(EFE).- La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) presentó este viernes oficialmente, en una carta enviada a la FIFA, la postulación de Brasil a ser sede del Mundial de fútbol femenino de 2027, que cuenta con el firme respaldo del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
«La CBF acaba de oficializar la candidatura de Brasil a recibir el Mundial femenino», afirmó el presidente del órgano rector del fútbol brasileño, Ednaldo Rodrigues, al referirse a la carta enviada a la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA).
De acuerdo con el dirigente, «con todas las instalaciones deportivas y la infraestructura» que Brasil dispone, «consideramos que podemos organizar un gran Mundial».
Rodrigues hizo referencia a los estadios que Brasil construyó para el Mundial masculino que organizó en 2014, así como algunos privados construidos por importantes clubes del país, que ya cuentan con las exigencias de la FIFA para ser escenario de partidos mundialistas.
«Organizar el Mundial forma parte de nuestro proyecto de desarrollar cada vez más el fútbol femenino en el país, que es uno de los pilares de mi gestión», aseguró el presidente de la CBF.
La FIFA abrió el 23 de marzo pasado el plazo para inscripciones de interesados en organizar el Mundial de 2027, que se extiende hasta el 21 de abril.
La postulación brasileña fue anunciada inicialmente por la ministra brasileña de Deportes, la exjugadora de voleibol Ana Moser, que convenció de la idea tanto a los dirigentes de la CBF como al jefe de Estado.
En un evento el 30 de marzo en que recibió en el Palacio presidencial de la Alvorada la Copa que será otorgada al campeón del Mundial femenino de 2023, que se celebrará entre los próximos julio y agosto en Nueva Zelanda y Australia, el líder progresista anunció su respaldo total a la candidatura. «El Gobierno estará a disposición para hacer lo que sea necesario para traer el Mundial», afirmó.
«Será un evento extraordinario, que motivará la construcción de una conciencia política en el pueblo brasileño de la necesidad de una participación efectiva de la mujer en todas las áreas en que puedan y quieran participar, donde ellas quieran y de la forma que ellas quieran», agregó.
Lula recordó igualmente que Brasil cuenta ya con «casi» toda la estructura necesaria para el Mundial de 2027, como los doce estadios construidos o modernizados para el Mundial masculino de 2014.
«Tenemos la infraestructura adecuada», con «estadios muy buenos, con calidad y comodidad» y «un fútbol femenino avanzando mucho en el país», garantizó.
Brasil ya fue sede de los Mundiales masculinos de fútbol en 1950 y 2014, pero hasta ahora nunca había estudiado la posibilidad de postular su candidatura a la versión femenina.
El Mundial femenino de 2023 será disputado a partir del 20 de julio en Australia y Nueva Zelanda por 32 selecciones, incluyendo la brasileña, que quedó emparejada en el Grupo F junto a la francesa, la jamaicana y la panameña.
A pesar de siempre ser considerada como una de las favoritas y de contar con algunas de las futbolistas de mayor renombre mundial, como Marta -seis veces elegida la mejor del mundo por la FIFA-, Cristiane y Formiga, la selección brasileña femenina no ha conseguido hasta ahora ningún título internacional de relevancia.
Para intentar superar esa frustración, la CBF contrató en 2019 como su seleccionadora femenina a la sueca Pia Sundhage, bicampeona olímpica con Estados Unidos.
