Daniel Gómez (ALN).- Imagine que recibe un préstamo en forma de tokens. No se asuste. Los tokens son fichas digitales a las que se les asocia un derecho. En este caso, el derecho es tomar el crédito. Justo el modelo de financiación que está ejecutando el banco de desarrollo del Gobierno de Brasil, Bndes. Lo hace convirtiendo los préstamos nominados en reales brasileños en una especie de criptomoneda.
El Banco Nacional de Brasil para el Desarrollo Económico y Social (Bndes) pretende convertir los préstamos nominados en reales brasileños en una especie de criptomoneda, en un token.
Para entender la iniciativa de Bndes primero hay que entender el concepto de token. De acuerdo con William Mougayar, autor del libro The business blockchain, un token es una ficha digital a la que se asocia un derecho. A primera vista, estos derechos virtuales tienen semejanzas con criptomonedas tipo bitcoin (tiene un valor aceptado por una comunidad y se fundamenta en una red de bases de datos descentralizada llamada blockchain).
Por tanto, el token es un concepto más amplio que el propio bitcoin. Y es que sus usos van más allá de un pago. En Kodak, por ejemplo, usan tokens para pagar los derechos de imagen de los fotógrafos.
“La publicación [de los préstamos] en tokens facilitará la responsabilidad de los clientes ante el Bndes, que puede más que compensar este costo. Todo esto debe medirse con datos reales, por lo que es tan importante hacer una prueba de concepto con los clientes que ven valor en la propuesta”, dijo Vanessa Almeida, gerente de desarrollo de sistemas del banco, en un comunicado.
Si bien el concepto de token se asemeja al bitcoin, es mucho más amplio
Para convertir la moneda brasileña en un token, Bndes hará uso del blockchain Ethereum. Esta red, de carácter público, verifica los movimientos hechos con las divisas, lo cual permite el rastreo y garantiza la transparencia que promete el banco.
En la práctica, Bndes sólo entregará la criptomoneda a los proveedores registrados en su sistema. Imagine entonces una empresa de construcción. Esta recibirá un préstamo del banco por 10 millones de reales. El concepto: asfaltar una carretera.
Por tanto, la constructora, en vez de recibir los 10 millones de reales de la forma tradicional, los recibirá en forma de token. Y sólo podrá destinar el monto del préstamo al asfaltado de esa carretera. De lo contrario, el banco lo sabrá (controla los movimientos gracias a la red Ethereum) y podrá anular el financiamiento.
Esta forma de proceder la explicó Suzana Maranhão, directiva del equipo informático de Bndes, en un vídeo en su canal personal de YouTube. “Cualquier brasileño puede ver las empresas involucradas en la transacción y las transacciones realizadas. La información crítica no se almacenará en una base de datos dentro de Bndes. Serán públicos en el blockchain”.
Hasta mayo de 2018, el equipo de Bndes (no confundir con la autoridad monetaria, que es el Banco Central) hará pruebas con este sistema de tokens en el estado brasileño de Espíritu Santo.
Brasil y las criptomonedas
En Brasil existen algunas restricciones al uso de criptomonedas. Desde enero, la Comisión de Bolsa de Valores (CVM, por sus siglas en portugués), prohíbe a los fondos de inversión regulados la compra de divisas digitales. A raíz de la restricción, la empresa Hash Brasil fue inhabilitada por la CVM este martes.
En un comunicado, el regulador alegó que la compañía, especializada en el minado de bitcoin, no tenía permisos para operar en el mercado de valores. De hecho, la empresa recibió una advertencia a inicios de febrero por parte de la CVM. Entonces promocionó el token que iban a ofrecer, el Hash Coin, el cual concedía a los propietarios una cierta cantidad de bitcoins en relación a la cuota comprada.
Por su parte, el Banco Central de Brasil, la máxima autoridad monetaria del país, tiene una postura respecto a las criptodivisas bastante hostil. En diciembre de 2017, su presidente, Ilan Goldfajn, las definió como “una burbuja” y “una estafa piramidal”.
Las instituciones privadas también han hecho movimientos en contra. Bradesco, Itaú y Santander son los bancos más poderosos del país. En diciembre, los tres prohibieron a Mercado Bitcoin, la principal casa de cambio de criptodivisas de Brasil, depositar los fondos en sus cuentas bancarias.