Redacción (ALN).- El presidente de Brasil, Michel Temer, está a la espera del veredicto del Tribunal Superior Electoral, que podría anular su mandato por abuso de poder político y económico junto al de Dilma Rousseff en las elecciones de 2014.
Este viernes se celebra la tercera sesión del juicio del Tribunal Superior Electoral en el que están inmersos tanto Dilma Rousseff como Michel Temer, y que podría acabar con la destitución de éste como presidente de Brasil. A la coalición del Partido de los Trabajadores (PT) y del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) se le acusa de beneficiarse de dinero ilícito pagado por Petrobras y así obtener ventaja respecto a sus adversarios en las elecciones de 2014. En la sesión anterior, el magistrado relator del caso, Herman Benjamin, dio un giro en su argumentación. Señaló que para la anulación de mandatos “no hay necesidad de que recursos sean originarios de sobornos, solo que los recursos no hayan sido declarados”. Esto sorprendió al resto de los jueces, ya que se esperaba que el debate se centrara en la exclusión o no de las pruebas aportadas por directivos de Odebrecht, que confirmaron haber aportado 46 millones de dólares a la campaña provenientes de sus actividades ilegales. Este juicio comenzó el 4 de abril pero fue interrumpido después de que la corte electoral otorgara un mayor plazo a la defensa de los acusados y citara nuevos testigos. Hasta el momento, por lo que se deducía de sus manifestaciones, además de Benjamin, otros dos jueces se inclinarían por la anulación del mandato. En principio, se esperaba que el fallo fuese de 4-3 a favor de la absolución de Temer y Rousseff. Ahora, el resultado es incierto. Previsiblemente, el juicio podría extenderse hasta mañana.