(EFE).- Brasil perdió en los últimos 38 años cerca de 875.000 kilómetros cuadrados de bosques, el 15 % de sus florestas naturales y un área equivalente a la de un país como Pakistán, según un estudio divulgado este viernes por la plataforma científica MapBiomas.
El área brasileña ocupada por florestas naturales cayó desde 5,82 millones de kilómetros cuadrados en 1985 hasta 4,94 millones de kilómetros cuadrados en 2022, de acuerdo con MapBiomas, una red que agrupa ONGs, universidades y empresas de tecnología y que utiliza imágenes de satélite para analizar el uso del suelo.
La desaparición de los bosques se intensificó en los últimos cinco años, en los que la deforestación se extendió por 96.360 kilómetros cuadrados, el 11 % del área devastada desde 1985, según la octava edición del Mapa Anual de Cobertura y Uso de la Tierra en Brasil de Mapbiomas.
De los bosques desaparecidos en las últimas cuatro décadas en el gigante sudamericano, el 85,6 % estaba en propiedades privadas.
El estudio se refiere a las florestas naturales, que incluyen diversos sistemas con cobertura arbórea, como selvas, sabanas, bosques inundables y manglares, que actualmente se extienden por el 58 % de los 8,5 millones de kilómetros del territorio brasileño.
Según MapBiomas, los ecosistemas brasileños con mayor proporción de áreas boscosas son la Amazonía, en la que las forestas ocupan el 78 % de su área, y la Caatinga (zona árida del noreste del país), con el 54 %.
Y los que proporcionalmente más perdieron bosques en los últimos 38 años fueron la Amazonía, con una deforestación del 13 %, y el Cerrado (sabana brasileña), con una pérdida del 27 %.
¿Por qué se pierden los bosques en Brasil?
De acuerdo con el estudio, el 95 % de los bosques que desaparecieron en Brasil desde 1985 fueron destruidos para abrirle espacio a la agropecuaria, es decir convertidos en tierras de cultivo o pastizales para la cría de ganado.
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Pese a que la deforestación creció gradualmente desde 1985 hasta 2005, el ritmo de destrucción de los bosques se redujo a partir de 2006, cuando entraron en vigor las medidas de conservación del primer mandato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, pero volvió a saltar a partir de 2018 con la llegada al poder del ultraderechista Jair Bolsonaro.
Brasil perdió 100.000 kilómetros cuadrados de bosques en los últimos cinco años, en los que el Gobierno de Bolsonaro redujo la fiscalización y defendió la explotación económica de la Amazonía.
Lula, que asumió su tercer mandato en enero pasado, ya retomó todas las medidas que había puesto en marcha hace dos décadas y se comprometió con la preservación ambiental del país.
¿Por qué son importantes?
Para los científicos de MapBiomas, el avance de la deforestación en Brasil contribuyó a agravar los cambios climáticos en el mundo.
«Los bosques son importante para mantener el equilibrio climático. Su pérdida continua representa una amenaza directa para la biodiversidad, la calidad del agua, la seguridad alimentaria y la regulación climática», asegura Julia Shimbo, coordinadora científica de MapBiomas.
El estudio también identificó las llamadas florestas secundarias, es decir la que volvieron a crecer en áreas desforestadas y que en 2021 se extendían por 410.000 kilómetros cuadrados en todo Brasil, el equivalente al 8 % del total de florestas del país.
El ecosistema con mayor proporción de florestas secundarias es el Bosque Atlántico, que bordea el litoral brasileño y es el más devastado del país, con 81.000 kilómetros cuadrados, el 27 % de toda su extensión.
En la Amazonía las florestas secundarias ocupan 98.000 kilómetros cuadrados, el 3 % de la extensión de la mayor selva tropical del mundo.