Redacción (ALN).- Indra Brasil Soluciones y Servicios Tecnológicos no podrá contratar con la Administración Pública brasileña por un “plazo indeterminado” debido a una sanción administrativa. La firma española ya ha recurrido la decisión y aclara que no afecta ni a contratos en curso ni a otras filiales. Las autoridades brasileñas han sancionado a una filial de la española Indra (Indra Brasil Soluciones y Servicios Tecnológicos) con la prohibición de participar en adjudicaciones públicas en el país por un tiempo indeterminado. Se trata de una sanción administrativa consistente en la declaración de no idoneidad para contratar con la administración del país, según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La firma española apuntó en el comunicado que ha recurrido la decisión en las jurisdicciones competentes y que está convencida de obtener “un fallo favorable”. Igualmente, Indra aclaró que la sanción se limita exclusivamente a esta filial y que no afecta ni a contratos en curso ni a las otras tres sociedades que tiene en Brasil. Por ello, considera que su impacto no tendrá efectos significativos en el grupo a nivel consolidado.
La sanción tiene su origen en un procedimiento administrativo del año 2011, iniciado por la Controladoría Geral del Distrito Federal contra Politec Participaçoes (Polipar), adquirida por Indra en septiembre de ese año. La clave está en las posibles irregularidades en un contrato de arrendamiento de un inmueble suscrito en 2005 entre la administración regional de Aguas Claras y Polipar.
Indra aclara que los efectos de la sanción se limitan exclusivamente a esta filial
Indra explica que durante la tramitación de este procedimiento no hubo notificación alguna a su filial y que recibió la primera comunicación en noviembre del año pasado. Además, entiende que la sanción obedece a una “interpretación errónea” del concepto de grupo empresarial y que esta sanción será revocada por falta de fundamentación jurídica.
Siete negocios “problemáticos”
Brasil siempre fue el pozo negro de Indra. La multinacional española acumulaba siete negocios tildados de “problemáticos” en la región. Con el fin de revitalizarlos, en 2015 invirtió 321 millones de euros (aproximadamente 340 millones de dólares), cuya eficacia se ha notado en el presente ejercicio. “El avance en el cierre de los proyectos problemáticos ha contribuido a la mejora de la rentabilidad en la región”, apuntó la multinacional en un comunicado anterior.
Los negocios en Brasil llegaron a ser una verdadera frustración para Indra. De hecho, su presidente, Fernando Abril-Martorell, señaló en el Investor Day de 2015 que el país se estaba “comiendo 100 millones en pérdidas cada año”. A raíz de estos problemas, causados en gran parte por la recesión económica, aplicaron un plan de saneamiento con el objetivo de paliarlos.
Dicho plan demostró su eficacia en 2016. Indra cerró el año financiero con un beneficio neto de 70 millones de euros (aproximadamente 74 millones de dólares), lo cual contrasta con lo ocurrido hace dos años, cuando presentó pérdidas de 641 millones de euros (680 millones de dólares). De ellos, 321 millones procedían de Brasil.