sociales. El caso más sonado y polémico fue la modificación de la Constitución brasileña para evitar que el gasto público aumente en los próximos años, lo que en la práctica ha congelado los presupuestos de sanidad, educación y otras partidas en las próximas dos décadas. El siguiente paso que pretende dar el Ejecutivo de Temer es la reforma del sistema de pensiones. Aunque el texto que finalmente se votará en la Cámara de Diputados el próximo 19 de febrero será una versión suavizada del que presentaron inicialmente, ya que no contaban con los votos necesarios. La oposición, encabezada por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, se opone fuertemente a los recortes del presidente y defiende que no está legitimado para llevar a cabo este tipo de políticas debido a que su llegada al poder se produjo por el impeachment a Dilma Rouseff y no por las urnas.